16 - Lamento que todo haya cambiado tanto.

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Estoy perdido, no sé qué hacer. Siento que estoy parado en una superficie plana, todo blanco a mi alrededor sin ninguna salida. Me siento caer y lo hago; Cierro los ojos y espero el golpe contra mi espalda pero nunca llega. Abro los ojos y una figura se encuentra frente a mí. Su cabello se mueve como si hubiera una briza pero yo no siento nada. Es como una alucinación ya que rayos de luz salen detrás de ella. Tapo mis ojos enceguecidos con mis manos, las cuales aún no han tocado el piso. Nada tiene sentido.

Abro mis ojos y me encuentro en esa aburrida habitación con la luz del sol directo a mi cara. Extraño mis cosas... Aun que todo aquello me recuerde a lo mal que la pasé. Cierro mis ojos, intento imaginarme feliz, saltando por los arco iris, lo que sea. De repente la puerta frente a mi cama se abre y Mariel se asoma con una bandeja en las manos. Me siento rápidamente y me estiro dedicándole una sonrisa.

- Buenos días señor Rubén - saluda dejando la bandeja sobre mi regazo. - Espero que sea de su gusto-

Suelto una leve risa - Dios, te he dicho que con formalidades no - Cojo la taza de café mientras le tiro una mirada. Está con el ceño fruncido y los brazos cruzados. - Algo me dice que estás cabreada -

- Puede ser - asiente con sutileza. Suelto otra risa por su forma de actuar.

- Ya, sé lo que pasa - levanto mi mano libre y con la otra dejo la taza en la bandeja - Es porque no comí ¿Verdad?-

Levantó una ceja con desprecio - Había hecho pizza - hace una pausa - Y yo nunca hago pizza -

Ahora suelto una carcajada haciendo que el café casi se caiga. - Vale, no lo volveré a hacer. Lo siento -

Termino mi desayuno y salgo de la habitación esperando encontrarme con _____, pero no lo hago. Voy al baño y abro la ducha que me encanta porque es la típica de gente con mucha pasta. Salen chorros de agua por todos lados y algunos me hacen cosquillas. Salgo de ahí y cojo una toalla para secarme. Observo las repisas en la pared, todas llenas de cositas sutiles. Me carcome la curiosidad y me acerco a ella.

Arriba de todo dice "_____" y recuerdo que me metí en el baño de ella. Cojo una cajita delicada y descubro que dentro tiene pequeños jabones con formas de ositos y conejitos. Hay lociones, todas ellas las reconozco. La de jazmines para cada día, las importadas para ir de fiesta, las dulces para... ¡Que cojones! ¿Cómo sabía yo todo esto?

Había cremas para el cuerpo. La imaginé frotando sus piernas con la crema, subiendo por sus muslos, luego su cintura. Imaginé su cuerpo, su piel debajo de su ropa y es que nunca la había visto en bikinis o algo.

Salgo del baño después de vestirme y voy a preparar mis cosas para irme no sin antes bajar para tomar algo.

Bajo las escaleras y veo a _____ entrando por la puerta principal con una bolsa de comida para gatos. Me sonríe y deja la bolsa en el piso, se acerca a mi y me saluda con un beso en la mejilla.

- Buen día - vuelve a sonreír y lleva sus manos a los bolsillos traseros de su jean. Bajo mi mirada observando su figura. Rubén, pareces un pervertido. Levanto la mirada a su rostro y la veo sonrojarse.

- E-esa comida... ¿Es para las gatas?- digo lo primero que se me viene a la mente. Ella asiente.

- No quise que murieran de hambre, las pobres- se cruza de brazos y lleva su peso a una pierna.

Joder, deja de ser tan sexy.

-Igual no hacía falta, hoy vuelvo a casa-

Su expresión cambia de bien a mal. Suelta un "oh" y baja la mirada. ¿Esto es real? ¿Quiere que me quede? De igual manera me iré, justamente por estas cosas.

Cambio de Roles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora