Introducción

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- Relatado por el ángel -

El estaba apunto de hacerlo, el baño que era completamente blanco se había tornado de un color carmesí a causa de los cortes que tenia en sus antebrazos y en sus piernas, el pequeño lava manos tenia 3 navajas ensangrentadas y un frasco lleno de pastillas. El agarro un vaso de vidrio y lo lleno de agua para luego tomar gran parte de las pastillas, pero antes de lograr hacerlo sonó el celular que se encontraba en su cuarto.

Camino por el pasillo que estaba completamente oscuro hasta legar a su cuarto, cuando llego a el tomo el celular y contesto la llamada con algunas lagrimas en los ojos.

-Si...?

-Estas por hacerlo de nuevo no? - Dije al teléfono mientras lo miraba por una ventana que se encontraba en su cuarto - No te salvare siempre que intentes suicidarte sabes... Tengo otras cosas para hacer.

Al escuchar mi voz el se puso nervioso y rápidamente corto la llamada, comenzó a respirar agitado y empezó a golpear todo lo que encontraba a su paso rompiendo un par de frascos de vidrio que terminaron esparcidos por el suelo. El comenzó a llorar y se arrodillo en el suelo de la sala, yo entre por la puerta principal y me diriji a su cuarto.

-Deberías dejar de hacer esto... - Lo levante del suelo y lo recosté en su cama mientras el seguía llorando - No comprendo por que sigues llorando, ya dejaste de sangrar y tus heridas están bastante bien.

-Nunca comprendes los sentimientos de una persona, eres tan insensible... Posiblemente si me suicidara a ti te daría lo mismo no?

*Debería decirle que soy un ángel* pensé mientras miraba sus brazos, pero no podía hacerlo, si lo hacia el podía decirle a alguien mas y seria muy peligroso para mi. Me quede mirándolo un rato mas hasta que se quedo dormido, fue entonces cuando roce levemente sus brazos y sane todas sus heridas dejándolo como si nunca se hubiera autolastimado.

El Ángel CaidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora