Esta tarde salgo de paseo, necesito desconectar. Cojo mi bolso, y me despido de Julie. Hace sol, pero no calor. Me gusta esta temporada del año. Las calles son tranquilas y es un buen lugar para pasear.
-¡Brigiiitte! -de repente oigo desde lejos. Doy media vuelta y veo a un chico alto, delgado (pero no mucho), musculado y, a medida que se va acercando, distingo sus ojos azules cristalinos.
-¡Rick! -me lanzo a sus brazos. Él se queda un momento distante, pero luego sonríe y recibe el abrazo con otro más dulce.
-¡Mi pequeña! -me dice frotándome la cabeza con las dos manos.
-¡Para! ¡Qué me despeinas! ¡Y no me vuelvas a decir 'pequeña'!
-Vaalee -suspira. -¿Te invito a un helado? -me encojo de hombros.
Entramos en la heladería. Richard pide un cono pequeño de stracciatella, y yo uno igual pero de dulce de leche. Cogemos nuestros helados y vamos a dar una vuelta mientras comemos.
-Lo siento, no pude venir durante casi toda la semana para hablarte del caso -se disculpa. -Asuntos personales.
-No pasa nada, espero que los arregles. ¿Podemos hablar de otras cosas?
-Claro. ¿De qué?
-No sé... ¿Cómo van los ligues? -reímos.
-Mal, no tengo novia desde hace dos años o así.
-¿Cuántos años tienes?
-24. Por eso te pregunto cada vez si te parezco guapo, como no consigo encontrar pareja...
-Pues espera sentado a que te responga -digo riéndome.
-Venga, Brigitte. Te lo he preguntado como unas mil veces y sólo haces que poner excusas cómo gestos, o respuestas que no contestan mi pregunta -parece estar un poco cabreado. -Es tan fácil como decir 'Sí' o 'No'. Pero, en cualquier caso, se sincera.
-No pensaba que te ibas a poner así por una simple pregunta. ¿A caso te gusto para que te llegue a importar mi respuesta? -le miro con ojos de interrogación, con las cejas levantadas.
-Yo te hecho otra pregunta mucho antes de que tú me preguntases esto -me mira igual que yo a él.
-Pero quiero que me respondas esta para poder responder la tuya.
-Vamos, Bri, mi respuesta no implicará la tuya. ¡No seas niña pequeña! Si no quieres responder mi pregunta, será por algo en especial... -me mira con cara seductora. Sonrío, cabizbaja. Paramos de andar y le cojo de las manos.
-No me pareces guapo, eres más que eso -le doy un beso en la mejilla y me voy, con mi cono, alejándome cada vez de él, mientras él grita mi nombre desesperadamente.
Sí, soy una chica misteriosamente misteriosa.
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Memorias de un crimen
Mystery / ThrillerBrigitte es una joven alemana, estudiante de criminología. Con sus 23 años, le aparece su primer caso dónde deberá mostrar todo lo que vale. Pero no sabe lo que le espera, sobretodo cuando descubre quien es la víctima.