Cartas

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Aun no lo podía creer.

Se fue, se fue sin un adiós, sin un asta pronto. Se fue sin despedirse, sin avisar.

Me dolía, pero tenia que ser fuerte, tenia que seguir adelante pasara lo que pasara.

Recuerdo que el me dijo que nunca hay que detenerse por algo, y en este caso ese algo era el.

Tenia que levantarme pero esta vez había caído.

Sabia que no me podía rendir, pero el era mi todo, mi mundo, mi mapa en el laberinto y dejarlo ir no estaba en mis opciones, pero lo tenia que hacer ya que no había otra solución.

Era hora.......

Había empesado, era la ultima vez que lo vería, pero no de la forma que quisiera.

Se veía tan indefenso y tan mal en esa caja en la que estaba recostado, que no podía mas, con el simple echo de verlo recostado, indefenso, me dolía. Parecía dormido, y eso de alguna manera me reconfortaba, se veía feliz, eso es lo que esperaba. Todos estaban mal por el, pero yo?, yo estaba feliz, porque descansaba.

No lo iba a dejar por nada del mundo, sentía la necesidad de decirle lo que me pasaba, sentía que el debía saber lo que hacia.

Cada carta que le escribiese se la dejaría encima de la tierra que lo cubría, yo se que las leerá, aunque el sobre no se abra, pero se que lo ara.

Porque el estará siempre ai aunque no lo vea, se que no sera fácil estos días sin el, pero lo lograre, el sabia todo de mi y se que todabia seguirá teniendo en cuenta todo lo que aga.


El adios de mi atardecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora