Capítulo 1: El chico de negro

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Elena's POV

- ¿Cómo se llama la persona cuyos padres son un dios y un mortal? - la voz enérgica de mi profesora de historia me saco de mi trance.

Levanté la mano enseguida, cosa que mis compañeros no hicieron. Algunos estaban durmiendo tapándose con sus propios brazos o con sus libros de texto; otros, sin saberlo, ojeaban en las páginas del libro o lo hacían parecer.

La señora Torres suspiró resignada y me concedió el permiso para responder. Siempre respondía yo y eso le molestaba, también quiere que los demás se sientan tan interesados por esta asignatura como yo.

- Se llama semidiós, profesora.

La profesora sonrió.

- Acertastes, Elena. - dijo sonriendo, luego añade entre dientes pensando que no la oiría un "como siempre" con algo de cansancio.

Ruedo los ojos. Esta profesora es más falsa que los labios de Kylie Jenner.

¿Qué? ¿Pensaban que sería una tipa que vive de y para estudiar?
Huh, esperad sentados, capullos.

Dejé de escuchar a Mrs Torres/Jenner y empecé a hacer dibujitos estúpidos en mi libro de sociales con los subrayadores. Entonces me percaté en un esquema del libro.

"Dioses del Olimpo".

Repitequeé con los dedos en la mesa y empecé a leer las definiciones de abajo. Bueno, me centré en los tres que empezaban el esquema.

"Zeus: dios griego del cielo y rey de los dioses.(Forma romana: Júpiter)
Poseidón: dios griego de los mares. (Forma romana: Neptuno.)
Hades: dios griego de la muerte y las riquezas. (Forma romana: Plutón.)"

Amo historia. Sí, me dirás que soy rara, bastante gente me lo ha dicho. Pero es que es increíble ver como la humanidad ha evolucionado tanto. Además, toda mi vida he sido una chica bastante curiosa.

- ¡Elena! ¿Me estás oyendo?

- Ah... Sí, sí, profesora.

- Entonces me podrá decir qué gran y famoso semidiós participó en la guerra de Troya.

El subrayador se me escapó de las manos. Rayos... No lo...

- Aquiles. - dije rápido, quedándome pasmada de mí misma. Vi que la profesora me miraba expectante. Sólo lo había murmurando, aunque haría caso de mi instinto. Me recompuse de mi shock, ladeando una sonrisa de suficiencia. "Siempre para joderte, maestra."- Fue Aquiles, profesora.

La maestra asintió mirándome con rabia. Yo tan sólo pasé de su puta cara y volví a mirar mi libro y mis dibujitos de corazones y frases en colores neón hechos con subrayador.

Me sumí en mis pensamientos. Mierda. Siempre me distraigo con las cosas más estúpidas. Ahg. Mi hermana mayor y mi madre me han torrado la oreja diciendo que puede que tenga déficit de atención y TDHA. Aunque yo creo que son patrañas. He aquí las respuestas a sus paranoias:

1. No presto atención a cosas que no me interesan lo más mínimo. Prefiero vivir mirando por la ventana o leyendo mientras escucho música. O, como en clase, la mayoría de los profes explican desganados. Lo que hace que pase de escucharlos también.
2. Soy muy inquieta. No puedo estarme quieta en un sitio mucho tiempo.

Igualmente, si eso fuera verdad, sigo siendo la mejor de la clase. Debería de darles algo de vergüenza a mis compañeros que una chica que tiene déficit de atención es más atenta y estudiosa que ellos.

Sacrifice (Nico di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora