Y si...¿pides un deseo?

Capitulo 2: Nueva mentalidad

Ya esta, ya he empezado y ya no hay marcha atrás. 

Le cuento las conversaciones a través de los mensajes, el día que me contó lo que sentía, que no pude hacer nada, nuestras cosas en común, por que hablábamos tanto, lo que pasó durante los últimos meses y al final, que dejamos de hablar. Pero siguen habiendo cosas que me las guardo solo para mí.

Sinceramente, nunca pensaba contárselo a Sam, ni a nadie, pensaba que así no habría nadie para recordármelo y tardaría menos en olvidarlo (aun que no estaba siendo muy efectivo). También es que yo ya sabía cual iba a ser su reacción, no le iba a gustar nada, siempre intentamos cuidarnos la una a la otra y esto no le agradó mucho.

Desde aquella conversación las cosas han cambiado bastante.

De vez en cuando me cruzaba con él por los pasillos, antes nos mirábamos y no decíamos nada, ahora...ni eso, es extraño como una "supuesta" amistad se puede derrumbar tan fácilmente, parecemos desconocidos totalmente. Pero a lo que me refería con que las cosas han cambiado es que como ahora Sam lo sabe CASI todo, cuando él pasa por al lado nuestra me pega un codazo o se empieza a reír al recordarlo y hace que yo también me ría. También, de vez en cuando, me pregunta cosas sobre el año anterior, eso esta haciendo que recuerde demasiadas cosas, y eso no es bueno.

Aun que, como dice ella misma, se que no lo estará haciendo por maldad, tal vez sea simple curiosidad o darse cuenta de lo tonta que es su mejor amiga.

Pero la peor parte llegó el otro día. Estábamos las dos tranquilamente hablando, nos habíamos sentado en un banco en la estación por que nos habían dejado salir una hora antes y hasta que llegara el metro de Sam podíamos hablar.

-Cuéntame más sobre Oliver-Esa frase me pilla desprevenida.

-Ehh...no sé, te he contado muchas cosas y tampoco creo que lo conozca tanto como para ahora ignorarnos los dos-Sin darme cuenta he cogido una piedra pequeña del suelo y la tiro fuertemente al hueco por donde pasa el metro.

-No se por que te enfadas.

-No estoy enfadada.

-¿Entonces por que la tomas con la pobre piedra?

-Por que no quiero hablar de él y punto-Digo y agacho la cabeza

-No quieres hablar de él por que sabes que te lo has merecido-No acabo de entender su frase.

-¿Merecer el qué?-Me giro hacia ella.

-No volver a hablaros-Puede ser que eso si me haya enfadado un poco.

-¿Me lo estás diciendo en serio?

-Vamos Allison, acéptalo. ¡Según tu historia los dos sois un par de cobardes!, no entiendo por que te quejas si ni siquiera te has atrevido a acercarte y preguntarle el por que de todo, sin ni siquiera haber luchado, te has rendido y has dicho que tu vida es horrible cuando no es cierto.

-¡¿Ahora toda la culpa es mía por no haberme acercado a él?! Yo si le quería seguir hablando y quería ser su amiga, siempre, ¡¿Por qué no él eh, por que no se podía él acercar a mí y explicarme por qué rompió todas sus promesas?!-Mi voz se estaba empezando a quebrar.

-Por que él ya había caído tan bajo y no sabía que hacer que tu eras la única que podía ayudarle, se veía en como te miraba y tu eras la única que no se daba cuenta, al ni siquiera intentar hacer algo, borrasteis toda posible esperanza.

Ahí es cuando me di cuenta de lo estúpida que estaba siendo y que Sam tenía razón. Creo que estuve a punto de llorar pero al final no lo hice, si empezaba ahora no pararía nunca y no era buen momento para desahogarse de todas mis penas.

-Cuando mi mejor amiga se ha vuelto tan inteligente-Lo dije para intentar sacarle una sonrisa, pero no funcionó-Gracias.

En ese momento el metro llegó y Sam se levantó directa para subirse, pero antes se giró.

-No entiendo el por qué de tu agradecimiento, yo simplemente he dicho las palabras que creía correctas y tu has escuchado-El metro estaba a punto de irse-Mañana todo volverá a la normalidad, nada de esto saldrá de aquí, hasta entonces...adiós Allison-Las puertas se cerraron de golpe y yo me quedé allí, parada, sin saber que acababa de ocurrir.

Me fui corriendo a mi casa, y durante la comida no dije nada era como si me hubiera quedado muda. A todo esto, nunca os he hablado de mi familia, vivo con mi madre, Susan, mi padre, John, mi hermana mayor, Blake, y mi hermano pequeño, Thomas. Blake esta en la universidad ya, tan solo es un par de años más mayor, y Thomas está...si no me equivoco, en primero de la ESO, siempre se me olvida por que parece mas mayor para su edad.

El caso es que mi hermana y mi madre notaron como no decía nada durante comida, al terminar, yo me encerré en mi cuarto y ellas intentaron hablar conmigo pero les dije que me encontraba perfectamente, que tenía que estudiar mucho. Supongo que se lo creyeron por que inmediatamente se fueron. 

Lo que estuve haciendo realmente, aun que suene a la típica pataleta de cría pequeña, era borrar todo tipo de prueba de la existencia de Oliver, conversaciones, fotos, dibujos etc etc. Acababa de cambiar de ideas sobre el último año: todo me ha servido para aprender que jamás me volveré a ilusionarme por nada ni por nadie, afrontaré todo lo que venga y punto. Para eso necesitaba olvidarme de todo lo que se relacionaba sobre él, o así funcionaba en mi cabeza. Es lo que iba a intentar las próximas semanas.

Al día siguiente, tal como dijo Sam, todo volvió a la normalidad, aun que no antes de que yo le diera un gran abrazo nada mas verla, ella al instante me dijo "no pasa nada, todo va a salir bien", era como si supiera perfectamente lo que estaba intentando hacer.

Mis días parecieron relajarse, todo parecía tomar buen camino, salía con mis amigas, hablaba mucho con Sam y todos los de la clase, llevaba buenas notas...

Pero aún pasando los meses, Oliver seguía en mi cabeza, o eso pensaba para entonces.

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Arriba las amigas Sam y Allison por la calle :)

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