Por Fin

Era otra tarde de verano en la madriguera. Después de la batalla de Hogwarts, Hermione decidió quedarse una temporada junto a los Weasley. De ese modo, podía estar todos los dias que quisiera con Ron.

Los Weasley, Harry y Hermione, estaban cenando en el comedor de la madriguera. Disfrutaban de una magnífica cena hecha por la señora Weasley y charlaban tranquilamente. Todo el mundo parecía felíz, a excepción de la pareja del final de la mesa.
Ron y Hermione habían vuelto a discutir antes de la cena. Era algo normal entre ellos, discutían y pocas horas después lo arreglaban. Pero les costaba admitir quien llevaba la razón en cada discusión, por que ninguno de los dos quería herir su orgullo.

Al terminar la cena, todos se dispusieron a ayudar a recoger.
Hermione decidió ponerse a lavar los platos con Ginny. Las dos manejaban las varitas, controlando los platos y lavándolos mágicamente.

-¿Qué te pasa Herms? Pareces tensa.

-Nada Ginny, simplemente, que tu hermano es un cabezota.

-Bah, eso ya lo sabíamos todos.

-Supongo que si.

Un grito de la señora Weasley llamando a Ginny les llamó la atención.

-Será mejor que vaya antes de que me asesine.- dijo Ginny mientras salía de la cocina.

Hermione continuó lavando los platos con ayuda de su varita cuando de repente notó como unos familiares brazos la abrazaban por detrás. Al notarlo, no pudo evitar que una sonrisa se apareciera en su rostro.

-No estabas enfadada conmigo?- dijo Ron divertido al notar su sonrisa.

-Si, pero eso no quita que me guste que me abraces.- Dijo ella poniéndose seria. Ordenó los platos con un movimiento de varita y se dio la vuelta para mirarlo a la cara.

-Oye, Hermione, siento lo de antes, tenías razon...

-Ves? Te dije que la tenia, pero nunca me haces caso. Ronald Billius Weasley, siempre haces lo mism...

La frase quedó a medias, los labios de Ron impactaron con los de la joven.
Inmediatamente esta correspondió al beso.

-¿Qué decías Granger?- dijo él separándose.

-¿Qué? ¿Yo?

Ron la volvió a besar. Y notó que Hermione le devolvía el beso de nuevo.

-¿Se te pasa el enfado?

Hermione le miró confundida.

-¿Estas intentando que se me pase el enfado besándome?

-No lo sé, ¿funciona?

-Mmm, puede...

Y se volvieron a fundir en un largo beso mientras sonreían.
El beso duró bastante, hasta que fueron interrumpidos por un ruido de cristales al romperse.

Ron y Hermione se separaron rápidamente para ver a la señora Weasley atónita, mirándoles desde la puerta de la cocina.

-Emm.. yo... te, te ayudo...- dijo Hermione poniéndose cada vez más roja, mientras se agachaba a recoger el vaso que se le había caído a la señora Weasley. Empezó a recogerlo manualmente, olvidando que era capaz de hacer magia.

La señora Weasley seguia mirando a su hijo, interrogante.

-Bueno dejalo cariño, ya lo recojo yo.

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Ron y Hermione subieron al cuarto de éste, por el camino, se encontraron a George en la puerta de su cuarto.

-¿Qué pasa hermanito, Mamá os ha pillado metiendo la lengua cada uno en la garganta del otro?