Me encuentro en la situación más incómoda de toda mi vida.
A lo lejos veo como la madre de Choi y el mismísimo jefe, me observan detenidamente mientras conversan. Yo por supuesto que tengo que seguir contestando las molestosas llamadas y agendando más citas para él. De todas formas es genial porque ya tiene otro mes sin descanso.
He hecho bien mi trabajo, ¿no?
Río malicioso ante lo que sería el último día listo para completar el mes siguiente, pero aún me siento intimidado ante esas miradas escudriñadoras. ¿Qué debo hacer en este momento? Bueno, que más, sólo tranquilizarme y no pasarme películas de lo que podría ser una conversación normal y corriente entre madre e hijo, y que han mirado inconscientemente.
Cuando entre las llamadas solicitadas de la empresa, y las posibles citas del subsiguiente mes, veo a la madre de Choi marcharse pero también veo a Choi de pie y pensando quien sabe qué cosas. Eso no debería de preocuparme, ¿cierto? Así que sigo con lo mío.
La mañana ha pasado lenta y aburrida para mi gusto. Curiosamente las llamadas han cesado y claramente es porque les he otorgado citas a los mismos clientes durante este mes y el próximo. De pronto recibo la primera llamada de la tarde y con pereza contesto.
—Choi International.
—Señorito, lo veo en mi oficina en unos minutos y de paso me trae las citas del próximo mes que de seguro ya tiene preparado.
—Claro —cortó sin la educación que lo caracteriza —, jefecito.
Muy furioso me levanto del asiento e ignoro a la persona que se acercaba justo al mesón. Me encuentro con Taemin en el camino y le pido por favor, cómo se debe, para que me reemplace por unos instantes en recepción. No se hace problemas a pesar que es uno de los encargados de Recursos Humanos de la empresa y, para que estamos con mentiras, parece otro recepcionista más. En una de esas, también empezó en ese cargo.
Al subir al ascensor, me mentalizo para la próxima batalla de palabras de mierda que sé que habrá.
—¡Maldito código! ¿Por qué conmigo no funciona? ¡Si es el número que me dijo Taemin! —ingreso por novena vez los dígitos pero ese alguien que me solicita lo hace por mi desde el interior de la oficina. También es un maldito y mi mirada de escarmiento no parece surtir efecto en él. Sólo llego a sentarme muy desganado frente a su escritorio.
—¿Trajo lo que pedí?
—Aquí está —le entrego los oficios y dispongo a retirarme cuando...
—Espera.
—¿Mm?
Carraspeó antes de seguir hablando —. Quiero hacerte una pregunta.
—¿Es sobre mi vida, la de su amigo o una cita? —bromeé con lo último y Choi se puso pálido. Reí porque creo haber acertado —. ¿Entonces es una cita?
—No es exactamente una —dijo titubeando—. Me obligaron, es todo —suspiró pesadamente.
—Oh... Tu madre, supongo —al afirmar, comprendí las miles y millones de miradas en un segundo luz hacia mi posición en recepción durante su conversación —. ¿Y?
—¿Cómo que "y"?
—No creo que quieras que acepte de inmediato cuando nos llevamos terriblemente mal.
—Sólo por ésta ocasión podrías hacerlo —me dice esperanzado.
—¿A cambio de qué?
—¿Cómo que "a cambio de qué"?
ESTÁS LEYENDO
El Favorito del Jefe [MinKey/SHINee]
FanfictionKim Kibum es un chico que ha trabajado durante años en distintas empresas, trayéndole supuestamente "mala suerte" a cada una de éstas. Desea un trabajo pronto y lo encuentra en Choi International, donde es recibido por un atractivo ejecutivo que, fi...