●Narra Dustin
Siendo sincero, solo me había puesto los audífonos para hacer algo, no queria irme, ya sentía que la sala de música era mi lugar.
Tampoco queria tocar, me daba un poco de verguenza al frente de Maddie, y no queria interrumpirla en su melodía.
~I got all I need when I got you and I..~
(Tengo todo lo que necesito cuando nos tengo a tí y a mi...)Su voz era hermosa, cantaba tan facilmente, pero no tocaba los versos completos... solo los más significativos.
~I'm stuck in the dark, but you're mi Flashligjt, you gettin' me, gettin' me throught the night~
(Estoy atrapada en la oscuridad, pero tu eres mi linterna. Me encontrarás, me encontrarás a travez de la noche)Y de repente para, y se escucha algo muy fuerte.
Se apagan las luces, y me levanto cuando Maddie se dirige a la puerta.
Al abrirla veo unas pequeñas llamas anaranjadas.
Ella la vuelve a cerrar de un portazo y cae en el piso, tosiendo un poco y parpadeando.
Me acerco a ella y la ayudo a parar.
-¿Qué sucede?- pregunto confuso
Ella me mira un segundo, con sus enormes y brillantes ojos verdes llenos de preocupación.
-Un incendio- dice, y se sienta en el piso-. Estamos atrapados.
-¿Atrapados?- pregunto alzando la voz
-No alces la voz- dice ella en un sollozo y escondiendo su cara entre sus rodillas.
-Lo siento- me escuzo-. Pero... ¿Un incendio?
-¿No viste cómo me alteré y salí cayendome de culo?- dijo ella alzando un poco la voz.
Me mordí el labio y miré la puerta, por debajo de esta entraba un poco de humo.
-Vamos- dije acercandome a ella-. Levantate
-¿Por?- dijo ella
-¿No es obvio?- dije cogiendola del brazo-. Hay que salir de aquí
-¿Cómo?- dijo ella ya parada y cruzandose de brazos
-¿Por la ventana?- dije como si fuera obvio
-Las ventanas están laminadas- dijo ella-. No las destruye ni una bala ¿No has prestado atención?
-Am... no- respondí, y era cierto.
-Lo único es por la puerta- dijo ella volteando la cabeza a verla
-¿Estás loca? Como dijiste, te alteraste al abrirla y caiste de culo
Ella rió y se acercó un poco a la puerta
-Se vino el fuego por el aire, si abrimos la puerta habrá paso... o eso creo
-¿Crees?- respondí
-Voy a abrirla
-¿Y quemarnos?- dije
-Te vendría bien un bronceado- respondió ella acercandose a la puerta-. La perilla...- miró para varios lados-. Necesito algo largo para abrirla
-Um... ¿La mano?- dije
-Intenta pues- dijo ella cruzándose de brazos
-Vale- respondí, y me encaminé a la puerta
Puse la mano como si nada sobre la perilla y al momento salí volando de culo hacia el piso.
Mi mano ardía colo el infierno, y yo no dejaba de maldecir
-Mierda, mierda, mierda- exclamaba
-La perilla- comenzó Maddie-. Es de metal, genio.
Seguía con la mano ardiendo, y ví que me salian varias quemaduras.
-Levantate- dijo Maddie, y yo eme levanté como pude-. ¿Te dolió?
La miré impasible, con la mano palpitando
-No- respondí con una sonrisa-. Es más, quisierra hacerlo otra vez- alcé la voz
Ella hizo un ruido de impaciencia y se dirigió a unos armarios
Los abrió y de uno sacó un clarinete largo.
-Supongo que con esto...
Y de repente del techo cayó un pedazo de tubo de metal y le cayó en la mano con la que sostenía el clarinete.
Gritó, dejando caer el clarinete, y cayó al piso cogiendose la mano.
Me acerqué a ella
-"¿Te duele?"- me burlé, pero al verla sollozar me arrepentí y me agaché junto a ella
Tenía los ojos cerrados muy fuerte, con varias lágrimas resbalando por sus mejillas, la boca en una mueca con los dientes apretados, y soltando pequeños gemidos de dolor.
-Mi mano...- gimió, y más lágrimas salieron de sus ojos cerrados.
Sin pensarlo, cogí suavemente su mano y la acaricié con el dedo pulgar.
Ella seguía con los ojos cerrados y gimiendo un poco.
Al cabo de un rato dejó de llorar y abrió los ojos lentamente.
Yo seguía acariciandole, y ella inhaló y exhaló unas cuantas veces.
-Sí- dijo de repente
-¿Qué?- pregunté confundido
-Sí me duele- dijo ella quitando suavemente su mano y levantandose-. Ahora el techo se está cayendo, por lo menos el clarinete no está roto.
Lo volvió a coger con notable dolor y se hizo a mi lado.
-Solo tengo que empujar la perilla hacia abajo y empujar la puerta, pero no tengo sucifiente fuerza con esta mano- levantó la mano quemada-. ¿Me ayudas?
Miré el clarinete, y luego la puerta, luego la miré a ella y asentí con la cabeza.
Ella apretó los labios y yo cogí el clarinete.
Nos acercamos a la puerta y pusimos el clarinete sobre la perilla
-Fuerza- dijo ella, y los dos hicimos que la perilla bajara-. Empuja- y al empujar la sala de música se llenó de aire caliente y los 2 comenzamos a toser.
Cuando se disolvió un poco el humo vimos que había un poco de lugar para pasar.
Yo fui primero, y vi que la puerta no estaba muy lejos.
-Vamos juntos- dije, y ella levantó una ceja-. Al lado del otro- corregí, sonrojado
Maddie se me acercó y me cogió el brazo, salimos aún tosiendo y tapando nuestras bocas con la mano
-Esto es demasiado- dijo ella entre tos y tos
-No hables, no quiero que que te algo
Y al decirlo supe que fue mal, ella suspiró y me cogió más fuerte el brazo.
Caminamos por el pasillo lleno de pedazos de techo caido y algunas llamas extendidas.
En un momento tuvimos que correr porque casi se cae un pedazo de techo encima de nosotros, y Maddie quedó abrazada a mi.
A 3 puertas de la salida, ella calló al piso tosiendo.
Y yo corrí a ayudarla.
ESTÁS LEYENDO
Llorar no es una Alternativa [University Life]
Casuale¿Será que los secretos duran? ¿Que el amor se toma en serio? ¿Que las lágrimas se secan? ¿Que... llorar no es una alternativa? Tratando de superar un pequeño incidente de sus 5 años, Maddison Colligan es una chica de 17 años que tendrá que enfrentar...