Carta al amor de mi vida:
Ha pasado tanto tiempo de nuestro último beso, que ya he olvidado a que saben tus labios. Ya no recuerdo a que hueles, ni como ríes, o que melódica era tu voz. A veces incluso se me olvida que no te olvido. Que ya no hablamos, que tampoco nos vemos, y que tan solo somos un viejo eco, fantasmas del pasado disfrazados de recuerdos. Nostalgia es lo que siento al verte en fotos. Ni las mariposas que sentía en antaño volar en mi estómago me acompañan ahora. En ocasiones me pongo a cantar aquellas viejas canciones que una vez nos dedicamos, y no recuerdo como era aquello de bailarlas desde tu cintura. Han cambiado tantas cosas por aquí, te has perdido tantas cosas de mi, de la vida. Fíjate, aquí me ves luchando por otro sueño, y ya no es ese por el que suspiraba hasta hace bien poco, por tenerte de nuevo. Ya asumí que eres imposible, y que nos va mejor por separado. Aunque eso a veces también se me olvida. Me hice amigo de aquella soledad a la que me obligaste. Y ahora es a ella a quien le otorgo el lado izquierdo de mi cama. Sigo con el corazón roto y lleno de cicatrices. El frío y el silencio van de mi mano ahora que la tuya ya no está para apretarla fuerte. Mis sudaderas ya no huelen a tu perfume, y siento decirte que tiré a la basura todo lo que un día me regalaste. Mi habitación estará irreconocible para ti, y supongo que a mi me ocurrirá igual con la tuya. ¿Que como me va en el amor? El amor lo olvidé en tus sábanas. No hay nadie que me haga sentir lo que tu lograste. Todavía no he conseguido besar a nadie sin pensar en ti. Y es que aún pienso en ti cada vez que llueve, o cada vez que veo el mar. Hasta el invierno me recuerda a tus ojos, y a lo guapa que estabas desde mis labios. No fui capaz de borrar todas nuestras fotos cuando me lo pediste, y ojalá que a ti te ocurriera igual. Sigo tan orgulloso como recordarás, y mis tonterías son las de siempre, las que te hacían reír hasta no poder más. Que extraño es todo. Y es que no puedo evitar sonreír al escribirte esto, pensando que a veces tu también desearás una nueva vez a mi lado. Que me añoras, y que no me olvidas. Ojalá. Ojalá te vaya bien, ojalá encuentres de nuevo el amor, y ojalá que al hacerlo me vuelvas a encontrar a mi.