Era una calida mañana de junio cuando Natsumi se dirigió como de costumbre a la escuela, no tenía muchas ganas de ir, no porque no le gustara, al contrario, le encantaban las clases, sobretodo la de música.... la música la relajaba...
La razón por la que no soportaba la escuela tenía un nombre... un nombre y una edad...Satomi, de 12 años...
Con sólo tres palabras esa niña había arruinado su vida..."Eres una gorda"...esas tres palabras golpeaban cruelmente en su cabeza, cada día, cada hora, cada minuto...era una pesadilla...
Como una niña que hacia apenas unos meses eran amigas podía haber sido tan cruel y colgar esas palabras sobre ella en internet...todos se reirían! todos se burlarían!...Tenía que hacer algo...
Llegó a clase, había mucho barullo, risas, murmullos...serían por ella? Todos pensarían... mirad...ya llega la gorda de Natsumi...era insoportable...
Repasó con su mirada a toda la clase, escondiéndose tras la carpeta, como un animal al acecho...ahí estaba... Satomi... riendose y conversando con otras niñas como si nada hubiera pasado...definitivamente tenía que pagar por el daño que le había hecho...
Se acercó tranquilamente a su presa, con una amplia sonrisa en el rostro para demostrar confianza.
-Hola Satomi! Como estas?- La niña dejó de sonreír y miró de la cabeza a los pies a Natsumi con expresión de asco. Murmuró un seco "Bien" y continuó con sus risas y sus comentarios...eso enervó aún más la sed de venganza de Natsumi.
-Tengo algo que enseñarte Satomi...algo que cambiará tu vida para siempre...- Susurró Natsumi al oído de su compañera.
-Sigueme...por favor...- Finalizó con esas dos palabras y empezó a andar con la seguridad que la pequeña Satomi no podría resistirse a la curiosidad...
Satomi llegó a la sala de estudios, estaba competamente sola, buscó con la mirada a Natsumi, jurando haberla visto entrar.
No tubo tiempo de llamarla por su nombre cuando oyó a su espalda la puerta de la sala d estudios que se cerraba...
Se dió la vuelta y ahí estaba...Natsumi...con una amplia sonrisa en los labios y un cutter afilado en la mano...
Sin mediar palabra, Natsumi se abalanzó sobre Satomi rajandole el cuello de oreja a oreja, sin darle tiempo ni siquiera a producir un simple quejido...aprovechó que su víctima se sujetaba el cuello para continuar cortando sin control, dedos, manos, brazos...
Cayó desplomada sobre ella...manchándole de sangre suéter donde con letras grandes se leía "NEVADA"
