Capitulo I

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"Louis, despierta cariño" la voz suave de su madre escucho rápidamente.

El pequeño niño de ocho años se movió de inmediato por su cama, dándole la espalda a su madre, esta resoplo algo frustrada y volvió a mecer a su único hijo varón.

"Louis, si no despiertas no iremos a la juguetería después de la escuela" dijo firmemente, fueron sus últimas palabras para que el jovencito saltara de la cama corriendo a su ducha, la madre del pequeño comenzó a reír dándose cuenta la autoridad que tenía.

El pequeño de ojos azules restregaba su cabello con la espuma del shampoo, rápidamente se lo enjuago y salió del baño con una toalla alrededor de todo su cuerpo. Miro la ropa que su madre había elegido en su cama y la tomo entre sus pequeñas manos, sonrió, al parecer su madre tenía un buen gusto por la moda y a pesar de tener tan solo ocho años, el también conocía la moda.

Salió de su habitación, con la mochila en su pequeña espalda. Bajo las escaleras y fue a la cocina donde se encontraba su madre poniendo la merienda en su lonchera con Power Rangers en ella.

"Ya está listo tu desayuno" sonrió amablemente entregándole la lonchera en sus manos. "Sube al auto, ya está abierto cariño"

Este asintió rápidamente con una sonrisa y corrió hacia el garaje donde estaba la mini Van de su madre. La familia Tomlinson era una familia muy adinerada, Jay trabajaba de doctora en el hospital del centro, Mark su padrastro y el que le dio su apellido, trabajaba de abogado, era uno de los más reconocidos en todo Inglaterra.

Jay subió al auto, verifico que todo estuviera en orden en la parte trasera donde se encontraba su pequeño, este ya tenía su cinturón de seguridad y su pequeña gorra en su cabeza. Su madre le mostro una sonrisa y enfoco su vista en el volante, encendió el auto y salieron de la casa. En todo el camino a la escuela solo se podía escuchar la radio, donde un hombre daba las noticias del clima.

"El día de hoy, nos visitara una tormenta, tengan precaución al salir de casa"

Jay al escuchar eso, no dudo en entregarle un paraguas a su hijo que estaba a punto de bajar del auto para entrar a la institución.

"Louis, toma lo necesitaras" el pequeño de ojos azules, lo tomo y comenzó a caminar hasta su maestra que los esperaba en la acera.

"Buenas días Louis, ¿Cómo amaneciste hoy?" dijo la chica de unos veintidós años, morena y con una sonrisa muy brillante.

"Pues amanecí bien, pero ya que estoy aquí horrible" hizo una mueca de asco, siguió caminando hasta irse al salón de clases.

El pequeño de ocho años, camino por los enormes pasillos donde caminaban los demás estudiantes de los demás grados, este era algo pequeño entonces miraba a los otros niños como gigantes. Se acercó a su casillero y lo abrió, miro todas sus cosas intactas, era un chico algo ordenado aunque a veces lo regañaban por no serlo.

Mientras sacaba su cuaderno verde del casillero, escucho una risita proveniente de atrás donde estaban los otros casilleros que le daba la espalda, miro de reojo y pudo ver a ese niño que tanto le amargaba con tan solo verlo, ese niño de ojos verdes como las hojas de los árboles en la primavera, esos rulos color chocolate y los labios de color sandia, cada parte que formaban a ese niño le recordaban a algún objeto, comida o planta.

Pudo observar que se reía solo y eso lo estaba empezando a molestar, ¿Por qué se reía si no había nadie a su alrededor que lo pudiera hacer reír? Pensaba el pequeño Louis. Cuando no aguanto más, cerró su casillero de golpe y se acercó al niño de seis años.

"¡Hey Tu!

El niño menor lo miro con sus enormes ojos verdes, paro de reír y cerró el casillero que se encontraba a sus espaldas intentando ocultar lo que tenía en sus manos.

Photograph (Larry, Ziam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora