CAPITULO 21

641 16 0
                                    

CAPITULO 21

Sara se preparo un café bien cargado, y se sentó al lado del sofá donde Alex dormía profundamente. Allí dormido era increíblemente guapo, su facciones relajadas, su incipiente barba en tonos rubios, sus brazos y pectoral desnudos tan bien delineados, era la viva imagen de un dios griego. 

Pensaba preguntarle por la nota encontrada nada mas se levanté. Pero por otro lado, pensó que seguramente tendría una buena escusa, pues no podía negar que Alex volvía locas a las chicas allá por donde iba, y trabajando en el local es normal que alguna loba le dejara caer esa nota. Si se enfadaba con el, quizás echaría a perder todo y no quería que el creyera que ella es una novia celosa. Cosa que ella nunca fue, pues Pablo jamas le dio razones para desconfiar. Ella no sabia lo que era que le fuesen infiel, asi que le dio un voto a favor de Alex.

Los azules ojos de Alex se comenzaron abrir, y al ver a Sara una sonrisa broto de sus labios.

- Princesaa¡¡ buenos días. ¿ Es muy tarde? Ayer el local fue un caos, termine tarde, lo siento.- dijo el mientras se sentaba y se acercaba a ella.

- No te preocupes, solo son las una del medio día. Tenemos todo el día para estar juntos, me prometisteis es estar  a mi plena disposición ¿no?- decía mientras se sentaba sobre el, rodeando con sus piernas la cintura de el.

Entonces el comenzó a besarle por el cuello para posterior mente bajar a sus pechos aun cubiertos por la camiseta. Ella se entretenía con el cabello de el, mientras le daba pequeños mordiscos en lóbulo de la oreja, que había notado que a el le volvía loco, tanto que noto como el miembro de el empezaba a endurecerse entre las piernas de ella.

Alex la alzo cogiéndola por las nalgas y la giro hasta que quedo con la espalda apoyada sobre el sofá, con pasión a la vez que delicadeza, empezó a desprenderse de la camiseta y los pantalones de ella. Ella a su vez luchaba con los pantalones de el, pues no quería perder ni un segundo mas.

Ya los dos desnudos se dedicaron caricias y besos a miles por segundo, sin querer alargar mas el calentamiento ella agarro el miembro de el y lo introdujo hasta notarlo tan profundo que su cuerpo tembló por completo, el comenzó a moverse con dulces embestidas que iban en aumento de velocidad y profundidad. Ella movía las caderas ayudando a que el embiste fuera pleno y placentero para ambos. Ambos cuerpo comenzaron a temblar y retorcerse entregándose al premio  del sexo, el orgasmo.

-Diosss, este si que es un dios, Alex definitivamente es el dios del sexo!!!! - se decía eufórica Sara para si misma.

Los dos ya mas calmados y relajados después de resolver su tensión sexual, decidieron tomar una ducha donde también cayeron alguna que otra caricia de lo mas placentera. Alex quería salir a almorzar fuera pues hacia un día increíble, en cambio Sara no quería salir de la cama, solo quería mas sexo y mas sexo, este chico se estaba convirtiendo en una adicción para ella. 

Ella siempre ha disfrutado del sexo, pero Alex se convertía en una necesidad algo que se acercaba mucho a la adicción enfermiza. Pues nada mas verlo en todo momento lo quería tener entre sus piernas. Y mucho mas sabiendo que otras mujeres lo deseaban, lo quería solo y en exclusiva para ellas, y mucho mas después de ver esa maldita nota que callo de la camisa.

Finalmente gano la idea de Alex, así que salieron a almorzar a un chiringuito de la playa que hacia unas paellas buenisimas. El almuerzo bastantes distendido entre risas y besos.

Por un momento Sara se quedo mirando al horizonte tan infinito que ofrecía mirar hacia el mar, y Alex se levanto para ir al aseo. Unos segundos mas tarde el móvil de Alex que estaba sobre la mesa comenzó a vibrar, era un wassap. En ese momento Sara no sabia que hacer si leerlo o no hacerlo, ya le tenia algo de desconfianza, asi que hizo como que lo leia son querer cosas que no era cierta.

* Cristina: Guapisimo, ¿ cuando te volveré a ver? con esa camisa morada estabas increíble, pero sin ella aun mejor, jijji besitos y modisquitos..

Nada mas ver el mensaje Sara se encendió roja de furia, y repitiendose a si misma:

- Idiota, tonta eres una tonta, si que ha habido algo con esa tiparraca.- entre las furia y la desilusión las lágrimas empezaron a brotar lagrimas, hasta empapar sus ojos y sus mejillas.

Se levanto de la mesa y cogió el bolso, saliendo por la puerta noto como alguien la cogía por el brazo derecho.

- Sara ¿ que te ocurre?- pregunto Alex desconcertado mientras no la soltaba del brazo.

- Preguntase lo a tu amiguita de anoche Cristina- dijo ella intentado soltarse de su agarre.

Alex quedo paralizado por la respuesta de Sara. Vaya parece que lo había pillado de sorpresa.

Sara logro soltarse y se marcho lo mas rápido que pudo, cogió un taxi hacia la casa de su amiga Ana. Durante todo el trayecto a casa de su amiga, se sintió de lo mas tonta e impotente. No pudo frenar su llanto y lamentarse de  que lo había dejado todo por el, por alguien que no apenas conocía, pero que le producía una tensión sexual increíble, pero vio que eso no lo era todo en una relación.

Cuando llego a la puerta de la casa de su amiga, llamo a la puerta varias veces pero nadie abría, así que llamo a Laura:

- Hola Sara, ¿que tal? ¿ como te va con tu príncipe?- dijo Laura de lo mas divertida.

- Mal, fatal, Laura no se como he sido tan tonta, era imposible ser tan perfecto. Tan guapo, cariñoso, y fiel, imposible.- respondió Sara llena de rabia y lagrimas.

- No me digas, no te preocupes vente para mi casa, trae te tus cosas y después me cuentas todo, nunca te había visto así.

Sara acepto y se fue directa al piso de Alex a por sus cosas, ya se lo decía algo en su interior que no deshiciera las maletas ni las cajas.

Mientras cargaba sus cosas en el maletero de su coche, vio a una pareja acercarse que le resultaba de lo mas familiar, cuando se encontraban mas cerca vio claramente que eran Ana y Pablo, caminando juntos.

- Hola Sara- dijo Ana viendo extrañada como Sara cargaba sus cosas en el maletero con los ojos cargados en lágrimas.

- Hola, ¿ que tal os va parejita?- dijo indignada a ver la estampa que hacían ellos dos juntos. 

- ¿ parejita?- respondió Pablo- ¿ te ocurre algo?- volvió a decir.

- Nada, solo que me vuelvo al piso con Laura- contesto Sara mirando el suelo avergonzada.

- Vaya lo siento,¿ quieres que te ayudemos o te acompañemos?- dijo Pablo mirándola con ternura

Sara alzo la mirado y quedo pensativa frente a el - ¿ como se puede preocupar por mi, después de lo que le he hecho? ahora esta con Ana y sin embargo se preocupa por ayudarme. Siempre he sabido que es buena persona. Lo quiero tanto. -se dijo Sara a si misma, mientras miraba los ojos tiernos que Pablo le dedicaba. Cuanto mas los miraba también veían dolor en ellos. Y fijándose en el mientras metía las maletas, se dio cuenta de que  lo veía mas delgado y desmejorado. Pero no dejaba de ser guapo.

YA NADA SERA IGUALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora