Di que me recordarás - Justin Bieber y Tu. [2nda Temporada]

Capítulo 18 - La llamada.

Había decidido no mencionarle nada sobre la carta a Justin. Me había guardado una carta anónima amenazante y había decidido ignorarlo todo.

Definitivamente necesitaba ese viaje para poder alejarme de todo, de las cartas, de Justin, de la falta de inspiración y de la vida en Irlanda, pero ¿con quién se quedaría Biel?

Pedir un traslado de hospital era costoso y ni siquiera estaría de acuerdo. Tal vez Brad podía hacerse cargo de Biel estos días, aunque eso me haría sentir mal igualmente.

Brad se había enamorado perdidamente de Biel hacia más de un mes, en una fiesta en donde los universitarios predominaban. Se encontraron en la barra, pidieron la misma bebida y decidieron pasar la noche juntos...esa y muchas más. Biel parecía no poder estar con una sola persona así que a la vez estuvo con una chica –o más de una- y eso no le gustó para nada a Brad. Brad le dejó, Biel lo buscó y terminaron de nuevo juntos, todo iba bien hasta que le pegaron esa paliza a Biel por mi culpa. MI CULPA.

-¿Si?- La voz de mamá me hizo abrir los ojos para admirar el techo de mi piso, mi pisito en Temple Bar.

-Mamá- dije.

-Oh cariño, hace mucho que no llamabas y estábamos realmente preocupados.- su voz sonó acogedora- ¿Estas bien?

-Si mamá, estoy perfectamente pero os extraño- dije soltando un suspiro ¿Por qué estaba llorando?

Aunque nunca había sido alguien muy apegada a su familia, ahora me sentía como si los necesitara hasta para respirar. Papá me diría que hacer sobre Justin y mamá se enfrentaría a cualquier persona que quisiera hacerme daño, realmente los necesitaba.

-La tia Maddy me ha dicho que te ha visto en un programa de cotilleos hablando de tu nuevo libro, ¡estoy esperando a que lo traduzcan para comprarlo! – su tono de emoción me hizo sonreir- No sabes lo orgullosa que estoy de ti.

-Oh mamá, me alegra escuchar eso.

-¿Por qué se te escucha tan apagada?- preguntó.

Mi madre era una adivina, como todas las madres del planeta. Cuando un ser querido estaba mal, ella era capaz de averiguarlo hasta por teléfono.

-Necesito pasarme unos días por casa, serán pocos pero necesito veros.

Mi madre se mantuvo en silencio unos momentos. Sabía perfectamente que me había pasado con Justin, le había mandado correos, había visto los programas de cotilleo y se había informado perfectamente de quien era Justin Bieber. Sabía que Justin era el vecino en Los Angeles, sabía que era el chico que había cambiado a su hija y sabía que ahora estaba causando el mismo efecto en ella.

-Sabes que nuestra casa siempre será tu casa. –dijo - ¿Cuándo vendrás?

-Intentaré que me den vacaciones para la semana que viene. Justin me las debería dar cuando se las pidiera ya que me deben más de dos meses.-hice una pausa al pensar en Justin- Aprovecharía también para escribir algo y entregarle a Karen una idea nueva.

-¿Cómo estas con Justin?

-Estamos bien, lo ocultamos porque no quiero a la prensa cotilleando sobre nosotros e intentamos ser sinceros en todo.

-¿Entonces por qué mi hija tiene la necesidad de huir de Irlanda?

¿Por qué mi madre era tan lista? Super poderes de madre, sin duda.

-Por qué no tengo nada claro mama, Justin me ha mentido mucho y me ha hecho mucho daño.

-Envíame un correo con la fecha de tu vuelo y habla con Justin cariño, el necesita saber que tú tienes dudas sobre todo. Me voy a dormir cariño, no sé si lo recuerdas pero aquí son la una de la madrugada y tu madre mañana trabaja.

-Oh, lo siento. Mañana te envió los datos de vuelo y te cuento las novedades con Justin.

-¡Cariño! No olvides que ese chico te ama ¿de acuerdo? Por qué creo que alguien te tiene que recordar lo que él te intenta demostrar cada día.

-Yo también le amo mamá, no dejé de amarlo y no lo haré ahora. Te amo a ti también ¿vale?

Las llamadas a las doce de la noche –en Irlanda- te hacen reflexionar y eso mismo fue lo que me dio el impulso para presentarme en casa de Justin a esas horas.

Toqué el timbre dos veces y esperé a su respuesta.

Nadie respondió.