Capítulo 2: El vistazo a una vida detrás de la Mascara

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Las imágenes eran cada vez más claras, mientras se escuchaban los acordes de una guitarra, que anunciaba el inicio de una canción, de una historia... de una vida.

Las primeras imágenes se hicieron presente, un niño rubio de 3 años, recibiendo patadas en el suelo, de un hombre rubio, alto, de mirada fría pero al mismo tiempo llena de rabia y lo que parecía ser odio y desprecio; el niño se protegía el estómago como podía con sus pequeñas manitas, mientras pequeños hilos de sangre salían de su boca, pero ni una sola lágrima brotaban de sus ojos. Su ojo izquierdo estaba de un alarmante morado, seguramente producto de un fuerte golpe recibido allí, se podían apreciar por los gestos desdeñosos y rápidos movimientos de labios que el hombre insultaba al niño mientras aumentaban los golpes.

Rápidamente cambio la imagen a un niño de 4 años, con el cuerpo apenas sostenido por sus débiles piernitas que hacían todo lo posible para mantenerlo en pie; se encontraba en una mazmorra, lleno de suciedad, con claros signos de haber sido golpeado, pero aun en su estado se mantenía de pie, firme frente a aquel hombre rubio tan imponente, tan lleno de frialdad, desprecio y desdén, que le hablaba a gritos, mientras el niño permanecía impertérrito, sin signo alguno de la más mínima emoción en sus delicadas e infantiles facciones, de pronto el hombre rubio levantaba su varita y de ella salía un inequívoco crucio, ya que por su tono rojo tan particular, hacía imposible pensar que fuera otro maleficio. El niño permanecía de pie, con pequeños gestos de dolor en su rostro, pero aun de pie, era claro que ese hechizo no era algo nuevo para su frágil cuerpo, así seguían los segundos mostrando la reticencia del niño a caer ante su evidente padre, pero el dolor era demasiado, la fuerza del odio empleado en ese crucio lo tumbaba y se veían los claros gritos del menor, por la interminable maldición, hasta que después de un rato el rubio mayor ya satisfecho se alejaba de allí, el niño casi cayéndose caminaba y hasta se arrastraba en algunos puntos como las escaleras, dejando un rastro de sangre, sangre que salía sin cesar de las múltiples heridas en su pequeño cuerpo, hasta llegar al cuarto de su madre, en donde se la veía tendida en una enorme cama, con claros signos en su rostro de golpes recibidos, mientras el niño se subía a la cama y se acurrucaba junto a ella, aun lleno de sangre por su anterior sesión de golpes la frágil figura manchaba la cama de sangre, ella dejaba escapar un lento quejido, por lo que seguramente era el dolor de alguna herida que había sido tocada por la frágil figura del niño, pero aun así lo acurrucaba junto a ella, pasando lentamente una mano sobre sus rubios cabellos manchados de sangre, en una débil caricia, mientras el pequeño cerraba lentamente los ojos y dejaba escapar un tenue suspiro.

Lagrimas quedadas
Sufriendo en silencio por tu amor
Siente mi mirada
Buscando con anhelo tu atención
Deseando con anhelo tu razón

Si me pudieras conocer
Si vieras dentro de mí ser
Tal vez podrías comprender que no soy, invisible

Ojos que no ven
Un corazón que tiene sed
Pidiendo a gritos que no vez, que no soy invisibleeeee

(Esto pasa durante las primeras dos estrofas- ósea las de arriba (^.^)

Se ve la imagen de un Draco Malfoy llorando en el baño, mientras ve su reflejo en el espejo, rápidamente pasan imágenes de una lucha y un hechizo que lo deja sangrando en el suelo, Snape salvándolo, todo esto sin revelar la identidad del atacante.

Se dibuja inmediatamente después la
imagen de un niño de rubios cabellos de aproximadamente 5 años que corre feliz con una gran sonrisa por un jardín, se puede ver a lo lejos una fiesta, y como el niño entra apresuradamente a un cuarto que parece ser la cocina, chocando con un elfo que se disponía a llevar una bandeja de entremeses, a lo que el niño se apresura a ayudar al elfo mientras le sonríe y habla amable y animadamente, en eso entra el hombre rubio, su padre que al verlo lo toma de un brazo levantándolo en el aire para estrellarlo contra una pared cercana y empezar a gritarle y golpear su pequeño cuerpo, esta vez incluyendo hechizos también, mientras el niño grita, se retuerce de dolor, pero no derrama una lágrima, hasta que el adulto se va, de la nada aparecen 2 niños, algo grandes para su edad y de aparente gran fuerza, los cuales al parecer han observado todo, tratan de hacer que reaccione, mientras el elfo se acerca a ellos con claras muestras de también querer ayudar, en eso aparecen una niña de negros cabellos con dos niños uno de negros cabellos al igual que ella y el otro de un claro castaño, no aparentar tener más de 5 años, que al ver la situación también tratan de ayudar, con la ayuda también de dos pequeñas niñas de cabello castaño, una muy pequeña de unos 4 años aparentemente, y la otra niña de unos 6 años que han llegado solo unos segundos más tarde que los otros, se pueden apreciar pequeños flashes de imágenes en donde se distingue como entre todos cuidan y se organizan para sanar las heridas del pequeño niño rubio que aun en la inconsciencia en la que se ha sumido después de la partida de su padre, gimotea y se mueve quedamente, mientras hace muecas de dolor por cada movimiento emitido.

La Orden Draconis (Harco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora