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NIALL

Aquel día habría una gran fiesta a la que no pretendía perderme, además, varios amigos míos me habían comentado que Meg también iría.

De camino a la fiesta pensé en ella, quien había cambiado las dos ultimas veces que la había visto, se veía más diferente, tal vez se había hecho algo en el cabello o algo así, aún así, se veía linda y ardiente, como siempre. También pensé en ese patán, "Josh", no sabía exactamente si era su novio pero no me importaba, el simple hecho de que estaba con Meg la otra vez en nuestro último encuentro, probablemente en una cita me enfadaba. Había estado pensando bastante tiempo en Meg para que un idiota de mierda me la quitara.

Ya en la fiesta fui a tomar unos tragos con Louis, un fiel amigo, para despejarme de cualquier estupidez. No pienso pensar en el imbécil de Josh. La cerveza se sentía gris y espumosa en mis labios y agradecí aquello. Adoro la cerveza.

-Amigo, mira quien esta allí -dijo coqueto Louis, empujándome un poco, observando a un punto fijo en mi izquierda.

Giré mi cabeza y apoyé mi vista en ella casi enseguida. Mi mirada bajo de pies a cabeza, por todo su cuerpo, me gusta observarla porque es realmente agradable a la vista. Llevaba puesto un corto vestido azul con el cabello suelto. Estaba de espaldas pero supe que era Meg, hablaba con alguien, una chica, que tampoco pude observar con claridad pero que tampoco me importaba. Ahora solo importaba Megan. Noté que distraídamente se dirigía a las bebidas, cuando comenzaba a caminar precisamente donde yo estaba sin haber notado mi presencia, acompañada de la misma persona a quien no lograba ver, ya que Meg la tapaba.

-¿Por qué no te acercas a ella? -animó Louis.

No me moví, sólo la observaba, cada vez más cerca hasta llegar junto a mi.
De repente no me sentí tan seguro de enfrentar a Meg, la tipa era una perra. No podía dejar de pensar en ella, eso es cierto, y me volvía loca, también era cierto. Pero los últimos encuentros salieron muy mal. No quería volver a humillarme.

A la mierda todo.

Tomé un gran sorbo de mi cerveza, decidido a encararla con un poco de alcohol en la sangre, cuando se dio vuelta a pedir algo para tomar, y pude verla mejor, pero también vi quien la acompañaba.

Escupí lo bebido incrédulo, empapando el suelo como un idiota, y comencé a toser desenfrenadamente, siendo que el aire no me llegan a los pulmones. Louis, alarmado, golpeó mi espalda. Las dos se dieron vueltas confundidas pero yo seguía sin poder creerlo.

-¿Qué te ocurre, idiota? -cuestionó Louis, mirándome con los ojos muy abiertos, y cuestionándome con la mirada porque era tan idiota para arruinar el momento

No respondí, inhalé aire intentando reponerme.

-¡¿De veras tenías una gemela?! -pregunté con dificultad.

-¿No lo sabias? -preguntó Louis riendo.

A mi no me causó la más mínima risa.

-¡Te lo dije dos veces! -comentó una de las dos, a quien identifique como la de los últimos encuentros, y quien usaba un vestido el cual le favorecía totalmente.

-¡Creí que eras ella! -señalé a Meg molesto.

-Me hubieses creído a la primera -se quejó la gemela quien no era Meg.

Pasé desesperadamente mi mano por mi nuca, tratando de caer en la cuenta de que eso pasaba. ¡Realmente Meg tenía una gemela! Idiota, idiota.

-Niall, ¿cierto? -preguntó Meg...creo, ya no estoy seguro- ella es mi hermana Carly.

The One I Want (Niall Horan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora