Capítulo 7:"Historias cómplices"

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¿Por que siempre me pasan este tipo de cosas a mí? ¿Que le he hecho yo al mundo? ¿Era necesario que mi padre fuera precisamente Enigma? ¿De verdad?

Mi madre, si es que se le puede llamar así, me miraba con una preocupación que nunca había visto en sus ojos profundamente azules. Eran tan parecidos a los míos...

Me senté en el suelo y lloré como nunca antes había llorado. Siempre me pasa igual, la que se tiene que joder siempre soy yo ¿Verdad?

Ella se acercó a mi al verme llorar y empezó a acariciarme el hombro en un gesto tierno y cariñoso, muy raro en ella.

-Cariño, tranquilízate, no es tan malo como parece... Tu padre era un genio de la tecnología, con una inteligencia que me dejó perpleja desde el momento en que le conocí. Riddler siempre había sido más bueno de lo que parece, el nunca habría matado a nadie sin darle una oportunidad de vivir... Pero claro, todo se complicó cuando  te di a luz; él se volvió completamente loco por ti, estaba obsesionado con tenerte a su lado y que fueras su aprendiz. Y yo te tuve que salvar de sus garras, aunque al final terminase siendo una vulgar prostituta y una adicta a las drogas.

En ese momento, me di cuenta de que mi madre lo había dejado todo por mí, aunque me hubiera tratado como una mierda. Sentí compasión por ella por primera vez en mi vida e instintivamente apoyé mi cabeza en su hombro y me calmé al instante.

-Mama, ¿Como os conocisteis?

Una caricia suya en el pelo me hizo estremecer. Nunca me había tocado con esa dulzura tan maternal.

-Fue en mitad de una pelea que tuvo con mi hermano. Mi hermano estaba intentando atacarle con una navaja por que había perdido una partida de poker y quería que le devolviera el dinero que había apostado el muy idiota, pero Riddler en cambio le dijo: "¿Esto es a lo que quieres aspirar en la vida? ¿A robar como un inútil?". Ese fue el momento en que mi hermano se abalanzó sobre él, pero se lo quitó de encima al momento y le dijo: "Haber si resuelves este acertijo: ¿Como se le hace esperar a un estúpido?... Te lo diré luego". Me reí a carcajadas, creo que me reí más de lo que nunca me había reído en años. En ese momento, me miró y su sonrisa me dijo en ese instante que toda mi vida iba a cambiar.- En sus ojos se podía ver que le echaba de menos más de lo que quería admitir. 

-Dios mamá... Veo que tu también has sentido lo mismo que yo...- Suspiré aliviada al saber que alguien me entendía.

-Mi vida, dime, ¿Quién ha sido el afortunado?.

-El Joker...

Ella se rió a carcajadas. No me enfadé con ella por eso, que va, ya estaba acostumbrada a que se ría de mi, así que esperé a que se le pasara.

-Bueno, te entiendo, la verdad es que esta muy bueno ¿Eh?. Yo me lo habría tirado sin necesidad de dinero.

Me horroricé sólo de pensarlo.

-¡Mamá, no digas esas cosas!

Ella puso los ojos en blanco y bufó.

-Perdona, que no me acordaba lo sensiblona que eras, pero todo hay que decirlo chica, la verdad es que tienes buen gusto.- Me guiñó un ojo con complicidad.

-Pues si, la verdad es que esta muy bueno, y es sólo mió.- Me reí a carcajadas hasta que mi madre señaló una figura que había delante de los barrotes con la boca abierta de sorpresa. Me giré para ver que estaba viendo y vaya con lo que me encontré...

El Joker había escuchado toda nuestra conversación de marujas y ahora esbozaba una sonrisa de medio lado. 

-Es cierto Clary, soy completamente tuyo.

Me sonrojé tanto que parecía un semáforo en rojo. Me cago en todo...

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