Esta historia se remonta desde aquellos tiempos en los que los momentos no podían siquiera ser contados, donde el comienzo terminaba para dar lugar a una era: La creación.
Cientos de dioses creaban cada quien por su parte diversos, exóticos y hermosos seres. Decorando cada rincón de la tierra con sus coloridas presencias. Con gracia y fervor los campos fueron atestados con la sinfonía de los rugidos animales, mientras que distintas flores y plantas se asentaban juntas construyendo los primeros bosques y selvas.
En medio de la oscuridad una calida luz color jade emergio, brillante y poderosa como el Sol pero a su vez benévola, como si esa luz con su calor fuese a abrasar a todo el mundo;Asi llego al mundo Xiutsilin, una diminuta mujer con unas bellas alas verdes.
Ella con su pequeño tamaño y fragilidad lograba posarse de flor en flor sin siquiera mover un pétalo de estas, aunque fuera por placer propio la ternura y amabilidad con la que lo hacía termino por atraer el agrado de los dioses favoreciéndola con el don y tarea de cumplir deseos, al igual que con su presencia atraería el amor y la buena fortuna. Por cientos de años ella llevo el amor a la vida de los más solitarios, concediendo deseos logro hacer felices a cientos. Ella paso de ser una criatura más a ser una "bendición" para cualquiera con quien se topara, era más que feliz pero con el paso del tiempo se dio cuenta que nada dura para siempre. Los años seguían pasando, la gente venia y se iba asi como la naturaleza lo mandaba, la paz reinaba en aquellas tierras hasta que ese dia llego.
"Arboles acuáticos" comenzaron a invadir las playas de la gente que vino de Aztlan. El mar y los cielos parecían furicos con la presencia de aquellos forasteros, destruyéndolo todo a su paso, masacrando a quien se interpusiera en su camino sin discriminar edades o sexo, el olor a sangre estaba en el aire, este penetro hasta las selvas donde Xiutsilin se hallaba, ella preocupada por su gente se armo de valor y desesperadamente volo hacia aquel infierno que una vez fue su hogar. Lo que vio al llegar fue algo que nunca podría olvidar. Todo ese odio, tanta crueldad reunida en un solo lugar no parecía humano, la ciudad ardía.
El terror así como el fuego no tardó es esparcirse; el triste llanto de los niños y los agudos gritos de las mujeres de la aldea junto con el último aliento de aquellos hombres que trataban en vano de defender aquello preciado para ellos. Esto termino siendo el perfecto acorde musical para presenciar como todo lo que una vez amo se desmoronaba cabeza tras cabeza. Sin importar a donde fuera la carnicería no terminaba, donde quiera que viera todo era rojo carmesí.
Lagrimas caian acariciando sus mejillas, los gemidos de agonía eran incontrolables. Miles eran las emociones que se derramaban de su corazón al romperse mientras que su bello rostro se retorcia en un gesto de profundo dolor. "Impotente" seria una de las palabras para describir el sentir de Xiutsilin. Tantas eran las oraciones y ruegos de tanta gente que no podía cumplir un solo deseo, sus sentimientos la traicionaban y el rugido de aquellas armas de fuego hacían que su corazón punzara. Talvez haya sido por el pánico, puede que todo paso muy rápido pero Xiutsilin al no encontrar nada mas que desesperación, buscando una manera en la cual ella pudiera ayudar a quienes ella quiso, lo único que pudo hacer fue huir antes que ese mismo destino cayera sobre ella .
Dias, meses y los años pasaron, ella arrepentida de aquello no hizo, decidio pasar el resto de su existencia sola donde nadie pudiera encontrarla.Tras la conquista de esos invasores provenientes del mar sobrevivieron algunos cuantos nativos, estos por mera nostalgia contaron de generación en generación las anécdotas e historias que vivieron en sus tierras su gente antes de la conquista, entre ellas la peculiar historia de Xiutsilin, una pequeña mujer ave que concedía deseos. Este era el año 1765 Cristopher Cortez era un apuesto joven descendiente de la tripulación original que invadió las tierras de la gente de aztlan, el al escuchar del poder de esa mujer ave una chispa de avaricia se encendió en sus profundos ojos azules. Teniendo una vida promedio con pocas comodidades decide emprender en búsqueda del poder de hacer sus deseos realidad fue tras Xiutsilin. Después de unos cuantos días recorriendo la selva esté a punto de darse por vencido tratando de cruzar una arboleda en un descuido termino tropezando con una de la voluptuosas raíces de la planta. Rodando gracias a la inercia producida por sus bruscos pasos, mallugandose y golpeándose con lo que se le cruzaba se acercaba a una gran piedra que si bien esta no acababa con su miserable vida podría facilmente causarle una gran herida, consiente de lo que pasaba solo deseaba detenerse para poder sobrevivir. Al borde de un terrible accidente Cristopher se de tubo en seco, como si una fuerte y misteriosa fuerza lo hubiese detenido, confundido busco a su alrededor, mareado con la vista borrosa lo encontró. Un pequeño aleteo acercándose se escuchaba en el silencio muerto de la selva, con la mirada perdida vio a la distancia unas alas verdes que brillaban como gotas de agua y que con el sol reflejaban todos los colores. Ahí estaba ella, mas hermosa que cualquier flor que se conociera, el sin palabras solo la miro asombrado y se dijo "Es real...tiene que ser mia" . Xiutsilin mientras tanto con los ojos vacíos de emoción, ásperos sin ninguna motivación o deseo. El silencio era total casi llegando al punto de ser incomodo, cientos de años habían pasado desde que Xiutsilin había tenido contacto con un humano, en sus años de aislación ejerciendo el don que le fue concedido ella tan benévola como siempre se encargo de solucionar los problemas de los habitantes de la selva, procurando que todos fueran felices, siempre preocupándose por otros nunca en si misma. Su apariencia lo delataba el era descendencia de aquellos invasores, a pesar de todo el dolor que estos la hicieron pasar al haber tanta bondad en su corazón ella le resulto imposible no ayudar quien la necesitase. Por que sus principios la obligaban lentamente se acercaba a el para verificar su bienestar. A su vez Cristopher volviendo en si, otra vez a sus malvados pensamientos puso en pie su plan, tratando de no moverse demasiado tomo de su bolsillo una tela de red que el había preparado especialmente para capturarla, después de todo no podía regresar con las manos vacias. Cuando porfin estaban frente a frente Cristopher soltando un grito de esfuerzo salto rapidamente hacia xiutsilin, no hubo ni siquiera un momento para reaccionar, estaba en sus manos.
Cristopher extasiado, sentía como si hubiese ganado la gloria en un solo segundo, como si de un momento a otro el se hubiese convertido en el mayor héroe de todos los tiempos. Muy por el contrario Xiutsilin aterrada, confundida, sintiéndose como una boba al caer perfectamente en la trampa que le tendio aquel hombre, sin conocer cual seria su paradero, sin saber que podría hacer ella para escapar, aun pudiendo conceder cualquier deseo en ese momento no se encontraba nadie que deseara su libertad. Metiendo Xiutsilin en un recipiente de vidrio aun con dentro de la red, entendia lo que pasaba, le estaban arrancando su autonomía. Cristopher sostuvo el recipiente a la altura de sus ojos para poder hacer contacto visual con esa mujer ave y con una fría mirada de sinismo dijo "Ahora eres de mi propiedad ". Xiutsilin paralizada solo pudo aferrarse a si misma mientras sentía como el horror la consumia conforme se acercaban a la ciudad.
El diario se convirtió en un martirio para Xiutsilin, continuas amenazas, horrible maltratos y torturas se hicieron una dolorosa rutina. La agonía y la soledad por la que pasaba eran indescriptibles, ella siempre sola, desprotegida...indefensa. Cumpliendo los deseos de un tirano que la trataba peor que a una basura, varios eran los días en los que ella se pregutaba "¿que hice para merecer esto?", la jaula a la que nunca se acostumbro, las cadenas invisibles que la detenían. Un dia decidio preguntarse "¿que hice para evitar esto?", la respuesta nunca había sido mas clara, todo lo que podía hacer y opto por no hacer nada, ella sin su gente, sin su nuevo "dueño", incluso sin los dioses...ella era una diosa. Con solo pensarlo esa jaula se rompió en millones de piezas, dejándola libre de volar nuevamente, no como la Xiutsilin que todos conocían, sino como una mujer feliz.
-Fin-
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Xiutsilin
SpiritualXiutsilin es un cuento que cree hace poco para un concurso con tema del maltrato a la mujer , no fue seleccionado y pos heeme aqui XD Inspirado en hechos historicos de mi pais, especificando la conquista y la cultura azteca, xiutsilin (mujer : siuat...