¡Hola gatito!

448 41 21
                                    

Capítulo 1: ¡Hola gatito!


-La vida es una mierda - comento para si mismo, para la lluvia que caía y para todo aquel que quisiera oírle.

Pero, no había nadie. El parque estaba vacío. Todos habían ido en busca de un refugio seguro. Todos menos él. De cuclillas bajo el pequeño fuerte de madera, sus largos dedos jugaban a escribir "Mierda" en el lodo que alguna vez había sido arena.

De seguro atraparía un resfriado, tal vez algo más grave como una neumonía. Más el alcohol presente en su sangre, anulaba su sentido común. O tal vez, la paliza que había recibido, lo dejo tonto. Quien sabe. Quizás un doctor, pero él no lo era.

La vida es una mierda -repitió, acompañado de un suspiro. Muy en el fondo, sabia que vivir no era una mierda, el problema radicaba en él, en su falta de motivación para continuar viviendo día tras día.

Le había perdido el sentido a la vida y, en consecuencia, se encontraba a si mismo haciendo idioteces de las que no se enorgullecía. De cierta forma, tentaba a la muerte, jugaba con ella, pero siempre daba un paso atrás cuando el pacto estaba por sellarse.

Su largos y finos dedos, terminaron de delinear la ultima letra y alzaron vuelo. Necesitaba sentir la lluvia, necesitaba sentirse vivo. Las gotas de agua recorren su palma, formando pequeños lagos sobre las líneas de su piel - Sekyung - se escapa de sus labios y lagrimas de sus ojos.

-¿Un gatito?

¡¿Quien demonios deja a un niño solo en pleno diluvio?!, reniega por dentro, exagerando como es usual en él. Porque Key todo lo exagera y no es producto del alcohol; así es él.

Retira su mano, aquella que había sido asaltada por una más pequeña, y la esconde rápido entre su pecho y piernas. ¿Donde están sus padres? ¿Su madre? ¿Por qué esta sola? ¿Por qué la dejan a merced de cualquier extraño?

De cierta forma, ha tenido suerte. Key es inofensivo, incluso pasado de copas, no atacaría a un niña. Porque la dueña de esa pequeña mano, era un niña, lo supo por la delicadeza de su voz y la ternura con la que pronuncio "gatito"

Aquello le recordó, a cierta chica torpe y sus labios se curvaron en una sonrisa llena de melancolía. ¿Extrañaba esos tiempos? No ¿Extrañaba a un par de personas? Tal vez. Él nunca lo admitiría.

-¿Gatito? - pronuncio otra vez la niña y Key se encogió en su sitio. Sentía pena de si mismo, cuando nunca antes lo había sentido.

¡¿Donde diablos estaba la madre de esa niña?!¡¿Por qué no la toma entre sus brazos y la lleva lejos...lejos de él, de lo patetico que se ve?!

-¡Papá, encontré un gatito!- chillo la pequeña y key sintió alivio al escucharle pronunciar papá.

Pronto el padre de la niña vendría por ella y se la llevaría. Solo esperaba que el hombre al verlo no le armara un lio o llamara a la policía. Porque su cabeza era un caos y no deseaba soportar más de lo que no podía.

-¡Papa! ¡Mira un gato!

¡Mierda!, sintió una segunda mirada auscultando su ser. Era como estar en una exhibición de animales raros. En este caso, key era el chico felino. El gatito perdido y muerto de miedo por haber olvidado el camino de vuelta a casa. Sin embargo, él nunca lo olvido, conocía muy bien el camino de regreso; pero no se le estaba permitido retornar.

Se puso de pie. Miro su propia sombra en el piso, parecía la de un monstruo amorfo. Aquello se le antojo gracioso. Sus ojos viajaron unos centímetros más adelante, y vislumbro un par de sombras más. Una pequeña, y la otra más grande igual de amorfas que la suya.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 26, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Ven aquí gatitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora