Nota de la autora:
Recomiendo leer este capítulo con la canción que he dejado en multimedia (It's hard to say goodbye -Michael Ortega).---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Cuando mi hermana y Mike se fueron, yo subí a mi habitación y me preparé para irme a la cama.
De pronto noté unas manos pretando mis hombros con fuerza, era Rupert.
Hizo que me diese la vuelta para tenerle frente a frente y su rostro mostraba mucha molestia.
-¿Qué te dije de ir al médico?- dijo muy molesto.
-Lo siento- dije soportando el gran dolor que me causaba -me dolía mucho y apenas podía conciliar el sueño-
-Me da igual- dijo antes de golpear mi mejilla con fuerza -por suerte ya no te necesito más-Rupert sacó un cuchillo del interior de su chaqueta y yo golpee su mano haciendo que lo tirase al suelo.
Se avalanzó sobre mi y comenzó a asfixiarme con sus propias manos.
Yo también agarré el suyo y apreté pero poco a poco iba perdiendo fuerzas.De pronto, alguien hizo que Rupert me soltase y un rostro conocido apareció a mi lado.
-Vamos- dijo John -Sherlock se encargará de esto-
-John- Lloré abrazándole.
-¡(T/N)_____ vete ya!- dijo Sherlock que sostenía a Rupert en el suelo mientras estaba sentado sobre él.
-Venga- dijo John antes de sacarme de la habitación.Al bajar a la entrada, Grace me dió un fuerte abrazo mientras derramaba algunas lágrimas.
-¿Estás bien?- dijo ella sollozando.
-Si- dije algo afónica por la asfixia y con algunas lágrimas antes de abrazarla con fuerza -gracias por avisarles-
-Lo siento mi niña- dijo besando mi cabello mientras me abrazaba -debí de haberme dado cuenta antes-
-No importa- dije con una suave sonrisa.Dos policías sacaron a Rupert que estaba muy golpeado y detrás de ellos apareció Sherlock, el cual se subió el cuello al salir.
Corrí hacia él y le abracé con fuerza mientras rompiendo a llorar.
-Tranquila- dijo acariciando mi cabello -ahora todo está bien-
-No sabes el miedo que tenía- lloré -si no llegas a aparecer...-
-Pero lo he hecho- dijo sonriendo mientras secaba mis lágrimas -y siempre lo haré cuando me necesites-
-Tienes que volver a Londres- dije -tu vida está allí-
-Vente conmigo- dijo tomando mi mano -sabes que la tuya también está allí y no serás la misma hasta que no la recuperes-
-Tengo muchas cosas aquí Sherlock- dije suspirando -no puedo irme-
-Prométeme- dijo él con un suspiro -que te lo pensarás-
-Te lo prometo- dije para abrazarle de nuevo.De pronto, Sherlock Tomó mis mejillas y me besó con intensidad mientras John nos miraba en estado de Shock junto a Mycroft y Grace que acababan de llegar.
Mycroft carraspeó haciendo que nos separásemos y yo abracé la cintura de Sherlock con fuerza mientras él dio un suave beso en mi cabello.
-Sherlock- dijo Mycroft -debemos irnos. Nuestro avión nos espera-
-Dadme un par de minutos- dijo él -quiero despedirme de ella-
-Está bien- dijo él -tienes 10 minutos-
-Está bien- dijo con una suave sonrisa.Volvió a tomar mis manos con suavidad y levantó mi barbilla con sus dedos.
-Esto es difícil- dijo él para aclararse la voz- lo primero que quiero que tengas muy claro es que estoy perdidamente enamorado de ti. Lo segundo es que aunque esté lejos de ti nunca vas ha abandonar mi mente. Lo tercero que te extrañaré más que a nada en el mundo y lo cuarto es que te amo con todo mi corazón-
-Yo te amo más Sherlock- dije sonriendo antes de besarle -y nadie va a cambiar eso nunca-Volvió a besarme y cuando nos giramos Grace estaba derramando algunas lágrimas.
Una sonrisa iluminó mi rostro y la abracé con suavidad para tratar de tranquilizarla.
-Esto es tan...- dijo sollozando -injusto-
-Así son las cosas Grace- dijo Sherlock -tenemos trabajo en distintos países-
-Y no podemos dejarlos Grace- dije acariciando sus mejillas para secar sus lágrimas.
-Pero...- dijo ella -Estáis tan lindos juntos que... me rompe el corazón separaros así-
-Lo sé- dije abrazándola y volvió a llorar -pero deja de llorar que lloro yo tonta-
-Perdón- dijo quitándose las lágrimas intentando parecer que estaba bien.
-Nos veremos el mes que viene chicas- dijo Mycroft para besar a race y luego darme un abrazo -cuídamela por favor-
-Lo haré Mike- dije con una suave sonrisa.
-Te extrañaremos mucho- dijo John antes de abrazarme -eres la mujer más increíble que he conocido en mi vida-
-Yo también os extrañaré John- dije correspondiendo a su abrazo -cuida a Sherlock por mí-
-Lo haré- dijo antes de subirse al taxi.
-Bueno...- dije girándome hacia Sherlock -esto es el adiós-
-Si- dijo rodeando mi cintura con sus manos -y espero que te pienses lo que te dije-
-Está bien- dije evitando que me soltase.
-¿Por qué es tan duro decir adiós?- dijo él con pena.
-Porque- dije acariciando sus perfectas mejillas -nunca sabes si volverás a ver a la persona a la que se lo dices-Volví a darle un suave beso, le abracé y se subió al taxi para luego irse al aeropuerto.
Era muy duro ver como se iba de nuevo, pero debía dejarle ir si le amaba realmente.Una vez se fueron, volvimos a entrar en casa.
Grace aún tenía el gesto triste y aquello me extrañaba.
Preparé un poco de té y me senté a su lado mientras lo servía.
-Lo siento- dijo ella -todo es culpa mía-
-No es culpa tuya Grace- dije con una suave sonrisa -nadie sabía que Rupert podía ser así-
-¿Y qué hubiese pasado si Sherlock no hubiese llegado a tiempo?- dijo ella evitando llorar -estarías muerta (T/N)_____... y no lo soportaría-
-Cielo- dije quitándole las lágrimas -no me pasará nada -
-¿Y si te pasa?- dijo ella -no dejaría de culparme-
-Tranquila- dije abrazándola.
-Además- suspiró -siento haberte alejado de Sherlock-
-Era lo mejor- suspiré -no quiero que le pase nada malo-
-No volverá a pasar- dijo ella -esa cosa se fue y no volverá-
-No lo sabes Grace- dije suspirando.
-Claro que lo sé- dijo ella -lo eliminó un exorcista hace un par de semanas-
-Eso cambia las cosas- dije con una sonrisa en mi rostro.
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El caso 666: El hogar del Diablo (Sherlock Holmes y Tú) [Demonlock]
FanfictionComienzas a vivir en Londres en Baker Street junto al conocido detective Sherlock Holmes. Al principio todo parecía ser normal hasta que llegó un caso completamente distinto a los demás. Desde ese día, toda la vida en Baker Street cambió por comple...