The One I Want (Niall Horan)

8

Ella seguro iba a ser mi camino estrecho para llegar a su hermana, además tarde o temprano ella iba a estar loca por mi, y reitero, tener a dos gemelas sexys iba a ser un reto muy excitante.

Me volví a la barra, negando con la cabeza riendo en voz baja, junto a Louis.

-Eres un pendejo -rió él.

NARRA CARLY

Desperté al mediodía, y Megan seguía aún durmiendo. Por lo general me despertaba temprano y aprovechaba el día, por lo que dormir hasta tal hora había alterado un poco mi rutina.

Froté mis ojos cansada, parecía que mis parpados querían seguir unidos, pero no se los permití. Me paré decidida y me arreglé un poco. No se me apetecía preparar algo para comer, me había atacado un antojo de ir a Starbucks de modo que obedecí mis instintos.

La gris luz del día me había cegado apenas salí de casa, por lo que no vi que en la vereda había alguien quien corría distraído y topó conmigo, ambos cayendo al suelo.

Eso si era torpeza.

Necesito anteojos.

-Lo siento mucho -dije confundida, apenada por tal estupidez.

Abrí los ojos, comenzando a ver con claridad que me había chocado con nada más ni nada menos con Niall. El sonrío al verme, pero yo estaba algo adormilada para los modales, y en cambio, bufé.

-Vaya, debe ser mi sábado de suerte si me he topado contigo -sonrió coqueto mientras estrechaba su mano para ayudar a levantarme.

No quería aceptarla por más de que la opción fuese tentadora, me ganaba el orgullo, pero no quedaba otra que tomar su mano para que con su fuerza, me hallara nuevamente de pie. No podía fingir rebeldía.

-Soy Carly, para que sepas -dije aburrida, sabiendo que prefería a mi hermana.

-Lo sé -dijo el sin quitar la sonrisa de su cara- y ¿puedo invitar a Carly a tomar algo?

-De hecho iba a hacerlo por mi cuenta...

-Genial, ahora iras acompañada -interrumpió.

No parecía afectarle mi mala onda, era obvio que no estaba entusiasmada por verlo, pero a el no parecía importarle. Pero no podía negarme, había ofrecido pagar y el día anterior habíamos ''empezado de nuevo'' nuestra ''amistad''. Ah, ¿a quién engaño? Era idea suya lo de empezar una amistad, él no me había dejado tiempo de acceder o no ante tal propuesta. Yo no lo consideraba mi amigo, y aunque era obvio que me tomaba el pelo, debía ser educada y acceder. Podría considerarlo una obra de caridad, un acto de bien. Starbucks gratis no se le niega a nadie.

-¿Es un lindo día no lo crees? -dijo comenzando a caminar.

-Si -dije con poco interés- ¿a dónde ibas con tanta prisa?

-¿Te interesa? -sonrió coqueto.

-No exactamente, solo intento decir algo para que esta conversación no se torne más aburrida y penosa -dije con cierto tono de gracia.

-¿"Más"? soy una persona muy interesante y divertida, además aceptaste a venir a tomar algo -sonrió juguetón.

-En realidad no dije que si -reí.

-Oh, pero ambos estamos aquí yendo a tomar algo, ¿cierto?

Reí, evitando contacto visual, mirando para otro lado.

-Eso no creo que haya sido gracias a mi, ¿o si? -sonreí triunfante.