Capítulo 2 "No me compares"

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-¿Que deseas?- Con lentitud, la pregunta brota de sus labios carnosos, los cuales no he parado de observar disimuladamente.

Me le quedo mirando tratando de asimilar con cautela el chico que se encuentra frente a mí. La manera en que mi corazón va acelerando con cada segundo que veo algo nuevo en su rostro es impresionante. Una parte de mí, la parte intranquila y antipática, quiere tratar de buscar en el lugar más profundo de mi cerebro cualquier palabra hiriente o arrogante por el hecho de que me siento enfadada porque mark no se encuentra, porque si tenía algún improvisto podía haberle avisado al chico de pelo negro que yo vendría por mi pedido y así no tengo que llegar aún mas tarde a la universidad. Pero mi otra parte, la curiosa y humilde, me mantiene calmada, con mi postura recta y firme siendo lo más educada posible. Esa parte se siente en una nube. No quiere decir que no he visto chicos mas atractivos que él, no quiere decir que él sea un chico perfecto, pero sus ojos...ese avellana o quizá color caramelo le queda tan espectacular en su rostro.

Tiene la cara estrecha- y Solo un poco alargada- .

No me había dado cuenta que por delante su cabellera era distinta y rebelde. Una mata de desordenado pelo oscuro se arremolina por encima de su frente, hebras de cabello disparadas en distintas direcciones y Posiblemente ha pasado media hora frente a al espejo con un secador y un bote de laca.

Detrás del mostrador no lo puedo ver completamente entero, pero se le nota a leguas que es delgado. Muy delgado por decirlo mas concreto.

El sonido de la puerta abrirse me saca del trance, sin embargo no dejo de mirarlo y seguramente estará pensando que soy estúpida o que ya me he enamorado de él, cosa que no es cierta.

Suspiro profundo. ¿Que deseo?. La mala sangre pasa por mis venas. Me sorprendo cuando siento que voy a explotar de cabreo (enojo).

¿Ni siquiera tiene preparado mi pedido?. Maldición llegaré más que tarde.

-Café con leche- Digo en un tono cortante. Necesito beber ese líquido negro ligado con leche para poder irme con tranquilidad a la universidad, de lo contrario, no podré concentrarme en las clases siguientes.

-¿Café con leche?- Lo escucho decir. Cuando lo miro tiene el ceño fruncido -No quieres una tostada, un zumo (jugo) de naranja, una...

Entonces exploto interrumpiéndolo.

-Quiero mi maldito café con leche. tu no eres nadie para sugerirme que tomar- Medio grito -Y es mejor que te muevas, llego tarde.

Zayn, si mal ni recuerdo, ni siquiera se inmuta ni se sorprende, simplemente me regala una sonrisa de lado. -Tranquila morena- Esta vez rie con una carcajada-¿Es el café que te tiene así, tan bronceada?.

Imbecil. La palabra nunca sale de mis labios, sin embargo empiezo a decir:- Seguramente eres el tipo de chico...

-No me compares- Me corta sin dejar de sonreir. Mil veces imbecil.

-Creo que estoy perdiendo más tiempo contigo- Y me doy la vuelta para marcharme echa furia y con la esperanza de que en la noche Mark se encuentre detrás del mostrador con mi café <de antes de irme a acostar> ya preparado. No creo que aguante dormir sin él.

-Gracias por las vistas- Una voz grita cuando me encuentro abriendo la puerta de la cafetería. No tengo que voltear para saber que es él.

Entonces, me vuelvo y lo fulmino con la mirada para después dar un portazo.

El aire frio se cala en mis huesos al salir. Adentro se estaba mejor. Pero avanzo hasta la parada de autobús.

Varias personas se encuentran allí asi que le pregunto si ha pasado la línea número catorce que es la que me lleva a la universidad.

-Hace un minuto acaba de pasar- genial, mi día no puede ser mejor.

Voten

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Se los agradecería hasta la muerte.

Un beso enorme.


Café con leche |Z.M|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora