Capítulo 10

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también lo ehtoy, ahora que tu lo sabeh- Ok, eso había sonado un poco gay, pero entendía que se sintiera así. Soy un gilipollas, quizá trató de decírmelo muchas veces y yo con suerte le prestaba un mínimo de atención.
-Bueno, bueno, supongo que ahora todo normal- lo miré y sentía como yo también estaba mucho mas aliviado.
-Pero si siempre ha síoh tóh normal, eh solo que a mi me ha dáoh por tóh ehte cuento- puede que tenga razón.
-Termina de desayunar y jugamos un rato ¿te parece?, hoy día no tengo nada que hacer- supuse que decirle eso lo animaría, la verdad he dejado un poco botado a este gilipollas.
-Vale, pero yo tengo que hacéh unah cosah por ahí- ¿cosas? ¿Se irá a juntar con el tío que le gusta?.
-Está bien, solo no quiero que te quejes por el dolor de culo- Se cabreó mientras yo me descojonaba. Extrañaba reirme con Mangel.

-QUE ME CAGOH EN TÓH!- Ya se está quejando. Mangel de los cojones eres un mal perdedor.
-Nunca vencerás a Rubius, el macho alfa de polla grande- estoy seguro que se cabreará con eso.
-Y tu como sabeh que tu polla eh la mah grande- me va a seguir el juego.
-Porque mientras camino me la piso, ehé- se descojonó, y por algún motivo, me sentí feliz de eso. Que gay me he puesto...wait...verdad que Mangel ahora es...NO NO NO que se supone que no es gay, que solo le gusta un tío. Menudo problema que me ha dejado este gilipollas en la cabeza.
-Bueno que se ha acabáoh el juego, tengo que salíh- ¿estará atrasado?, es que coño, miró la hora un poco asustado.
-Está bien, si vuelves tarde no hagas escándalo que la vecina anda irritable últimamente- y es que realmente lo estaba, ya nos había golpeado la pared unas diez veces solo en esta semana. Suena como si folláramos noche y día, joder.

Mangel se fue a su habitación, saliendo unos minutos después con un abrigo y un bolso pequeño.
-Cuida la casa, y no folleh en la cocina, la limpié hace poco- ¿creerá que follo día y noche con Jen? Es gracioso porque todas las veces que he intentado hacerlo con jen, termino postergándolo por culpa de Mangel. Es que coño, me folla la mente con sus gilipolleces.
-Noh vemoh- gritó desde la puerta, a lo que luego siguió un golpe no muy fuerte, para dejarme en un silencio acojonante.
-Mangel de los cojones...así que le gusta un tío- ya se me había pasado ese pensamiento unas siete veces en el día, y como no pensar en eso si a cada fiesta que íbamos, se quedaba con alguna putilla mojabragas...
Me quedé en ese pensamiento bastante tiempo, hasta que sentí el maullido de la gata.
-Raspy, pequeña demonio- la tomé en brazo para acariciarla, lo que obviamente no pude hacer porque la muy puta comenzó a arañarme agresivamente.
-Joder, no te entiendo- la solté cabreado por esa actitud de mierda que suele tener. -Que sola se siente la casa sin Mangel- lo analicé al sentir que no había nada que me sacara del silencio, exceptuando a la gata que maullaba y maullaba. -¿A dónde habrá ido Mangel?- es que coño, no debería importarme, pero no tengo nada que hacer, además de los treinta videos que tengo que editar, ehé. No lo pensé mucho, hasta que fui a mi habitación, cogí un abrigo, las llaves y salí del departamento con un poco de prisa. -¿Qué cojones estoy haciendo con mi vida?- me siento patético al entretenerme espiando a Mangel, pero es que quiero verlo en plan "tíoh que te amo, follemoh", auque sé que él no es de irse a la cama al instante, a menos que sea una de esas guarras baratas.

-Se está haciendo tarde- miré mi móvil para confirmar lo que creía. El cielo ya se estaba un poco oscuro y yo aún no encontraba a Mangel por ningún lado. -Soy un gilipollas, como se supone que lo iba a encontrar sin tener ningún rastro de a donde iba a salir- comencé a cabrearme. Llevaba mas de 3 horas caminando sin sentido, mirando por las cafeterías del lugar, sacándome fotos con algunas personas y ese tipo de cosas - Bueno al menos la caminata me sirvió para gastar el tiempo- Trataba de sacar la parte positiva de todo esto.

-Vale, dejaré de hacer el gilipollas- me decidí. Por un momento pensé que me sentiría Sherlock Holmes encontrando a Mangel sin saber nada de su paradero, pero mi sueño de ser detective se fue a la mierda. Caminé por Sol de vuelta a mi hogar, cuando desvío la mirada a un pequeño café que se había colado entre la cantidad de negocios que había visto en el día -¡Mangel hijo de la fruta!- Lo encontré en un sitio por el que pasé mas de treinta veces. Me cago en todo y en el futuro.
Caminé en plan "soy gilipollas, estoy espiando a mi hamijo" hasta una ventana que estaba perpendicular a él -que si me ve, la cago de manera épica- ¿Qué me está pasando?...no puedo creer que realmente lo esté espiando. Siempre creí que este tipo de cosas era para las exs que no olvidan a sus parejas. Quedé aún mas sorprendido al verlo acompañado de...un tío. Hostia, quizá está ligando de lo lindo y yo aquí de público presenciando esta escena tan épica.
-Vamos Mangel, declárate, o que se yo- Admito que estoy ansioso, es que coño, no se hablan al parecer. Un momento...Mangel está llorando...what?
-Necesito saber que cojones pasa- soy un intruso, pero joder, me tiene los nervios hasta la polla.
-El tío ese...¿será su amor?- pero que gay me ha salido eso, madre mía. Pero no puedo evitar pensarlo, el tío lo vio llorar y automáticamente lo tomó por el rostro...
-¿Qué le está haciendo?- Lo tomó por el mentón acercando su frente a la de Mangel...estoy cabreado.

Me quedé mirando unos minutos más y decidí devolverme al departamento.
-Mangel de los cojones, de seguro ese tío lo está usando y este gilipollas se deja querer- Estoy cabreadísimo y no se porque coño...Me molesta verlo tan cercano a otro, peor aún, a un desconocido para mí. Ya no entiendo que mierda me pasa.

Ya se había hecho bastante tarde y yo todavía no llegaba...me había quedado dando vueltas en modo retard, pensando en todo lo que había visto.
-Sigo molesto por esta mierda- Soy injusto, lo se. A Mangel de seguro le atrae mucho ese tío, pero no puedo sacarme de la cabeza el hecho de que está siendo utilizado...-Coño Mangel, ni las tías te trataban así y te dejas tratar así por un tío cualquiera- golpié con el pie una puta piedra que estaba en el camino.

Llegué al departamento aún con la sangre hirviendo, hasta que el móvil me sacó de mi estado
-Aló, Rubén- No había hablado con Jen en todo el día, y no me había dado cuenta de lo mucho que me tranquilizó oir su voz.
-Jen, hola mi amor- no era extraño en mi tratarla así
-No hemos hablado en todo el día, te extrañaba- Así que sentía lo mismo que yo.
-Lo siento, he tenido algunos asuntos, la verdad no me acerqué al móvil en todo el día- Como siempre la razón era...Mangel
-No des explicaciones mi amor. Necesitaba avisarte que mañana iré a Ikea a ver algunos muebles para la cocina, no se si quieres acompañarme- Ikea...IKEA DE LOS COJONES, no se cuantas veces hemos ido a esa tienda
-Claro, como no voy a acompañarte. Mañana sin falta estoy por allá- No me gusta ir de compras, y aunque sean cosas para la new house, me toca los cojones el tener que ir tantas veces.
-Está bien, te estaré esperando. Duerme bien y mándale saludos a Mangel- A decir verdad Jen se lleva muy bien con ese gilipollas, y es algo que me encanta de ella. La verdad no se si podría haber convivido con alguien que no se llevara bien con Mangel. Aunque él no lo crea, muchas decisiones las he tomado pensando en él.
-Gracias, de tu parte. Buenas noches, preciosa- Madre mía, ya se nos viene la mudanza, y aún no me he despedido de todos los recuerdos que hay en este departamento.
Me senté en el sofá, ya un poco más relajado. Mañana tenía que darle las gracias a Jen por eso.
-Hay tantas cosas que voy a extrañar- Me estoy poniendo nostálgico. Que hormonal me he puesto, y de seguro es por culpa de Mangel. ¡Siempre es culpa de Mangel!...Pero en ese momento me daba todo igual. Extrañaría tantas risas hasta las cinco de la mañana, tantas gilipolleces con todos los amigos metidos en el departamento.
-Que no te olvido, coño- lo dije en voz alta, aunque quería solamente pensarlo. No había razón para demostrárselo, pero iba a extrañar mucho al gilipollas de Mangel. Pensar que hace un poco más de un año moríamos por vivir juntos, y ahora es hora de vivir separados. Es que coño, cuando te acostumbras a algo y estás cómodo, cuesta alejarse de eso. Supongo que mi relación con Jen va mucho mas allá, y era un paso que teníamos que dar si o si.
Sin darme cuenta, llegué a un punto en el que sentí como mis ojos ardían, hasta que una puta lágrima homosexual, calló.
-Macho, ¿ehtáh bien?- Pegué un saltó que me dejó cagando mariposas. ¿Cuándo llegó? ¿Tan concentrado estaba?
-Tío, que me has asustado hasta los cojones- me sequé la lágrima con la palma de la mano, tratando de disimular.
-Lo siento, pero eh que te he vihto lloráh y me hah preocupáoh- Coño, no esperaba que me viera en un estado tan hormonal.
-Tranquilo, estoy bien. ¿Cómo te ha ido a ti?- No me puedes mentir, ya te he visto.
-Bien, la verdáh hoy me dí cuenta de muchah cosah- Se sentó a mi lado suspirando, creo yo, de agotamiento.
-¿ah si?, ¿y de que sería?- Traté de no prestarle mucha atención, no quería verme muy interesado, o mas bien desesperado, por saber
-Ehtáh mah interesáoh de lo común, que te ehtá pasando- Me cabrea que me diga eso. Siempre estoy preocupado por este gilipollas.
-Me vas a decir o no- De seguro se dio cuenta de mi cabreo.
-Rubiuh...me he dáoh cuenta de que ehtóh jodíamente enamoráoh- apreté muy fuerte los dientes, tanto así que sentí como mis encías dolían de una manera brutal.
No estoy feliz. No estoy feliz en lo absoluto.

~Rubelangel~     Luchemos por estoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora