Hace, dos, quizá tres años, dos cigarrillos y una taza de café se encontraban sobre mi buró.
Desperté abriendo los ojos con semejante lentitud y debilidad, mientras estos se abrían, logré ver los pocos rayos de sol de la mañana entrando por mi ventana, y sentí un ardor en mi garganta. No se porqué, pero de la nada comencé a escuchar un zumbido en mi cabeza y luego, el reloj de la cocina empezó a sonar, tic tac tic tac.
No quería levantarme porque apenas sentía las piernas, e inclusive tenía la sensación no de recordar nada de lo que pasó la noche anterior, luego, giré la cabeza, vi una botella vacía de whiskey en el suelo... Y comprendí la situación.
En fin, me sente en la cama, agarre mi teléfono y vi la hora. Tremendo sobresalto me dio al ver que era casi ya medio dia, y francamente, ya no sabía que hacer puesto que yo tenía un mensaje de mi amigo Angus Mendoza de que esa noche había un pequeño evento musical en un bar de la ciudad; yo solía ser vocalista de una banda llamada Jhonny And The Tlacuaches Party (un nombre... extenso, lo se) así que solamente me puse una chaqueta de cuero que tenía arrumbada encima de una vieja batería en mi apartamento, y me fuí.
Al llegar, lo primero que vi, fueron esos ojos tan... llamativos. Daniela Lisovsky, toda una caza talentos, pero no porque trabajara para una disquera, más bien, se acuesta con cualquier 'músico' que se le ponga enfrente.
Mi ex-novia de la secundaria.
Decidí fingir que no había notado su presencia, y espero que ella lo haya notado, de cualquier manera, entre al bar por la puerta trasera, muy sigilosamente, al subir, vi a mis amigos ya listos para tocar. Angus Mendoza, un empedernido fumador, amigo desde la facultad, tocando el contrabajo, Matias Gutierrez, un alcoholico social tocando el piano, y su hermano Alexander en la bateria, yo tocaba guitarra, y mientras terminabamos de afinar, recordé que un chico llamado David me había dado su número por si queria a alguien que tocará el saxofón, y me iba a decidir llamarlo, pero no creí que pudiese llegar tan rápido, así que seguí afinando mi guitarra.