Olvido

Verdadera Tocatta

Menudo golpe me tuvieron que dar puesto que caí de una y no sé qué pasó mientras estaba inconsciente. Cuando abrí los ojos, estaba esposado y de rodillas, como si me fueran a ejecutar. Cuando alcé la mirada, me llevé la sorpresa más grande de mi vida. Rebecca... Sí, ella presionaba la punta de un revólver contra mi cabeza. ¿Por qué estás haciendo esto? -Rebec...- Presionó más la punta del arma contra mí, haciéndome daño. -Cállate y no hables. Si yo fuera tú, mantendría la boca bien cerrada.- Su mirada... Su tono de voz... ¿Qué habían sido de ellos? Ahora veía frialdad y nada de compasión. -¿Me has mentido, Rebecca?- Me pegó una patada en la espalda, por lo que me caí hacia delante y me volvió a poner de rodillas. Alcé la mirada para ver a un tipo algo mayor, a través de unas gruesas vidrieras, hablar por unos altavoces. -Hahahaha... Aquí estás... de nuevo... De veras, si sólo hubieras pensado antes un poco, no tendrías que morir ahora...- ¿Pensar el qué? -No hay nada que pensar o comprender aquí. ¡Raptas a personas y las usas en contra de su voluntad!- El tipo se río de nuevo. -Te concederé el lujo de saber algo de tu vida anterior antes de morir.- Entonces hasta aquí he llegado... Espero que me aclare algo.

El hombre comenzó a relatarme unas cuantas cosas. -D, así te haces llamar ahora. Antes, eras un detective privado contratado por nosotros para que buscaras a personas que nosotros te pedíamos, obviamente usábamos la mentira debido a que sabíamos que no entrarías en razón con la verdad. Estudiaste psicología y eso nos servía para extraer mucha información. Todo iba bien, trabajabas con nosotros y se te veía feliz creyendo que hacías el bien. Por mala suerte, algún día tendrías que saber la verdad y con tu ingenio, nos tendiste una trampa pero te salió mal, por lo que te atrapamos y no nos quedó otra que experimentar un poco contigo. Eras una persona muy querida por tus familiares y andabas siempre sólo metido en tu trabajo, por lo que borrar tu rastro de la faz de la Tierra fue tarea fácil. Bastó con que tus padres tuvieran "un accidente" de coche y que tus hermanos murieran en un escape de gas... Menuda tragedia, la verdad. Lo único que nos faltaba era que tu registro de ciudadano fuera eliminado y así fue. Ah... Y lo de la huella dactilar... Tú conseguiste acceder al sistema informático e hiciste que tus huellas también fueran reconocidas, por eso abriste antes la puerta. ¿Pero sabes? Me estoy aburriendo de contarte tu historia... Ah claro, que no la recuerdas... Vale vale, no me mires con esa cara todo el rato. Tu experimento consistía en mejorar el rendimiento de tus neuronas y la resistencia de tu cuerpo. Gracias a eso pudiste escapar de los laboratorios con vida pero fuiste perdiendo la memoria. Sabíamos que no nos resultabas una amenaza puesto que nadie te creería, así que te observamos para ver cómo te integrabas a la sociedad de nuevo. Dale las gracias a Rebecca por eso.- Así que... No existo. Toda mi familia está muerta, no estoy en el registro civil y no recuerdo nada de antes. ¿No existo? Y ya no puedo hacer nada. Hasta la única persona en la que volví a confiar me ha apuñalado... -¿Cómo... Cómo Rebecca pudo parar su corazón cuando le dispararon?- Creí que se murió y ahora esto... -Balas con monóxido de carbono, pues hacen que tu pulso no se note. Mike se encargó de que no le diera en puntos vitales y todo fue preparado para que tú lo presenciaras. Ahora que todos tus deseos están cumplidos... Rebecca-

Oí cómo el gatillo del revólver fue preparado y arrimaba el arma a mi frente, mirándome fíjamente. -Lo siento D... No es que seas malo... Al igual que Rolland, yo también tengo familia que salvar...- También como él... ¿Cuánto podrías hacer por desesperación? La mía estaba en su límite. Iba a morir, y por supuesto, el miedo acudía a mí. Lágrimas empezaron a brotar de mis ojos. -Rebecca... ¿Cuánta gente tendrá que morir para que otros se salven...? Dime al menos, como policía, que se acabará el asesinar gente...- Le miré directamente a los ojos y el pulso le temblaba, por lo que podría disparar en cualquier momento o simplemente no hacerlo. -¿Sabes? Si estoy aquí, he de admitir que es gracias a tí...- A pesar de las lágrimas, sonreí levemente. -Aunque todo haya sido teatro... Me iré con unos buenos recuerdos. Gracias.- La expresión fría de Rebecca cambió a una de inseguridad. -Vamos Rebecca, dispara a ese estúpido de una vez, que hay más cosas de las que encargarse- Supongo que él era el Director de C.I.N por lo que sólo daba órdenes. Simplemente cerré los ojos esperando un final.

-No voy a hacerlo- Se negó mientras apartaba el revólver de mi cabeza. -¿Sabes? Si trabajando para esto implica que yo sea como tú... El egoísmo de salvar lo que tú quieres sin que te importe lo que le ocurra a otros... Me niego a seguir trabajando para tí.- Tras esto, Rebecca me quitó las esposas y me puse en pie. En cierto modo, quería golpearle ahora, pues libre me sentía enfurecido, aunque me aguanté, debido a que se ha dado cuenta de la verdad. -Tienes que estar de coña... Entonces mandaré que te maten a tí también. No sabéis quién-g-ggg...- Escuchamos un disparo y vimos que el director se apoyaba contra el cristal sangrando y entraba alguien. Los altavoces se mantuvieron encendidos. -Gracias, vejestorio... C.I.N me ha servido bastante para mi objetivo, de hecho, me habéis facilitado todo. Y ahora, me llevo los chips de control mental.- No puede ser... Ese tipo era Mike. ¿Qué demonios hace aquí? ¿Chips de control mental? ¿Qué va a hacer? -Oh vaya, si sois vosotros dos, qué coincidencia...- Se escuchó una gran explosión. -Ya tengo lo que quiero, y si no salís de aquí, volaréis en pedazos. Viejales, por el bien de mi escape, activaré los chips beta para que la cosa se vuelva loca, a ver quién cae. Espero que duren lo suficiente...- Tras eso, se fue. -Maldito... Escuchad... Detenedle... Con lo de los chips beta se refiere a unos modelos de prueba que se ingieren a través del agua y duran unas 2 horas. Él ha vuelto loco el sistema... Tenéis... Tenéis que detener-le...- Sus últimas palabras antes de morir. Esto que estábamos oyendo era horrible. Ahora mismo mucha gente se ha de estar matando ahí fuera y en este edificio hay explosiones cada dos por tres. -D, tenemos que irnos de aquí- Tras oír eso, asentí. -Vayamos tras Mike, vamos a acabar con esta pesadilla.-