Strange Mind (Yaoi)

º1: Dos nuevos.

Cuando entré a clase el profesor me saludó amablemente y me senté en mi asiento. Como era de costumbre, tenía en mi, la mirada de todas las chicas de la clase.

-Bueno chicos, abran sus libros en la página 46...-y la clase comenzó.

Después de media hora de clase, Kaito me tira por la cabeza un papelito mientras el profesor esta volteado. 

Lo abro. 

"Hay dos rumores que corren por toda la escuela, uno, que Hinata se enamoro perdidamente de ti. Dos, hay un chico nuevo."

Cuando terminé de leer, tomé un lápiz y escribí abajo.

"¿Por qué mierdas corre ese rumor? Hago eso con todas las chicas, ¿por qué una vez se hace viral? y lo segundo, ¿qué mierda me importa? mientras me respete, no me importa".

Después de minutos, Kinato me da el papel otra vez.

"Porque la chica nueva es admirada por todos los chicos de aquí. Y lo del nuevo...pues genial. Pero dicen que es un poco raro".

Lo miro y enarco una ceja, el se encoje de hombros.

-Miyake, ¿sucede algo? -carajo. El profesor.

-No profesor Ikaioto, lo siento.

-Esta bien. Como les decía, el libro explica que...-y continuó explicando.

Dirijo mi mirada otra ves a Kinato, pero ya está coqueteando con la chica de en frente. Me río por dentro. 

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La clase acabó minutos luego y salí con Kinato. Lo saludé ya que el tenía que ir a otra clase, y yo a la que no está ni el, ni Kazuo. 

Camino hacia la clase y en el comino encuentro a Mai.

-¡Natzuki! -llega corriendo a mi lado, sonriente como siempre. 

-Hola Mai. -la saludo con una sonrisa guapa. Ella se ruboriza. 

-¿A qué clase te diriges? -me pregunta esperanzada. 

-Química. 

-Ohh...-hace una mueca triste. -entonces te veo en una hora, para historia. -dice sonriente, me saluda y se aleja. 

Cuando llego a la sala saludo a todos los grupos de amigos, me reúno con algunos y converso, ya que yo pertenezco a todos. Conversando con algunos de ellos, noté en el banco más alejado de todos, aislado, a un chico castaño de ojos verdes, mirando hacia la ventana, solo. 

Me quede unos minutos mirándolo, observando cada detalle de su rostro.

-Eh, ¿hiciste la tarea? -pregunta uno. -Eh, Natzuki. -pero no le presto atención, mis ojos no se despegan de ese chico, pues no lo había visto jamás, y si era el  nuevo, me parecía extraño que no estuviere pendiente de mi, por verme o ser mi amigo, pues eso era lo normal. -NATZUKI. -volteo a mis compañeros.

-¿Qué pasa? -pregunto, pero en este momento entra el profesor y todos nos sentamos.

Tenía muy pocas ganas de escuchar la clase, así que me dediqué a mirar al nuevito y reírme con amigos de todo lo que hacía. El no parecía notarlo. 

Cuando mis amigos dejan de prestarle atención el me mira, su mirada parecía llena de miedo y confusión, me desorientó. Luego de un minuto así, me dedica una sonrisa cálida y guapa. Me quedo desconcertado. 

Cuando la clase acaba un grupo de chicos me llama y salimos hablando del nuevo.

-Lo sé, es extraño.

-¿Es el nuevo, verdad?

-Si, eso creo. 

-¡Miyake! -me llama el profesor. Volteo a verlo.

-¿Si? 

-Ven un segundo por favor. -me pide. Me acerco a el. 

-¿Sucede algo? -pregunto confundido. 

-No, es que quiero pedirte un favor. -dice y apunta al joven que habíamos estado mirando en la clase. -el es nuevo, y lo veo muy alejado de todo, seguro acostumbrarse al entorno le cuesta. Como se que eres un joven muy bueno y educado, y además conoces a toda la escuela, pensé que podrías cambiar de compañero en el proyecto y estar con él. -me pide mientras revisa algunos papeles. La verdad es que no quería cambiar de compañero para estar con el nuevo, pero decirle que no me haría quedar muy mal, y eso no me lo permito a mi mismo. 

-Claro profesor. -acepto. El me sonríe.

-Muchas gracias Natzuki, que tengas buen fin de semana. -me dice y se va. Eso me recuerda que es viernes y el proyecto es para el lunes. 

Aprovecho que el chico nuevo esta guardando sus cosas y sólo quedamos el y yo.  Me acerco a el, que levanta la cabeza y me mira algo asustado. Me río. 

-¿Crees que te voy a golpear o algo así? -pregunto burlón. 

-No lo sé...-responde él. Su voz es suave y tierna, y en ella no encontré nada de malo, ni furia, ni odio, ni nada. Solo amor, timidez, miedo, y ternura. 

-Pues no. -respondo y con un brazo empujo sus útiles que se encontraban en la mesa, caen al suelo y el se queda mirándolos, sorprendido. Me apoyo en el banco. -escucha, tenemos que hacer un proyecto para el lunes, así que te espero en mi casa para hacerlo, hoy por la tarde, ¿oíste? 

-Pero...¿que proyecto? -pregunta, juntando sus cosas del suelo, levantando la mirada un poco para hablarme. 

-Te lo diré en mi casa. -digo mirando el reloj. -ahora si me permites, tengo que ir a ligar con la nuevita. -le digo y le guiño el ojo. El se queda mirándome. Enarco una ceja y el se ruboriza. -¿qué? -pregunto extrañado. 

-Nada. -responde y baja la cabeza intentando ocultar su rubor. -nos vemos...-.

-Adiós. -lo saludo y salgo por la puerta. 

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