Capitulo 8.

47 2 3
                                    

-Lo veo y no lo creo.-se burló Ross con mi nuevo "disfraz" de porrista.
-Por favor, cállate.-le dije riendo.
-Es que... ¿Porrista?.-Cubrió su rostro con ambas manos- Debe ser un buen plan el que tienes.-Se cruzó de brazos resistiendo más de su risa.
-Eso espero yo.-Sonreí-Si todo sale como lo he planeado, mataré tres pájaros de un tiro.-Ross negó con la cabeza sin dejar de sonreír.-¿Irás?.
-Claro, tengo que ir a verlas.
-¿Verlas?.-Le pregunté indignada.
-Si.-Contestó sonriente-¿Celosa, amor?.
-Mucho.-Le contesté sincera y soltó una carcajada para luego abrazarme.
-Tú tienes claro que nadie te quita el número uno.-Me dijo al oído e inmediatamente pasé mis brazos por su cintura encadenándolo a mí.
-No sé que haría sin ti, Ross.-Lo solté.
-Ni yo sin ti.-Sonrió de costado.
-No me mientas Crow.-Reí-Estarías mucho mejor sin mí-Era la pura verdad.
-Pero todo sería muy aburrido.-Dijo después de reírse.

Las clases pasaron rápido, por donde quiera que pasara, atraía aún más las miradas con el uniforme. Daba por seguro que todos estarían interrogándose si yo estaba en las porristas, incluso con Shaniece como capitana del cuadro. Afortunadamente el llamar la atención no es algo que me pudiera poner nerviosa. Si así lo fuera, mis uñas estarían acabadas.

Tanto las porristas como los jugadores llevaban el uniforme. Tenía que ver en hacerle promoción o celebrar el partido de hoy en la noche.

Dieron las siete de la noche y ya estaba en mi auto conduciendo hacia el campo del colegio adversario. Ahora nos tocaba ir de visitantes.

Bajé del auto e inmediatamente la fuerte música me arrolló, grandes cantidades de personas entraban al campo. Reconocía a unas gracias a los colores blanco y negro que vestían, otros eran violeta y amarillo, los colores del equipo contrario.

-Llegas tarde.-Me reclamó Shaniece.
-Son las siete y diez.-Le informé indicándole mi reloj-Hoy a la mañana me has dicho que llegara a las siete y cuarto ¿Verdad?.
-Rápido, ve y alístate.-Me ordenó.
-Ya lo estoy.-Sonreí tiernamente.
-Tu cabello sigue suelto.-Reiteró
-Si, lo sé. Lindo ¿No crees?.-Le sonreí nuevamente, eso la hacía enojar aún más.
-Claramente te dije que nada de cabello suelto, átalo.
-¿Por qué tú y esas gemelas si lo pueden traer suelto.-Le dijé seria. Holly y Steff traían el pelo suelto.
-Porque yo soy la líder, así que átalo.-Me entregó un par de listones blancos y negros.
-Ya verás que algunas cosas van a cambiar aquí.-Le dije amenazadoramente tomando de mala gana los listones de su mano. No podía hacer nada, ella era la líder.

Me dirigí al vestuario lo más rápido que pude, hasta que logré encontrarlo.

Entré y me encontré con Lily, no pude evitar reír al verla tratar de atar su cabello con esos ridículos listones. Volteó a verme, sonrió tímidamente y regresó su mirada al espejo.

-A ver...-Le dije acercándome, solo me miraba con cara de "¿Y esta bipolar?"

Tendí mi mano para que me entregara los listones, hice la coleta en su cabello y de mi bolso saqué un enorme paquete de "Invisibles". Con los cuales ayude a sujetar los cortos mechones de cabello que se escapaban.

-Listo.-Le dije y me sonrió.
-Gracias.-Dijo aliviada-Me estaba volviendo loca.
-No es nada.-Le dije seriamente, mas no llegando a los frío. Digamos, con mi tono natural de hablar.

Ella salió del baño y yo acomodé mi pelo previamente alisado, rápidamente lo até en una coleta alta y puse los benditos listones.

Entre chiflidos y vulgares alagos llegué al campo.

NarcissisticDonde viven las historias. Descúbrelo ahora