Capítulo 5

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Ya van 2 semanas desde que Almendra se fué, nada es lo mismo.

Ya no me hablo con Humberto, mi único amigo es Alejandro pero siempre sale, así que, prácticamente casi nunca hablo con nadie; excepto por Silvia que nunca se pasa 2 horas sin hablarme, aunque yo sigo sin sentir nada por ella. Me dijo para salir hoy, aunque no tengo muchas ganas, no tengo nada mejor que hacer.

Estuvimos caminando durante una hora hasta que nos sentamos en unas bancas y comenzamos a hablar. Me comenzó a decir que yo le gustaba y que si yo sentía lo mismo. Yo le dije que si -mintiendo- entonces ella se acercó y me dió un beso, yo me quedé helado; y acto seguido, me paré y me fui directo al orfanato.

Al llegar vi que tenía 3 llamadas pérdidas de Silvia, le tomé poca importancia y me fui a dormir. Al día siguiente, me encuentro con Silvia en la tienda; ella me pide explicaciones de por qué me paré. Tuve que confesar y decirle que estaba completamente enamorado de otra chica; me respondió:

- Y entonces, ¡¿por qué me dijiste que te gustaba?!
- No quería herirte...
- Pues fallaste... -comenzó a llorar-
¡Eres un idiota! ¿Cómo pudiste
hacerme eso?
- Lo siento... No fue mi intención...
- Esto se merece más que un "lo siento"
-Perdón...
-No te perdonaré tan fácil.

Al terminar la frase, se fue lo más rápido que pudo sin mirar atrás.
Cuando llegué a mi cuarto me tiré en mi cama a pensar... Me sentía muy mal, no porque me gustara; sinó, porque había perdido a una persona que me quería mucho.

Era algo raro despertar sin ver un mensaje suyo, quería pedirle perdón, pero ella no me quería ver ni en pintura.

Tal vez tenga razón con respecto a que soy un idiota, no la culpo; admito que lo fui.

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⏰ Última actualización: Oct 12, 2015 ⏰

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¿Cómo me quito la máscara?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora