El azar no condena a una vida mísera, sino los insaciables piratas que no conocen límite a su avaricia. Ellos se alzan sobre la cúspide de las doradas montañas de riqueza saqueada. Creen poseer todo poder, porque, incluso, el fulgor del oro otorga precio a las almas y traiciona a la especie. El destino ya no destina, el destino es dominado, amaestrado, domesticado, purgado, ha sucumbido su voluntad a manos de la ciega codicia, y ahora es esclava bajo las órdenes de sus dueños, dueños del mar, la tierra los ríos y el cielo.
Sin embargo, no es suficiente, nunca sacian su sed ofuscada y macabra, esa es la horrible sentencia de dichas sombras sin nombre, ni patria, al que el destino ha escapado de las ataduras, y ante prodigiosa libertad castiga, pues no hay peor vida que la de ser un hombre miserable odiado por sus semejantes ante el pasto de muerte y pobreza que siembra sin remordimiento a su paso en los corazones de los hombres, algún día, señores de su propia dirección.
ESTÁS LEYENDO
Piratas al poder
Short StoryUn breve texto que describe la realidad actual mezclado con un toque fantástico. Espero que lo disfruten.