Capitulo 2

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El martes en la mañana tenia clase de francés, cuando entre a el salón ya todos estaban allí sentado y eso era un poco extraño ya que hace tan solo unos segundo había sonado la campana.
Tan solo había un puesto libre en la última fila, me dirigí allí y mientras me acercaba me di cuenta de que Tobías estaba sentado en el puesto de atrás, era muy fácil reconocerlo ya que tenía puesto mi sombrero. Me senté y le dirigí una mirada incrédula.
-Estoy segura de que contigo no comparto francés- el sonrió
- Me cautivan los idiomas y pues hoy me han dado ganas de aprender al de francés-
-Seguro que no has venido por que la maestra de francés en muy guapa- La mitad de los chicos tomaban francés porque según ello la maestra era muy guapa.
- También puedo usarlo como excusa-no entendí muy bien a lo que se refería, acaso habría venido a verme a...mí. La maestra entro en el salón y sin ni siquiera dar los buenos días empezó a repartir un par de hojas en blanco a cada estudiante.
- Hoy deben haceg una redagcion acegca de lo que desean en un futuro- Por mi parte yo detestaba hacer redacciones en francés porque enserio se me dificulta pero a mi padres les parecía imprescindible aprender francés.
Al inicio de la hoja escribí Editeur: Ce que je souhaite que je à l'avenir, me quede en silencio pensando que desearía en el futuro estaba muy concentrada cuando Tobías interrumpió mis pensamientos pues había empezado a hablarme al oído.
En un futuro yo desearía poder estar más cerca de ti, poder conocerte y ser algo más que un par de conocido, en un futuro desearía poder estar a tu lado, desearía probar tus dulces labios y tocar tu suave piel.-Tobías paso delicadamente su mano por mi mejilla. Yo le mire y le escrute con la mirada.
-Podrías callarte y dejar de decir idioteces-Tobías sonrió
-¿Acaso te desconcentro?-
-Si- el rio, al verle sonreír fue que caí en cuenta que se refería a otra clase de distracción.-no de esa manera, tu presencia no me molesta-rectifique-tan solo es que mientras me hablas no me dejas concentrarme-
-Claro, seguro que verme no te pone nerviosa-
-No estoy nerviosa-
-Eso es lo que tú dices pero esas lindas mejillas roja dicen otra cosa-
-Jamás en mi vida me he puesto colorada y esta no será la primera vez- él sonrió, sus constante sonrisas si me incomodaban un poco pero trataba de no hacerlo notar
-Bien como digas señorita terquedad- trate de no ponerle atención a su comentario y comencé a escribir, con el rabillo del ojo podía ver que Tobías me observaba. Una vez termine la redacción le mire y dije:
-Podrías dejar de mirarme- me pare del asiento fu directo a el puesto de la maestra le entregue la redacción y salí del salón. Una vez acababas la actividad la maestra de francés te dejaba irte de clase.
-¿Por qué?, acaso te molesta-no me había dado cuenta de que Tobías me había seguido. Di un suspiro.
-Tal vez- dije en modo poco convincente y me dirigí a los casilleros, Tobías caminaba detrás de mí. De pronto sin darme cuenta Tobías me giro y arrincono contra los casilleros di un profundo respiro. Él estaba demasiado cerca de mí y me hacía sentir incomoda, me agarraba de las manos con cierta fuerza y tenía unas de sus piernas en la mitad de las mías, él se acercó a mi oído.
-Acéptalo-
-¿Aceptar que?- dije fingiendo no saber a qué se refería, porque no quería responder a esa pregunta, no quería decirle que enserio me gustaba que su mirada me hacía sentir incomoda y su voz me sacaba una sonrisa, mi corazón latía muy rápido y mi respiración estaba muy agitada. Tobías no dijo nada y se quedó allí quieto con su boca cerca de mi oído-aceptar que me tienes loca- dije rindiéndome-aceptar que me encantas, que cada vez que hablas en mi oído me siento desfallecer- estaba a punto de quedarme sin habla sentía que en cualquier momento me desmayaría. Tobías se quedó un momento allí junto a mi oído de pronto sonó la campana y me sentí un poco alegre pues pensé que Tobías no quería que le viesen ultrajándome. Los chicos y maestros pasaban a nuestro lado pero era como si no nos notaran, después de unos exasperante minuto vi que Nina venia hacia nosotros viéndonos con una mirada que decía¨ ¿qué está pasando aquí?¨, Tobías miro a Nina.
-Creo que debo irme, no quiero hablar con tu amiguita- El aun hablaba en mi oído, después de decir esto me soltó y sin darme cuenta caí en el suelo deslizándome por los casilleros, Tobías se fue sin tan solo mirarme, después llego Nina que me miraba incrédula, se agacho y se sentó a mi lado.
-¿Qué sucedió?, no sabía que le conocías-
-¿Tú le conoces?-
-Sí, todas las chicas de decimo se mueren por el-
-Él es Tobías, el chico que conocí en el parque-
-Sí que eres mentirosa-dijo Nina risueña
-¿Qué?-
-Me dijiste que no era guapo y yo tengo un punto de vista muy diferente-la mire incrédula.-Lo lamento, pero no entiendo, ¿Qué es lo que sucedió?-
-Nada, solo charlábamos-
-Vamos te tenia contra el casillero eso no es solo charlar-
-Calma Nina tan solo charlamos y ya nada mas-
-¿Seguro?-
-Enserio Nina-ella me sonrió, mi corazón y mis respiraciones ya se habían calmado, me pare y fui con Nina a mi siguiente clase.
Durante días tuve en la mente lo que había sucedido después de clase de francés repetía en mi mente cada momento no muy segura de querer que volviese a pasar.
El jueves en la tarde Salí de compras con Nina, su madre cumpliría años y le harían una pequeña celebración y Nina quería verse bonita así que le insistió a su padre para que la diera dinero para un nuevo vestido y unos zapatos que combinaran y algo para cubrirse y por si acaso unas veinte cosas más.
Caminábamos por la calle viendo las vitrinas cuando Nina agarro fuerte mi brazo y me hizo detenerme.
-¿Qué?- pregunte
-¿Ves a aquel chico que está detrás de nosotras?- mire por encima de mi hombro y para mi sorpresa el chico que estaba a uno metros de nosotras mirándonos era Tobías.
-Si ya lo vi- dije un poco nerviosa
-¿Se me hace familiar?- Nina tenía muy poca memoria, trague saliva nerviosa.
-Si... es Tobías-
-¿El chico que casi hace que te desmayes hace unos días?-
-Si...-
-Está buenísimo ¿no te parece?-
-Nina-
-Tan solo digo la verdad- antes de decir otra palabra vimos que Alejandro nos saludaba desde lejos, nosotras le devolvimos el saludo y él se acercó a nosotras.
-Hola chicas- dijo con una sonrisa.
-Hola-dijimos nosotras al unísono hablamos unos minuto para cuando Alejandro se fue me di cuenta de que Tobías ya no estaba de tras de nosotras si no que venía de frente mirándome con una sonrisa. Él se detuvo a unos metros, Nina y yo seguimos caminando trate de no ponerle mucha atención, cuando pasamos por su lado el me tomo del brazo.
-Acaso ya no saludas- no respondí, Nina me miro, rio, dio media vuelta y fue detrás de Alejandro dejándome sola con Tobías.
-Hola- dije con desanimo-se puede saber por qué nos persigues-
-No te persigo ha sido coincidencia-dijo con una sonrisa-no las seguí a la cafetería, ni después a aquel lugar de vestidos, por cierto con aquel vestido lila te veías preciosa- estaba un poco avergonzada los comentarios de Tobías me hacían sentir incomoda, me había visto haciendo el ridículo toda la tarde mientras estaba con Nina que ¡horror!-y obviamente yo no sería capaz de seguirte a la tienda de lencería, no sabía que te gustaba tanto el rojo pasión- di un suspiro y le mire indignada el reía y mi sombrero le escondía la mirada de burla- jamás había visto que una chica se pusieran tan colorada- me mire en la vitrina de la tienda que teníamos al frente, tenía las mejillas muy coloradas mire a Tobías.

La séptima estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora