Capítulo 49: ORGULLO.

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No sé en que momento me acerqué a él para besarlo, no correspondió, por lo tanto me alejé.


-Perdón. Fue.. fue un impulso...

-Si hubiese sido unas horas antes me hubiese encantado ese impulso tuyo. --respondió-- ¿Esta es nuestra despedida?

-¿Despedida? Quiero una verdadera despedida contigo... --me subí encima de él y comencé a besar su cuello.

-Después de esto pensaré en ti todo los días de mi vida, no lo hagas por favor. --susurró.

-Lo que me estás pidiendo suena más como un ''hazlo''. --paré de besarlo y lo miré a los ojos.

-Tienes razón. --rió-- Hazlo entonces...


Sonreí después de tanto tiempo y volví a mirarlo. Su cara estaba algo mojada por las lágrimas al igual que la mía. Comencé a besarlo lentamente, pausado, con calma y ternura. Él correspondía de la misma manera mientras me tomaba de la cintura y me pegaba más a él.

Poco a poco empecé a sentir como su erección iba creciendo y pegándose a mi pelvis, la calor comenzó a invadir mi cuerpo por lo cual quité mi remera. Él se encargó de desprender mi brasier y comenzar a masajear mis senos, mientras yo me arqueaba encima de él dándole un mejor acceso. Se sentó conmigo encima y comenzó a besar mis pechos. Mientras yo gemía me movía encima de él haciendo presión en nuestras partes intimas.

Cuando no pude más lo alejé, le volví a dar un beso corto en los labios y le quité la remera negra sin mangas que llevaba puesta.


Comencé a besar todo su pecho y lo escuchaba gruñir, eso me encendía más aún. Me gustaba que él me diera placer, pero mucho más me gustaba saber y notar como disfrutaba cada beso y cada caricia que le entregaba.

Mis besos bajaron hasta su short, en ese lugar paré y lo desprendí. Lo quité como pude y comencé a acariciar su miembro por encima del boxer. Él seguía gruñiendo y me incentibaba a seguir.

En cuestión de segundos me deshice de mi short y mis bragas, mientras él terminó de bajar su boxer y comenzaba a masajear su miembro.

Volví a incorporarme encima de él rozando nuestras partes intimas, mientras lo besaba con pasión y desenfreno. Me acomodé encima de su erección y poco a poco comenzó a entrar todo en mí.

Nuestros gemidos se mezclaban con el sonido de las gaviotas que volaban por el cielo. Me encantaba tener el control, por lo tanto me movía encima de él haciendo que los dos gimiéramos de placer.


-Es mi turno...


Aún con su miembro dentro de mí, giró dejándome debajo de él para poder tener el control. Amaba tener su cuerpo encima del mío. Sus ojos estaban oscuros y la luz del sol que comenzaba a salir poco a poco hacia que se viera de una manera diferente, una manera como nunca lo había visto. Su piel estaba brillante y luminosa, su frente sudada y su respiración agitada.


Era el lugar perfecto y el paisaje perfecto para estar haciendo el amor con él.

Mientras él me besaba el cuello y entraba y salía de mí a su ritmo, yo miraba el hermoso paisaje que teníamos a nuestro costado. Esto parecía un sueño... el mar, el cielo, las nubes y algunos árboles se podían ver desde allí. Nunca iba a olvidar este momento. Si esta era nuestra despedida, era la mejor despedida de toda mi vida.

Mi gran sueño... Romeo Santos ¡¡SEGUNDA TEMPORADA!! [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora