Entiendeme

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"Y-yo necesito" respiraba pesadamente, el pecho me dolía y el nudo en mi garganta hacían lucir mis palabras entrecortadas. "Necesito volver, volver a España".

Sentía miedo, como nunca antes. Estaba al borde de un ataque de pánico, al borde de la desesperación... Había tomado una decisión, volvería a España, con mi familia, con mis amigos... A la seguridad de mi hogar.

No sabía muy bien el porque me sentía así, estar con Willy era tan contradictorio, pues no sabía como debía sentirme. Era dulce y era amargo. Era alegre y a la vez triste.

Así que hice lo que cualquier cobarde haría.

Escapé.

Escapé de Willy, escapé de mis sentimientos confusos, de los comentarios que hacían de ambos cuando nos veían juntos.

Y él, el dueño de todos mis insomnios e inseguridades solo me miró luego de decirle aquello. 

Sus ojos me escanearon el rostro, en busca de un no-se-que. Fueron unos eternos minutos, o quizás solo unos pequeños segundos, no lo recuerdo. Y finalmente me sonrió.

Fue la sonrisa mas triste que jamas he visto. Tratando de esconder su disgusto, pero deseándome lo mejor a pesar de todo.

Y lo último que recuerdo que dijo fue un "De acuerdo, lo entiendo" forzando aun más la sonrisa, para luego continuar -en lo que pasaría a ser-  nuestra más silenciosa e incómoda cena.

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.

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Prometí volver.

Iría unos pocos meses a España, arreglaría mis pensamientos y volvería.

No podía dejar a Willy solo en aquel lugar tan desconocido.

Pero no pude. Pensar en volver hacia que mi corazón se encogiera de angustia y pánico.

"Lo siento, Willy yo-yo no creo volver" estaba nervioso. No solo por mi, sino por el que había sido mi compañero de aventuras durante el tiempo que vivimos juntos. Lo estaba dejando solo, a la deriva. Y aun sabiéndolo, no hacía nada para remediarlo.

Observé la imagen del joven, del otro lado de la pantalla. Estábamos a mitad de una llamada por Skype. Él había estado hablando me de un nuevo vídeo juego que había encontrado, que si los gráficos, y el sonido y su historia. No le había prestado atención en realidad. Se veía tan animado como siempre y eso me cabreaba. ¿Por qué el se veía tan alegre, tan vivo? ¿Por qué yo no podía sentirme de aquella manera? Así que se lo dije, sin importarme el que estuviera a mitad de uno de sus relatos, sin importarme amargarlo con mis problemas.

Y él volvió a hacer lo mismo que aquella vez, volvió a mirarme fijamente, como buscando algún rastro de mentira en mi rostro para finalmente -habiendo encontrado o no, lo que buscaba- sonreírme comprensivamente y pronunciar un "Claro, entiendo

Nos miramos durante unos segundos en silencio.

Había esperado muchas reacciones de su parte. Sin embargo esta no era la que había encabezado la lista de probabilidades. No se veía triste ni molesto, y por alguna extraña razón, eso me incomodaba.

¿Quería que él me suplicara? ¿Qué llorara diciendo cuanto me extrañaba y que no podía seguir sin mi?

Todo era tan confuso y yo solo quería un poco de paz.

Loading Salseo  || Wigetta OneshotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora