Inclina tu oído, OH SEÑOR, y escúchame, Porque estoy afligido y menesteroso. Guarda mi alma, porque soy piadoso; Eres mi Dios; ¡Salva a Tu siervo que en Ti confía! Ten misericordia de mí, oh Señor, Porque a Ti clamo todo el día. Alegra el alma de Tu siervo, Porque a Ti, oh Señor, levanto mi alma. Porque tú, Señor, eres bueno y perdonas, Y eres grande en misericordia con todos los que Te invocan. Salmo 86: 1-5
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"Un corazón sin fronteras"
SpiritualPuedo elegir y tú también. Podemos rumiar decepciones y carencias ,estar amargados , enojados o tristes . En cambio , al enfrentar tiempos difíciles , y personas que lastiman , podemos aprender a partir de la experiencia y seguir adelante y , a la...