Prólogo

9.5K 353 17
                                    

Una chica caminaba con un vestido vaporoso rosa y unos tacones plateados de vértigo. Era su fiesta, con motivo de su cumpleaños número 16.

Una fiesta llena de gente, de la flor y nata neoyorkina. Amigos de sus padres con sus hijos. Hijos con los que no tenía nada de qué hablar, porque apenas los conocía.

Cualquier chica de su edad se maravillaría ante la visión de su armario, de su casa o de cualquiera de sus fiestas.

Sin embargo, cuando desde pequeña estás encerrada en una jaula de oro, con institutrices, sin amigos de tu edad... No es tan maravilloso.

Alison nunca ha tenido nada con un chico, y no obstante, su matrimonio ya está pactado. Con Brad, el único amigo real que ha tenido. Pero ya está. Amigo. No podía negarlo: era atractivo, educado, caballeroso y divertido, pero era su hermano. No lo veía como nada más, y él a ella tampoco.

Tampoco ha sentido esa complicidad que suele tener una chica con su mejor amiga. Ni siquiera ha tenido el apoyo de una hermana, ya que es hija única. La pequeña princesa del matrimonio Mackenzie.

Ella sueña, no con un príncipe azul, no. Qué va.

Su máximo sueño es, simplemente, llevar una vida normal, de una adolescente normal de dieciséis años.

Pero la realidad es dura: están a mediados de julio, y en septiembre empezará, de nuevo, sus clases con Estela, su institutriz. Ni tendrá un amor de verano, ni saldrá de fiesta. No. Se pasará los días en la mansión, leyendo, escuchando música, viendo a Brad o saliendo con sus padres.

En el fondo, una idea le ronda la cabeza desde hace tiempo. Pero es tan arriesgada...

Y necesitará ayuda de Brad.

Y mucho cuidado.

En la fiesta, se lo dirá.

Él también podría venir.

Los tacones se oyen al pisar el mármol.

Se detiene ante el inmenso salón de baile de su aún más inmensa mansión.

"Empieza el show, Ali".

Entra con una sonrisa y es recibida con un aplauso.

Después de saludar a la gente y recibir felicitaciones, se acerca a Brad, que la coge de la cintura y le da una vuelta.

-¡Estás preciosa, Ali! Feliz cumpleaños, hermana.

-Gracias, Brad -le contesta ella, abrazándole.

Algunos adultos sonríen tiernamente al verlos juntos.

-Cuándo entenderán que el nuestro es un amor fraternal -dice el chico, exasperado.

-Creo que es una causa perdida.

Alison respira hondo.

-Brad, necesito tu ayuda.

-Te escucho.

-Quiero escaparme.

-¿Qué? ¿Estás loca? -pregunta mirándole con sus ojos avellana como platos.

-No, lo digo en serio. Quiero vivir mi adolescencia. Necesito tu ayuda para trazar un plan. Podrías venir conmigo.

-Yo... No, Ali. No puedo ir contigo.

-¿Por qué? -pregunta frustrada.

-Porque, en realidad, aunque no me gusta mi vida ahora, mi futuro sí, y no quiero arriesgarlo. Entiendo que a ti el tuyo no. Tus padres quieren que llevemos su misma vida: mientras yo me ocuparé de las empresas, tú estarás en casa, cuidando de los niños, sin trabajar. Te comprendo y te ayudaré, pero, ¿qué pretendes, estar dos años fuera, hasta la mayoría de edad?

-No. Me escaparía antes de septiembre con una carta explicándolo todo. Buscaría un trabajo, no sé, alguien me contratará. Me ocultaré de una manera. Cuando pase un tiempo, volveré y me enfrentaré a mis padres. Tanto si les gusta como si no, después de explicarlo, volveré a la vida que ya tendré.

-Está bien, pero arriesgas demasiado, Ali. Tendrás que ocultarte muy bien.

-Lo sé. Tenemos hasta finales de agosto para planearlo todo. Mira, esta noche haré una lista de lo que necesitaremos, y mañana empezamos, ¿vale? Si hace falta, decimos que por fin nos hemos lanzado -dice Ali arrancándole una sonrisa a su amigo.

-Está bien. Mañana temprano vendré. Tú ocúpate de eso.

La chica sonríe satisfecha.

-Cariño, ¿vienes un momento? -interviene Scarlett, la madre de Ali. Quiero presentarte a unas personas.

-Claro, mamá -le contesta ella.

Sigue a su madre con una sonrisa de triunfo.

¡Por fin vivirá su vida!

Tendrá que hacerlo sin Brad, y eso será un gran paso.

Pero, de una vez por todas, será una adolescente normal.


Horas después, en el cuarto de Alison.

Ali se sienta en la cama tras ponerse su pijama de seda.

Apunta:

-Dinero.

-Ropa.

-Libros.

-Carta para mamá y papá.

-Maquillaje para ocultarme bien.

Operación "Nueva Ali"... En marcha.


N/A:

Bienvenidos a la historia de Ali. Espero que os guste!




Una Princesa en Apuros ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora