Capitulo 7:

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Han pasado creo que unos dos o tres días aproximadamente, quizás sean mas o quizás sean menos. O incluso pudo haber pasado una semana ya que desde que me he estado preparando tanto física como psicologicamente para el momento en que la tenga de frente y le diga todo lo que siento, sin duda al respecto he perdido casi por completo la noción del tiempo y mi estado mental empeora cada vez que se me pasa por la mente la tonta idea de que ella me rechace y se vaya con el. Helena tiene que ser mía... porque sin ella a mi lado me siento extremadamente vacío y sin vida, como si mi alma fuese arrancada y solamente estando con ella vuelvo a tenerla.

Vale ya es hora de ir al instituto, así que ve tomando tus cosas y ve saliendo por esa puerta ya que se nos hace tarde y no quiero escuchar un sermón por parte del director sobre el porque no debo llegar a clases tarde. No es que odie eso sino que simplemente no estoy de humor para charlas.

Camino sin saber a donde ir, casi como si una especie de "piloto automático" me estuviera dirigiendo ya que mi mente esta totalmente plagada de pensamientos de posibles desenlaces que puedan ocurrir cuando llegue ese momento. 

No se ni cuando ni como termino en el parque donde se encuentra el corredor de los cerezos. Pues parece que el piloto automático me esta dirigiendo hacia donde no debo dirigirme, vale mejor apago ese modo y voy por mi cuenta hacia la parada del autobús ya que aun faltan unos pocos minutos para que empiecen las clases... o mejor me voy caminando ya que el parque queda cerca del instituto y prefiero no volver sobre mis pasos ya que estaría muy cansado cuando llegue. ¡Así que manos...digo, pies a la obra!

Por suerte llego a tiempo para las clases. Aunque no soy una persona de deportes no entiendo el porque no llegue cansado si el parque es un poco lejos del instituto, ya que por algo tomo el autobús. Al entrar voy directamente al salón de clases como es costumbre ya que nadie actualmente desea hablar conmigo a no ser que sea de un asunto referente a una tarea o a un trabajo encomendado por algún profesor.

Llego al salón y todo tranquilo, todo bien, todo normal. Me siento en mi puesto y miro hacia la ventana ignorando a toda persona a mi alrededor y ademas también busco a Helena a ver si esta en el patio o algo, hasta que alguien mueve mi hombro.

-Oye ¿alguna idea de lo que harás con respecto a lo que dijo Joshua? sonaba muy serio- Oí decir de una voz que si mi memoria no me falla e Sylvie. Volteo y resulta que si es ella, mi memoria es igual a la de un elefante aunque creo que estoy exagerando.

-Realmente no me preocupa ya que la mayoría de las cosas que dice suelen ser cosas inofensivas una vez que las efectúa. Quizás solamente intente aventarme un balde de pintura en la salida o algo por el estilo así que no hay de que preocuparse- Le respondo con un tono indiferente mostrando la poca importancia que me da lo que dijo.

-Deberías tomarte mas en serio esa advertencia, sonaba muy serio y creo que puede hacerte daño o hacerse daño a el mismo inclusive- Me dice mirándome con preocupación.

-Tratare, pero no tienes por que preocuparte tanto por mi. Dudo que realmente haga algo- Le respondo dándole una mirada de confianza.

Ya volviéndose rutinario entra Helena, tan bellisima como siempre. Entra el profesor, a dar la clase y luego de la clase vamos a comer mientras Sylvie me hablaba de la llegada de un pariente suyo de otro país mientras íbamos de camino a la cantina a comer algo ya que ninguno de los dos trajo comida hoy.

Cada vez mas y mas personas son las que creen en esa "leyenda" del árbol mágico de las confesiones de amor. Realmente odio eso ya que ese era mi sitio preferido para comer, antes era un simple cerezo y ahora desde que comienzan las clases hasta que acaban siempre hay una pareja bajo el árbol creyendo que sus poderes los mantendrán para siempre juntos aunque pensándolo bien ya ha tenido varias confesiones exitosas a pesar del corto periodo de tiempo que lleva la "leyenda" en circulación. Generalmente tienen que pasar años para que una leyenda sea cierta, no semanas.

El Efecto SinclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora