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Holaaa, mi nombre es Adriana, soy nueva en estas cosas jaja, espero que les guste la historia. Dios, que nervios. En fin, disfruten.
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1.

-¡Amy! Al fin llegas.

Vi a Lindsay sentada en mi escritorio.
Ella se había vuelto mi mejor amiga. Nadie en este trabajo te aconseja y te cuida como ella.
Todos son unos trabajadores.
Es eso o es porque yo no soy sociable. Me considero un poco tímida.

-Hola, Lindsay. -le medio sonreí-. ¿Qué haces aquí?

Ella trabaja un piso abajo de nosotros.

-Ya sabes, vengo a ver a mi chica preferida.

-No engañas a nadie. -Levante una ceja-. Vienes a ver a mi jefe.

-Me atrapaste. Pero también vine a ver tu cara, cada vez que tu jefe llega. Te pones toda nerviosa. -se empezó a reír de mi-.

-No me pongo tan nerviosa.

-Por favor. Cuando el pone un pie en el edificio empiezas a temblar.

-¿Y quién no? Ese hombre es muy frío.

-Esta demasiado bueno. -ignoro mi comentario-.

Iba a hablar cuando todos se callaron, vi alrededor y vi la razón.
Nuestro jefe había llegado. Salió del elevador y miro a todos con una mirada demasiado fría.
Siguió caminando hasta parar en mi escritorio.

-Necesito los últimos registros de las compras del mes.

Hablo hacia mi y me quede callada.
Lindsay me miro y me dio un codazo. Reaccione y me sonroje.

-Si, señor Malik.

Sin ni siquiera vernos, siguió su camino hasta llegar a su oficina.
Como siempre, el señor Malik iba directo a su oficina a encerrarse todo el día. Nunca hablaba con nadie más, a menos que sea sobre negocios. La empresa Malik es una de las mejores y tener el cargo debe ser algo estresante.

-Claro, no te pusiste nada nerviosa-estaba reprimiendo las ganas de reír-.

-Ya es hora que te vayas a trabajar, ¿no crees?

-Creo que me quedare una hora más-.

-No te aproveches tanto de tu cargo.

Lindsay era jefe suplente por esta semana. Su jefe, la señora Cooper, está de vacaciones.

Nunca en mi vida dejaría a ella como jefe, seria un caos total. Pero claro, la señora Cooper no tuvo opción. Sus dos empleadas favoritas se habían enfermado del estomago por alguna extraña razón. Esa razón tiene nombre y apellido; Lindsay Miller. Ella les puso algo en su comida, aunque ella lo niega, se que fue su culpa.

-Recuerda que soy la jefe por una semana. -levanta las cejas arriba y abajo-. Puedo hacer lo que yo quiera.

-No te descuides, en cualquier momento te puede llamar Cooper y te pondrá una tarea.

-Debe de estar disfrutando de sus vacaciones en Malibu...-empezó a sonar una canción tranquila-. No puede ser.

Su sonrisa desapareció al instante.
Me acerqué y vi que en la pantalla del celular decía "Cooper"
Nadie llama en plena vacación si no fuera algo importante.

Dear bossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora