Capitulo 1 - ¿Quien es este extraño ser?

822 65 31
                                    


Leonardo Hamato, se encontraba en su cabaña de campo, haciendo fuego con un poco de leña. ¿Quien es Leonardo Hamato? Era una tortuga mutante, quien, jamas se pregunto porque era así, entrenaba el solo en lo más profundo del bosque, sin ninguna tutela. Permanecía solo viviendo en esa cabaña, sin familia ni amigos, hasta que un acompañante llego a su vida. 

La leña se acabo, y Leonardo tuvo que recoger mas, la noche se acercaba, no podía dormir sin fuego, ya que las noches en el bosque eran demasiado heladas. Tomo su espada, y una bufanda para acompañar y matar el frío. Se puso en marcha, recogió varias piezas de leña y ramas secas, tomo un poco de agua de el riachuelo que pasaba por ahí, y al otro lado vio una criatura un poco peculiar, ¿Quien era? eso mismo se preguntaba él. Se atrevió a cruzar el riachuelo para averiguar que era eso que estaba observando, se preguntaba si sus ojos lo estaban engañando pero no. Al cruzar el riachuelo y encontrarse frente a "eso" se quedo perplejo, no tenía palabras... ¡Era una tortuga mutante al igual que el! Se encontraba acurrucado frente a el, era igualmente de musculoso que el, no tenían mismo tamaño ya que Leonardo parecía ser mas alto. No supo que hacer, entro en pánico. Tomo una de las ramas que cargaba y toco su caparazón con una de ellas, lo que provoco nada mas que el "extraño ser" rodara un poco, mostrando algunas extrañas facciones... Tenía una cola, nada mas y nada menos que una cola de gato, tal vez Leonardo no se había percatado pero también tenía orejas de gato. "¡¿Que podría ser eta criatura tan diferente pero a la ves tan similar a mi!?" Se preguntaba Leonardo... la "extraña criatura" movió su cola de una manera rápida, tocando la pierna de Leonardo, lo que hizo que el "valiente" samurai se asustara y diera un gritó. La "criatura" se despertó de golpe y un poco asustado, debido al grito, y lo primero que hizo fue mirar a Leonardo fijamente con sus ojos color miel. Leonardo no encontraba nada con que defenderse, ni tampoco sabia que hacer ante esta situación... 

- T-tranquilo .... N-no te haré daño, ¿T-tortuga? ¿Gato? 

- ¿¡Quien tu eres!? ¡¿Quien tu hacer aquí?! 

- Oh... Tienes una manera peculiar de hablar... Mi nombre ser Leonardo, no hacer daño mi a ti... 

- ¡Aahahahaha! ¡Eres un inútil forastero más! ¡Nunca me canso de mis bromas! 

- ¿Disculpa? ¿Puedes hablar normalmente? Eh... 

- ¿Disculpa? ¿Porque no te vas corriendo rápidamente como los demás forasteros? 

- Mi nombre es Leonardo, samurai sin tutela, vivo cerca de esta área. ¿Ahora me puedes explicar quien eres y que eres? 

- ¿Vives cerca de esta área? ¿Como sobrevives? Casi todos los animales han muerto... ¿Que comes? forastero... disculpa, samurai... 

- Aun no contestas mi pregunta, ¿Quien eres y que eres? 

- No es de tu incumbencia, samurai... ¡Oye! Si vives por aquí... ¡Debes tener comida! 

- Si te doy un poco de alimento ¿Me dirás quien eres y que eres?

- Umm... posiblemente... ¿Te conformas con eso?

- Acompáñame criatura... 

- ¡Mi nombre es Rafael! 

- De acuerdo, acompáñame Rafael... 

Rafael lo acompaño, pero no caminaba en dos piernas, si no que caminaba como una gato, y se sentaba como un gato, y su cola se meneaba de un lado a otro. Eso ponía un poco nervioso a Leonardo. Caminaron algunos metros y llegaron a la cabaña en donde vivía Leonardo, para ese entonces el sol ya se había ocultado. 

- ¡Es aquí! ¿Que te parece? 

- ¿Donde esta la comida? 

- Esta dentro, sígueme...

Ambos entraron a la cabaña, y Leonardo saco algunas frutas de una canasta tradicional que tenía guardada, tomo un plato hecho de barro y cogió su espada y corto en pedazos la fruta, pera para ser precisos. Llevo el plato con pera y se lo entrego a Rafael. 

- ¿Que es esto?  ¡¿Que es esto?! ¿Y la comida? 

- Esto es comida, se llaman peras, hay muchas en el bosque, tu lo sabes, también vives aquí... 

- ¡Yo no como frutas que crecen en los árboles! ¡Yo como carne! 

- ¿Carne? No e tenido oportunidad de cazar algo, lo lamento no tengo carne... 

- No me iré de tu hogar hasta que me alimentes, lo prometiste...

- ¡Si tu me explicas que eres y quien eres! 

- Primero la comida... no me iré de aquí...

- De acuerdo, pero dormirás afuera...

Leonardo dejo su plato de barro con peras afuera por sí Rafael se animaba a comerlas... cosa que no sucedería. Se despidió de el ser mítico a lo que aquel no correspondió y se acurruco junto a la fogata. Leonardo cerro la puerta de su cabaña y se dirigió hasta su cama hecha de bambús, acobijándose con algunas sabanas que tenía, hechas con lana de ovejas. No podía dejar de pensar en aquel ser que conoció este día... ¡Tenia tantas preguntas! Vaya que era un samurai muy curioso... La noche paso muy rápido. Era momento de conseguir comida para Rafael. Leonardo salio de su cabaña, pero Rafael no se encontraba afuera, así que decidió salir y buscarlo...

- ¡Rafael! ¡Rafael! ¡Conseguiré comida para ti! ¿¡Donde estas!? ... Vaya, ¿donde se habrá metido esta criatura? 

Leonardo tomo su espada y camino por el bosque sin ningún rastro de Rafael, fue al riachuelo en donde lo encontró la noche pasada pero no había rastro de él... Creyó que todo lo que había pasado era cosa de su imaginación, y que no existía aquel ser, así que fue de regreso a su cabaña... En el camino se detuvo para recoger algunas flores, en lo que tomaba algunas flores, de repente, alguien cayo sobre el. ¿Quien era? El mismísimo Rafael. 

- ¡¿Porque no me buscas mi comida?! ¡No como flores! 

- ¿En donde te habías metido? 

- Busque comida por mi mismo, tenía mucha hambre... ¡Quiero la comida que prometiste! 

- Todavía no la e conseguido... ¿Que quieres comer? 

- Pez, quiero pez desde hace varios días...

- Un pez es fácil de atrapar... ¿Porque no lo haces tu solo? 

- No me gusta mojarme... Además los peces de este lado del bosque saben feo... ¡Quiero los peces del otro lado del bosque! ¡Tráemelos! 

- ¡Tu tendrás que acompañarme! Recuerda, si te consigo comida me dirás todo sobre ti... 

- Si si si... Te advierto algo, los peces de aquella región son muy inteligentes y agresivos... 

- Si claro, de acuerdo... ¡Déjame traer mi equipaje! Acompáñame de regreso a la cabaña...

Ambos caminaron hacia la cabaña. La panza de Rafael rugía, tenía hambre, y Leonardo estaba muy emocionado por conocer los secretos de aquella criatura. ¿Lo descubrirá? ¿O no podrá porque los peces son muy difíciles de cazar? 

Continuara...

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

¡Gracias por leer! ¡No olvide darle estrellita y comentar que le parecio! 

¡No olvides leer mi otra obra "Golden Box"! (No es YAOI, es fanfic)

Puedes seguirme también en mí otra cuenta Otaku: "MrsPuzzle" ¡Vamos! Si eres fujoshi, si te gustan los fanfics y eres otaku, esta cuenta te encantara.

¡Gracias! 

Entrenando a Rafael [LxR] #Tcest #Demon_Series [AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora