¿¡ Nueva Mansión!? (fanfic de Harry Potter)

CAPÍTULO 20

CAPÍTULO 20

Desperté con un dolor de cabeza terrible, ¿Cuanto habría tomado la noche anterior? Hice un sonoro quejido por lo pesado que sentía el cuerpo, abrí un poco los ojos, todo a mi alrededor estaba oscuro, ¿Dónde estaría? Intente visualizar algo, pero mi visión no mejoraba.

El colchón se movió y no había sido yo, me senté precipitadamente mirando a mi lado, había un hombre aquí, a mi lado, ¡AQUÍ! ¿QUÉ MIERDA HABIA PASADO ANOCHE? Tenía una nebulosa desde que llegaron Zabbini y Nott a bailar conmigo y mis compañeros de oficina. Miraba a mi acompañante de cama, no lo reconocía, y la oscuridad no ayudaba mucho; volví a mirar la habitación, era mi habitación, uff... por lo menos estaba en mi casa y podría echar a esta persona apenas se despertara. Él hablo dormido, buscando algo a su lado – mione... salgamos de aquí... - ¿qué? ¿Me conocía? Dio la vuelta hasta pegarse a mi – acuéstate de nuevo preciosa.

Lo mire con espanto, - sal de mi casa ¡YA! – él pego un salto ante el grito, a pesar que se había sentado no le reconocía las facciones, se refregó la cara con una mano y me miro, o eso creo que hizo.

- Hermione, ya basta, es muy temprano para levantarse – vi su sombra acercarse y me beso... chan ... quien se creía este, ni había cerrado los ojos, él intentaba que abriera la boca mientras me tomaba en brazos y me intentaba acostar debajo de él, lo empuje con un brazo, sin poder moverlo y cuando se separo un poco.

- ¿qué mierda haces? – intentaba correrlo, que saliera de encima de mí para bajare de la cama, este extraño estaba loco, como se atrevía a contradecirme y en mi casa.

De pronto esta persona prendió la lámpara de la mesa de luz y me quede cegada por un momento, hasta que lo enfoque y me quede con la boca abierta al descubrir quién era.

- ¿Malfoy? ¿¡Qué mierda haces en mi cama!? Y besándome, hijo de puta – Draco me miraba medio dormido todavía, estaba despeinado, completamente despeinado y me escrutaba con una mirada de incomprensión total.

- ¿Qué dices mione? Como que qué hago en tu cama, tú misma me arrastraste hasta aquí anoche – mi boca se abrió por la sorpresa de su comentario. – No sabes lo que me costó controlar que no me desvistieras por completo, - y recién en ese momento mire su cuerpo, estaba sin la camisa que llevaba la noche anterior, pero si llevaba los pantalones, sin cinturón; largue un suspiro, por lo menos no había pasado nada, pero yo si estaba hecha un desastre, seguía con mi camisa, la cual tenía varios botones rotos al comienzo y no llevaba mis pantalones, solo estaba en culote, y mis medias de lycra hasta la rodilla, ¿Qué espectáculo habría dado para terminar así? Él se había vuelto a acostar, tapándose los ojos con su brazo para que no lo molestara la luz. – ahora me dejaras dormir en paz... no he pasado tan buena noche en mucho tiempo pero que me hicieras dormir casi de madrugada no me ayudara a trabajar en unas horas.

Qué vergüenza, mi estado personal era espantoso y a él que me había traído a casa lo estaba tratando como un violador.

- Claro – no podía ser descortés, lo dejaría dormir un poco y yo me iría a otra habitación – apaga la luz, yo me voy al cuarto de Rose.

Largo una risa muy poco disimulada – ¿en serio? – Me observo con un ojo, un poco de color subió a mis mejillas – creo que ahí está Zabbini con alguien, yo que tu no los interrumpiría.

- ¿Qué qué?

- Vamos, todas las habitaciones están ocupadas, pero es momento de dormir no de hablar – alargo la mano para apagar la luz – acuéstate de una vez mione – lo mire espantada, volvió su mirada a mi otra vez – ¿Estas esperando a que te vaya a buscar? – se levanto en uno de sus codos - porque si lo hago es para seguirte besando y hacerte mía.

¡Dios! Sentía que estaba como un tomate, como se atrevía a decirme cosas así, ni que fuera una de sus putas.

- Voy a cambiarme primero.

- No Granger – ahí sí que se sentó del todo – te vienes a la cama y dejas de poner escusas – gruñí mientras lo miraba ceñuda, me hizo amago de empezar a pararse y me acerque lentamente – vamos que de todas maneras te ves estupenda con esa ropa.

- ¡Malfoy! – rio más fuerte que antes, y sin avisarme apago la luz. Corrí a la cama en ese instante y me tape hasta el cuello.

- No es que te vaya a comer – por debajo de la sabana me tomo de la cintura y me acerco a él, sentí su perfume impregnado en mis sabanas, que delicia – estas esperando que no haga nada teniéndote así al lado, me debes el haberme despertado.

Mis orbitas se abrieron mientras sentía que me volvía a besar, y aunque no era correcto y mucho menos teniendo la relación "conocidos cercanos", en donde nos había categorizado, le respondí al beso suavemente.

Ya todo se había ido al carajo la noche anterior, aprovecharía también esta situación a mi favor. El beso era tan dulce y sensual a la vez, le debía dar crédito a Draco, creo que nunca habia vivido un beso tan suave y moja bragas como este, Draco sabía bien que hacer, me paso la lengua lentamente por mis labios y después seguí dando pequeños besos por mi cuello mientras que acariciaba con una mano mis costillas y bajaba lentamente. Iba dejando un camino de pequeños besos por mi clavícula y volví a subir por el otro lado de mi cuello. No lo podía evitar más, lo tome con brazo por la espalda y con la otra tome su rostro y lo acerque de nuevo a mi boca, me estaba haciendo desearlo demasiado y mi autocontrol había salido a volar y no lo dejaría volver.