¿Nunca pensaron que tenían demasiada o poca suerte? Yo sí. Soy una persona que se cree todo y analiza las situaciones dándole significados fantásticos. Por eso, hoy decidí hacer algo. Saldré con cascos y BlackBerry en mano, comprobaré mi teoría de que alguien me vigila y cuida a cada momento. ¡Será divertido! Y si me atropella un coche... pues también comprobaré que tengo muchos pájaros en la cabeza. Por cierto, me llamo ______, tengo diecisiete años y vivo en Los Ángeles. Me meto en la ducha manteniendo la idea, cuando salgo aun la mantengo en mente y mientras me arreglo sigue resonando la voz de mi conciencia diciendo que no será bueno, a mi imaginación gritándole chorradas y a mi corazón chillándome a voz en grito que las haga callar. Me dirijo al armario y saco un vestido verde en forma tubo, una cazadora arremangada vaquera y mis sandalias favoritas. Me peino el pelo castaño dejándolo a su antojo, coloco perfume por mi cuello y muñecas y me despido de mi hogar con las llaves, gafas de sol, BlackBerry y cascos. Cierro la puerta a prueba de ladrones y me meto en mi mundo musical. La voz de Justin Bieber a los quince años me envuelve por completo, llevándome a un mundo lejano al que marcan mis pasos. Camino sin mirar a ninguna parte dejando que mis pies hagan camino, enredo y cierro los ojos sintiéndome en un Vídeo Clip musical de los tantos que me gustan. Me siento en el séptimo cielo, como si los ángeles cantasen a mi oído y es que tengo la sensación de que alguien hay detras de mi, cantando animadamente sobre mis tonterías y de lo adorable que parezco. Alzo las gafas poniéndolas sobre mi cabello y me siento en la terraza de un bar, la mesa esta limpia y sin nada, giro mi cabeza hacía la sintonía que suena en mi teléfono y cuando regreso la mirada a la mesa tiene puesto un mantel. Un camarero trae una Coca Cola que ni he pedido y me siento protegida por algo o alguien. ¿Quizás un ángel de la guarda? Canturreó la canción y a mis oídos llega la respuesta de ese gran vocal que se encuentra invisible a mis ojos. Me levanto como fui y se que han dejado dinero en la mesa, no sé como pero lo presiento. Vuelvo a mi tarea de no mirar por donde ando y el tráfico suena a mis lados pero no en mi, donde ahora Rihanna es la voz que hincha mi pecho. Oigo cristales rotos al pasar por mi lado, un jaleo de una pelea y como de nuevo cristales se rompen cerca de mi, y tengo prueba de que alguien esta a mi lado al notar una figura transparente romper el escaparate de mi derecha. Sigo caminando tranquila, ahora al son de Katty Perry con su hit Firework. Entonces un escalofrío pasa por mi espalda y siento que algo me llena además de la música, alguien. Y ese alguien se acaba de reflejar en la pantalla de mi móvil. Un rubio de los ojos azules más hermosos que he visto. Y ya estoy segura de que es también, un ángel, su aureola lo ha delatado. Una sonrisa confidencial se forma en mi cara a la vez que se termina la canción y un coche me lleva por delante. ¿Y aquí acaba todo y se vuelve negro? No..., estoy junto a él, cerca de mi cuerpo y también me dirige una mirada de 'no podías vivir sabiendo este secreto'.
-______-Le extiendo la mano con energía.
-Tu ángel de la guarda veinticuatro horas al día, Niall Horan.-Me besa la mano y me sonrojó, como si la sangre no estuviese esparcida por el suelo y fluyese por mis venas calentando mis mofletes y el contorno de mi cara. Y se que este lindo ángel, me va a dar aun más que pensar ahora que lo conozco.
FIN :)