Siglo XXX
En los jardines de un hermoso palacio de cristal, se encuentra una joven de cabellos rosados paseando, es de noche, lo cual hace que este luzca mucho más hermoso al ser iluminado por la luz de la luna y las estrellas, mientras camina comienza a oír a alguien que solloza, sin pensarlo se dirige al lugar de donde provienen los sollozos.
Después de unos minutos y unos cuantos pasos más de donde se encontraba llega a una hermosa fuente, la cual refleja la luna, y se sorprende al toparse con la persona que escuchó hace unos momentos.
En la fuente, sentada se encuentra una hermosa dama de cabellos rubios y largos, con su hermoso vestido blanco el cual reconoce, sin pensarlo más se acerca hasta ella.
- Madre, que tienes por qué lloras?- la hermosa joven de cabellos rozados se acerca hasta ella, sintiendo una inmensa tristeza al verla ahí sentada con su bello rostro cubierto de lagrimas.
-Rini- la mujer pronuncia, mientras una tenue sonrisa se forma en sus labios- hace mucho tiempo que no te veía-
La joven no daba crédito a lo que oía, por qué su madre la llamaba de esa manera, a no ser que...- Se...Serena- lo dijo con cierta duda y sorpresa.
-Así es, hace ya mucho que no te veía, y mírate, ahora ya eres toda una señorita-
La joven se sorprendió aun más, cómo era posible, qué es lo que estaba pasando ahí?
Serena se percato de la cara de sorpresa de la peli rosada -Sabes, hace mucho que deje de ser Serena, eres la primera en años que me llama así, y que además se da cuenta de mi presencia-
-De tu presencia?-
La rubia sonrío, y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas nuevamente -Si de mi presencia, esto sonará raro, pero a veces en algunas ocasiones logro despertar de nuevo.- Rini seguía sin entender lo que le decía, por lo que la rubia decidió seguir hablando para despejar sus dudas ahora que tenía la oportunidad de hablar nuevamente con ella.
-Como sabes, Tokio de Cristal se creó después de que durmiera a la tierra durante mil años, - la peli rosa afirmo con la cabeza, permitiendo que el relato siguiera- bueno, pues durante esos mil años, Serenity, tu madre, fue despertando en mi, lo que ocasiono que yo Serena durmiera, sé que suena raro, pero es igual a cuando nos enteramos que yo era la rencarnación de Serenity, ella a veces despertaba para ayudarnos durante la batalla, aunque nunca lo hacía por completo, hasta después de esos mil años, en el que su energía aumentó y logro despertar, haciendo que ahora la que duerma sea yo-
La joven no daba crédito a lo que oía, ella siempre pensó que su madre era aquella chica torpe y atolondrada que conoció en el pasado, imaginando que había madurado, y en cierta forma lo había hecho, había madurado ya que se notaba en sus palabras, pero seguía sin entender.
-Pero cómo es eso posible, como es qué son personas diferentes, cómo es qué ahora eres Serena?-
-Bueno, como te dije, cuando era Serena, Serenity es quien despertaba por momentos, y ahora...- suspira- ahora es al revés, ahora soy yo Serena que a veces tengo la oportunidad de despertar en algunas ocasiones, pero por lo general nadie se da cuenta, de hecho eres la primera en saberlo.-
-Es algo difícil de entender, a mi igual me costó trabajo entenderlo, - le sonrió nuevamente, pero de sus hermosos ojos seguían brotando lagrimas -la mejor explicación que pude encontrar fue después de la batalla contra Sailor Galaxia, después de ver mi semilla estelar, o mejor dicho la semilla estelar de Serenity, entonces fue cuando me di cuenta de muchas cosas, entre ellas que Serena Tsukino no era una persona, que era algo así como un envase, el cual en su interior contenía al alma de Serenity, pero nunca una propia, yo no poseía mi propia semilla, - sus palabra le dolieron, haciendo que sus manos cubrieran su rostro, y su boca de la cual nuevamente manaban sollozos desconsoladores.
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Nuestra Propia Vida
Short StoryAlguna vez se han preguntado como se sentía Serena con respecto a guardar dentro de ella a Serenity...