Capítulo 6: Sadosiqueatrismo

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Levi dijo que Harlek la llevaría a clases al día siguiente, así que tuve que conducir sola hasta el instituto. Para consolarme, me llevé el Mercedes último modelo de Mew. Nada más aparecerme por el pestífero asfalto, llamé la atención de todos. Me estacioné entre un par de camionetas de mala muerta y bajé el cristal de la ventana, dejando que todos escucharan a todo volumen la potencia de los bajos de Nicki Minaj. Me puse a teclearle un mensaje a Levi en mi teléfono; ella me respondió al instante. Ya estaba dentro.

Dejé que mi pierna se asomara fuera del cochazo y cerré la puerta detrás de mí. Con el mando a distancia apagué los altavoces y le puse seguro a las puertas. Todos me miraban de pies a cabeza, incrédulos del largo de mis shorts. Vi a un par de chicos mordiéndose los labios, y no me fue difícil adivinar que algunos hasta se agacharon detrás de mí para ver lo que ofrecían mis carnes.

En cuanto atravesé el gran portal, reconocí el rostro de Rem charlando con una chica tan don nadie como él. Era hora de presentarme en aquel lugar y mostrarles que Blake Caldwell había llegado. Cogí a Rem del cuello de la camisa y lo estampé contra la pared. El estruendo hizo que todos se giraran para vernos; la chica con la que hablaba soltó un jadeo. Endurecí los puños alrededor de la tela y elevé el flacucho cuerpo de Rem en el aire. Sus pies quedaron rozando el suelo gracias a mis alarmante stilettos, y sus ojos se abrieron de par en par al verme.

—Blake —gimió.

—Rem. —Sonreí y estampé mi boca en la suya.

El chico alzó las manos cuando le metí la lengua hasta la garganta. Escuché cómo todos los espectadores aullaban, sorprendidos. También vi uno que otro flash de cámara, inmortalizando el momento para futuras generaciones. La boca de Rem sabía a pasta de dientes y, muy al fondo, a uvas. Ya sabía qué había desayunado. Me sentí envalentonada y llevé mis manos a sus piernas para alzarlas y enroscarlas alrededor de mis caderas. Eran un par de fideos, así que no me costó nada. El muchacho me apretaba los hombros con sus manos temblorosas, pero era demasiado subnormal como para apartarme.

Aparté mis caderas de él y luego las empujé con fuerza hacia la pared, embistiendo su insuficiente purro sobre los vaqueros. Lo hice de nuevo, pero esta vez más fuerte. El chico apartó la boca, soltando un gemido. Me reí y lo hice de nuevo, esta vez con tanta fuerza que hizo que su cabeza rebotara contra la pared. Lo deposité en el suelo antes de que perdiera el sentido y le lancé un beso al aire antes de dar media vuelta y seguir andando. Decenas de teléfonos grababan la escena.

Entre cuchicheos y jadeos, llegué a mi primera clase: Desarrollo de la Creatividad. Sí, yo también pensé que era una clase de mierda, pero cuando vi a Shane Harlek sentado en el escritorio del profesor, supe que sería mucho más de mierda de lo que planeaba.

—No me jodas, chico —suspiré a mitad de la entrada.

—¿Quieres tomar asiento? —me preguntó, cogiéndose el bulto del pantalón, insinuante. El escritorio lograba esconder el gesto de los demás estudiantes.

Negué con la cabeza, harta, y busqué un asiento al fondo. Pasé al lado de Emma Peterson y dejé que mi mano golpeara su hombro. Ella se irguió y se giró para verme con odio, pero yo dejé mi mirada quieta en el «profesor» cuando me hube sentado detrás de un chico medio dormido. Shane Harlek se puso de pie, y su farsa comenzó.

—Soy el profesor Harlek —se presentó; aquella gente era demasiado insulsa para reconocerlo. Shane escribió su apellido en la pizarra, dejándome ver su trasero. Ladeé la cabeza y él se giró hacia la clase, pasando por alto mi mirada lasciva—. Soy especialista en el comportamiento adolescente, y por eso vengo a descubrir lo que hay dentro de sus mentes y a explotarlo. Quiero conocerlos por dentro, habitar dentro de ustedes y dejar mi huella en lo más profundo. —Esto lo último lo dijo mirándome a los ojos, con la expresión seria que todos se creyeron menos yo. ¿Dejar su ella en lo más profundo? Qué sutil—. Necesito un voluntario. Por favor, sin timidez.

2. NIÑA MAL: Despertando en Las Vegas [Abi Lí]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora