Pasaron los días y cada vez más y más me enamoraba de ella, de esa mujer que sin decirme nada me enamoraba, sin siquiera ella pensarlo o imaginarlo estaba despertando en mi una serie de sentimientos que yo pensaba que jamás sentiría en mi corazón y es que realmente cuando el amor te llega, llega y te golpea fuerte.
Verla para mi diario era lo único feliz que tenia, pues en mi casa habían muchos problemas, problemas que hicieron que me fuese a vivir solo, pues ya no aguantaba la presión de mi familia, su rutina su diario quejar para mi era algo frustrante y deprimente.
En las mañanas lo único que me alegraba era saber que una vez más iba a ver a esa mujer que había despertado amor en mi, un amor intenso, mi primer amor, pues yo era un chico que no tenia mucho contacto con nadie, para mi esa serie de sentimientos encontrados eran algo nuevo, pues ya antes había tenido novias, pero nunca sentí amor como el que sentí por esa chica sin siquiera hablarle o decirle que me gustaba.
Con forme paso el tiempo algunos de mis compañeros sospechaban que ella me gustaba y su mejor amiga le dijo que yo estaba enamorado de ella, ese momento fue algo incómodo para mi y para ella y desde entonces ella se alejo y en mi corazón el sentimiento de impotencia de no poder decirle me gustas demasiado, siento amor por ti y todo lo que sentía por ella se me convirtió en una profunda tristeza.
Se informaba en el colegio una actividad, un retiro en el cual los años undécimo "A" "B" "C" y "D" se reunían todo un día para tener una serie de charlas de diversos temas y un poco de diversión, para continuar el año lleno de energía y conocer un poco sobre la vida de San Francisco, pues el colegio en el que estudiaba era un colegio religioso, en el cual todos los años se hacían retiros, todo eso para mi era nuevo pues yo venía de otro colegio y ese era mi primer año en ese colegio religioso.
En ese retiro en un juego que hicieron, el que perdía en el juego tenia que cumplir una penitencia y recuerdo muy bien que a mi me toco pasar y mi penitencia fue cantar y entonces ahí canté, canté con todo mi corazón para ella una canción que habla de enamorarse y lo hermoso que es el amor, todos gritaban su nombre cuando yo cantaba y también gritaban mi nombre, ella se sonrojo un poco, pues sintió algo de pena.
Después ese retiro se convirtió en algo muy hermoso dentro de todo lo gris en mi vida, las clases volvieron a empezar y pues yo no hacía otra cosa que verle y mis calificaciones empezaron a bajar demasiado, después de que en mi antiguo colegio era el mejor alumno, en el colegio nuevo era un pésimo estudiante que reprobo todo un semestre 7 materias con notas muy bajas, pues en mi casa también sólo pensaba en ella en como enamorarle, se había convertido para mi en mi nuevo sueño.
Fuera de clases era un joven muy reservado alguien muy religioso, pues yo era un acólito en la catedral y eso hacia que los demás tuviesen una imagen de mi buena, pero realmente eso me afectaba un poco con las mujeres pues pensaban que era una especie de sacerdote que no podía enamorarme de una mujer.
En la catedral había una religiosa, la cual era la encargada de los acólitos; al principio nadie le quería pues pensábamos que era una bruja, pero fue todo lo contrario, ella se convertiría para mi en un ángel en una segunda madre, alguien que me entendería y me aconsejaría en todo. Ella se convirtió en mi madrina de confirma, lo mas chistoso es que el día de la confirma ella no sabia que iba a hacer mi madrina y cuando le dije que era ella se asustó y me dijo que tenía que pedir permiso primero a su superiora para poder ser mi madrina y yo desesperado por que en donde iba a conseguir otra madrina el día de mi confirma, finalmente a ella le dieron permiso y mi alma volvió a mi cuerpo, ese fue un día muy especial para mi, un día que jamás olvidare.
Por otra parte en el colegio aún no tenia muchos amigos, solo tenia uno que era menor que yo estaba en primer año y también era acólito de catedral; el era como mi hermano y era un joven muy maduro, más maduro que yo incluso, parecía que el fuese mayor que mi, pues actuaba como un adulto.
En la clase de química era un pésimo estudiante y ella la chica que me gustaba era una excelente alumna y daba clases de reforzamiento después de clases y yo me quedaba para que ella me explicará y recuerdo que explicaba muy bien y yo le decía que no entendía para que me volviese a explicar cuando la tenia cerca de mi me ponía muy nervioso y mi corazón se aceleraba cada vez más y más con solo verla y sentirla a mi lado, para mi ese sentimiento era algo muy especial.