¡PLUP! ¡PLUP!

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04/09/2015
Mi sueño de hoy:
Me encontraba en lo más recóndito de un bosque obscuro, caminando con lentitud, con un vestido rojo, y una diadema de mismo color, mis pies lucían unos zapatos de charol; mi apariencia era la de una niña con el pelo suelto que caía como cascada a lo largo de mi espalda hasta la cintura. Esperaba a que algo me atacara, aunque no sabía muy bien qué, todo estaba oscuro, lograba ver un camino gracias a los rayos que emitía la luna entre las ramas de los grandes árboles de aquel bosque.
Mientras caminaba con las manos en el pecho, jugueteando nerviosamente con mis dedos, con la espalda encorvada y la mirada nerviosa, escuche un ruido. Me detuve.

Mire hacia todos lados con la esperanza de lograr ver algo, pero la tremenda oscuridad me lo impedía, yo seguía mirando a todos lados con velocidad en busca del lugar donde provenía aquel sonido que se seguía escuchando. El ruido era como un ¡PLUP! ¡PLUP! Como si estuvieran cayendo pequeñas gotas de agua en un estanque. Mientras mi respiración se aceleraba lágrimas desesperadas brotaban de mis ojos, ya que el temor de ver como se movían los árboles y arbustos sin la oportunidad de ver algo, me encerraba en un shock eterno de temor, frustración y tristeza. Baje la mirada por un momento con los ojos cerrados, abrazándome con miedo, sollozando, apretando con fuerza los dientes, y de pronto...

Sentí cosquillas en la nariz, pasando saliva abrí los ojos con lentitud y en frente de mi había una rosa, tan roja como la sangre, pero con un toque de felicidad y belleza en ella, con gotas de rocío y espinas.

Mire unos largos y delgados dedos color gris obscuro, que sostenían aquella rosa, formando una gran mano, seguida de unos brazos largos como ramas de árboles. Subí la mirada  por completo mirando la silueta de un rostro mal definido y unos ojos blancos como luces de automóvil, en su rostro alcanzaba a percibir una sonrisa chueca, con toques de rojo en ella.
El rostro de aquel criatura se veía amenazante pero nunca me hizo nada.

Cuando vi el rostro de aquella vestía me asuste y sólo abrí los ojos como platos, mi rostro se tornó blanco y mis manos temblaban, al ver que no me hacia nada, mis pensamientos, mis latidos y mi miedo, se aminoraban lentamente, dando un leve suspiro tomando la rosa con delicadeza; el moustro de casi cinco metros, hizo el sonido que al principio me aterraba cuando tome la flor.
¡PLUP! ¡PLUP!...

Y en un pestañear de ojos se fue, escondido entre la oscuridad.
Mire detenidamente la flor con una leve sonrisa en mi rostro esperando saber la razón por la cual me la había dado...
Desperté...

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⏰ Última actualización: Sep 08, 2015 ⏰

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Demasiada fantasía para un sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora