17 años

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Era mi primer año de bachillerato, mi penúltimo año antes de ir a la Universidad.
Yo quería estudiar derecho, la misma carrera que estaba estudiando él.
Siempre estuve segura que terminaría su carrera, era muy buen estudiante.

Era un chico responsable.Me había enamorado de un chico responsable.Un chico que no se drogaba, un chico que no salía cada fin de semana y mucho menos de un chico que tomaba alcohol.
La mayoría de las personas creen que las mujeres nos enamoramos de chicos malos, chicos que no saben tratarnos bien o que no nos valoran.
Pero yo tuve la mejor suerte del mundo.Me enamoré de la persona que más bien me podría aportar a mi vida, una persona que podía cambiarme para bien y así lo hizo desde el primer momento.Nunca supe cómo agradecerle todo lo que había hecho por mi.

Nunca olvidaré aquellos días en los que lloraba.Me partía el alma.Estábamos muy unidos y si a él le disparaban yo sufría las balas.
Él era la bala más profunda.Era la bala más dolorosa.Era la única bala por la que me moriría de dolor.La única bala que dejaría que se quedara clavada y así fue, se quedó clavado en mi pecho izquierdo ( y nunca más salió de allí).

Mis 17 fueron increíbles.
Me encantó ese año.Hice nuevas amistades en el colegio que empecé bachillerato y la amistad con mi mejor amiga se hizo más fuerte que nunca.
Mi vida familiar mejoró y hicimos viajes familiares que nunca olvidaré.
Nunca olvidaré ver a hermano pequeño convirtiéndose en un adolescente.

Mi hermano pequeño había dejado de ser pequeño.Y yo ya me estaba convirtiendo en toda una mujer, a penas me faltaban meses para mis 18 años y bueno algo que me hizo sentir triste fue ver envejecer a mis padres, esa sensación fue lo peor.

Mi madre seguía siendo preciosa, pero ya tenía arrugas y mi papá había empezado a perder su cabello negro.
Mi abuela nunca dejó de fumar, incluso con casi 70 años seguía con su cajetilla de Malboro, intenté quitarle su vicio, pero no pude.
Mi abuelo murió de cáncer de pulmón y nunca entendí el porque mi abuela después de eso no lo dejó.Le gustaba pagar para morir (supongo) aunque esa mujer junto con mi madre serán las dos mujeres de mi vida.

Siempre serán las mujeres de mi vida.

KilómetrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora