Hermana de Niall Horan

20

Thalia despertó sola en el cuarto de Zayn. Se revolvió en las sábanas unos minutos y se sentó. Todo estaba muy silencioso.
-¿Chicos? -llamó en un susurro. Cerró sus ojos con fuerza y se cubrió con las sábanas. No le gustaba sentir que había vuelto a casa.
-¿Amor? ¿Estás despierta?-preguntó Harry, asomándose y suspiró al verla completamente tapada.
-Si.-suspiró y se destapó de golpe.
Harry se arrojó a su lado y ella se puso sobre él, feliz.- Buenos días, mi vida.
-¿Por qué tan feliz?-rió él, rodeándola con sus brazos.
-Porque no estoy en casa y porque estás conmigo.-sonrió ella y lo besó.- Siempre estás conmigo.
-¿Por qué no lo estaría?-rió.
-Porque...-dijo y se apoyó en su codo sobre el pecho de él.- Teniendo tantas opciones en el mundo, ahora podrías estar con cualquier belleza.
-Pero solo te amo a vos. Bueno... a mi mamá también.
-No sé cómo es que me amas pero espero que eso no deje de ser así.
-Dalo por hecho. Ahora, vamos a ver si mi nenita tiene fiebre.- besó su frente e hizo una mueca.- Creo que voy a tener que despertar a Liam.
-¿No podes quedarte un rato más? -preguntó haciendo puchero.
-Si fuera por mi, me quedaría toda la vida, pero necesito que mejores antes de que empiece la gira, amor.
La besó rápidamente y fue a buscar a su amigo.
Lia se dejó caer en la cama otra vez y buscó su teléfono. Había llamadas perdidas de Niall. Suspiró. Era muy temprano para llamarlo. Entonces reparó en que ella estaba en la cama de Zayn pero el moreno no estaba ahí. Salió del cuarto y comenzó a buscarlo. Lo encontró dormido en el cuarto de Niall y se escabulló bajo las sábanas hasta estar a su lado. Él sonrió adormecido y la rodeó con su brazo.
-Buenos días.-dijo con voz ronca.- ¿Es cómoda mi cama?-ella asintió.- La extraño. ¿Vos estás bien?
-Estaba acá hace un segundo.-escucharon decir a Harry y Zayn rió.
-Tengo una prófuga conmigo.
-No sabía dónde estabas.-susurró.
La puerta se abrió y aparecieron Harry y Liam.
-Nunca vuelvas a asustarme tan temprano.-se quejó Harry y ella rió suavemente.
-Te amo.
Escucharon como la puerta se cerraba de un portazo y unos pasos apresurados se acercaban por la escalera.
Un Pier despeinado y asustado se hizo presente. Todos fruncieron el ceño mientras él caía junto a ella.
-Perdón. -sollozó bajito.- Perdoname. Perdón, Lia. Perdón.
Nadie entendía nada pero ella sintió que Greg tenía algo que ver.
-Pier...-susurró.
-Yo no quería lastimarlo. Estábamos enojados y no nos controlamos. Él... no soportaba más que siempre hicieran lo mismo y ahora no se despierta y....
Los ojos de Lia se llenaron de lágrimas y corrió fuera de la habitación, bajando las escaleras y saliendo a la calle. Comenzó a correr en la fría mañana con su pijama a rayas y su pelo revuelto con los pies descalzos.
Unos brazos la rodearon y ella se encontró llorando en el pecho desnudo de Liam. Suplicaba bajito cosas inentendibles y se aferraba con fuerza a él.
-Shh. Tranquila. Lia, tranquila. Todo va a estar bien.
Cuando entraron en la casa, Lia se veía triste y enojada.
-No, Niall...-decía Louis al teléfono. Ella se lo sacó.
-No me lo dijiste.-dijo temblando un poco por el frío, un poco por el enojo, un poco por el miedo.- Te pedí que me lo dijeras y no lo hiciste. Te odio. Te odio.
Harry la tomó en brazos y le sacó el teléfono.
-No lo odias.
-Si.-dijo secándose las lágrimas.- Lo odio. Nunca me cuenta nada. No existo para él. Él me odia y yo a él.-lloró como una niña pequeña.- Ojalá nunca hubieran vuelto para año nuevo. Ojalá nunca hubiéramos viajado. Ojalá nunca hubiera nacido.
-Basta, Thalia.-dijo Harry y todos guardaron silencio, sorprendidos.- No odias a tu hermano y él debe tener sus motivos para no haberlo dicho antes. Ponete en el lugar de él,  no quiere a su hermanita sufriendo. Ahora vas a llamarlo y a decirle que no lo odias.
-No.-dijo cruzándose de brazos e ignorando las lágrimas.
-¿No?-ella negó.- ¿Segura?- ella asintió.- Está bien. Si no podes ponerte en el lugar de él y dejar de ser tan chiquilina, entonces no creo que puedas llevar una relación de forma madura.
-¿Qué? -preguntó con un hilo de voz.
-Que terminamos, Thalia.