Capítulo 10

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-¿vas a dejar de estar enojada?- me pregunta Santiago mientras caminamos por el pasillo del hotel.
Estoy con una toalla, ya que Santiago me mojo toda.
-me voy a mi casa- dije secandome el pelo-
-¿mojada?-
-si- cogí mi cartera-
-oye Eli...no te enojes ¿ok?-
- ¿por qué no debería?-
- ¿por favor?- me mira directamente a los ojos-
- no me molestes más Santiago, deja de verme, alejate de mí-
- no quiero- dice decidido-
- dejame a mí y a mi vida rara y sigue con tu vida divertida- suspiro- somos muy diferentes, no tenemos nada en común-
- entonces dime que es lo que te gusta hacer.
La verdad es que nunca me puse a pensar...¿que me gusta hacer? Supongo que nada, ya que nunca hago nada
- emm...me gusta...- estoy pensando- leer y estar sola-
- que triste-
- lo sé- dije con sarcasmo-
Abro la puerta de salida del hotel y me entra aire de la calle de golpe.
Me sobo los brazos del frío y miro a Santiago que tiene una chaqueta puesta.
-¿que?- miro su chaqueta- es que no me gusta que nadie use mi ropa-
-no te había dicho nada- desvíe la mirada, enojada- igual, no tengo frío- mentira.
Tengo mucho frío, estoy mojada y estoy al lado de hombre que no es para nada caballero.
-¿te llevo?-
- no, voy en autobús-
- ¿te veo mañana?- lo miro seria-
- te dije que no me veas más, nuestra amistad no está funcionando-
- para mí si-
- pues, para mí no, y yo se bien por qué- miro el piso-
- oye guapa, dejame llevarte a casa-
- ¡basta Santiago! ¡ya te dije que no!-
- ya que no voy a volver a verte, por lo menos dejame llevarte a casa.
Siento que me están tirando mil piedras por dentro, pensé que seguiría insistiendo en verme. Ya veo que solo era una diversión para el.
-esta bien...- me subo a su moto.
En todo el camino el me habla, pero ni le contesto. Al llegar a mi casa, me bajo de la moto.
-chau...- dice antes de que esté muy lejos para no escucharlo-
-ch...chau- me preparo para subir la escalera de incendios-
- fue un gusto haberte conocido- sonríe.
¿como puede sonreír? ¿no debería estar por lo menos un poco triste ya que no me va a volver a ver? Ahh, no, cierto que no le importa nada.
Al llegar a mi cuarto, veo que todo está justo como lo dejé, por lo visto, mi madre no subió en ningún momento.
Suena el tono de mensajes de mi celular. El mensaje era de número desconocido:
- me sorprende de tu parte que te hallas alejado de él zorrita. Sigue así y estarás bien, recuerda: "lo hago por tu bien". Con amor, tu fiel amigo...
¿tu fiel amigo? ¿quien se supone que es éste loco?
La desesperación se apodera de mi.
-¿quien eres?- contesto-
-tu fiel amigo...
Me empieza a doler la cabeza y me llega otro mensaje.
-eres un basura, Santiago solo te usa ¡ingenua! ¡estupida!
Las lágrimas caen desperadamente, sin detenerse. Puede que este hombre sea un secuestrador o puede que sea un psicópata...no lo sé, el punto es que me da miedo , mucho miedo.
-¡por qué no vas al baño y haces lo que haces siempre idiota?
Puede que sea este sea un loco, pero puede que tenga razón. Es verdad, cortarne es la forma de solucionar mis problemas. Ojalá si funcionara y si pudiera solucionarlos.
Lunes 6:30 am
Me levanto por mi alarma y al intentar apagarla se cae mi celular «genial, empecé con el pie izquierdo»
Me cambio de ropa y me lavo los dientes.
Bajo a tomar desayuno y no encuentro a mi madre.
Mi celular vibra y veo que es un mensaje de Laura.
-hi girl! ¿estás ocupada hoy?
Tengo miedo de contestarle, no me gusta salir con amigas, ya que ni siquiera tengo amigos.
- hoy no puedo, lo siento.
-oohh :( ¿donde queda tu colegio?-
-¿por?-
-solo dime.
Le escribí la dirección, ya que no quería problemas con ella.
Al salir de mi casa tome el autobús y llegue al colegio.
-hola- me dice una chica que nunca he visto.
No le contesto porque tengo un nudo en la garganta, nunca hablo con alguien en el colegio. Camino por los pasillos llenos de alumnos y me dirijo a la clase de ortografía.
Las horas pasan de clases, hasta que llego la hora de almuerzo.
Me dirijo a la cafeteria y pido lo mismo de siempre. Me siento en una mesa sola como siempre. Veo como conversan las chicas populares, en una mesa están las porristas y en la otra los bravucones, que Paloma está ahí.
-¡oye tú! - dirijo ni mirada a donde provenía la voz- ¿que estás mirando?- pregunta una porrista pelirroja- ¿mi culo?- mi boca no articula ningún sonido ni palabra.
Las chicas no le toman importancia y siguen conversando animadamente.
De la nada siento una masa mojada caer encima de mi cabeza y miro para arriba rápidamente.
-Ja.Ja- dice un chico 'popular'.
Tengo pure en la cabeza y el grupo de las porristas se están riendo de mí.
Me levanto y dejo mi comida, casi toda, y camino hacia el baño en busca de agua para mi cabeza llena de pure. Abro el grifo y me saco el pure del pelo.
No aguanto más, saco de mi mochila mi navaja y comienzo a trazar linea por linea...

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