palabras de amor

capitulo 2

Llego a Madrid a las 10 de la noche, el vuelo se me ha hecho larguisimo, pero no pasa nada porque ya estoy en Madrid, nos vamos ha alojar en el apartamento que tiene mi madre en Madrid, allí vivíamos antes de que la ascendieran y no pudiese parar de viajar.
Esta en la avenida de Logroño. Llegamos al apartamento del que yo no recuerdo nada pues aquí viví solo mis primeros seis meses. Era una comunidad, y mas que un apartamento, era un piso, en una urbanización tenia una piscina y un parque para los niños, todo muy bonito.
Entré en el piso y vi un pasillo que conectaba todas las habitaciones, era sencillo pero acogedor, me gustó mucho. Tenia un baño, una cocina, salón y dos habitaciones, fui a ver la mía, era muy pequñita, pero con un ventanal enorme que daba la urbanización, concretamente en frente de otra ventana que estaría como a tres metros. Era igual que la mía solo que masculina, mierda, era un chico, bueno podía tener 10 años no nos agobiemos. En ese momento mi madre entró en la habitación.

-¿te gusta?
-si, aunque es un poco pequeña, pero es bonita.
-cariño ¿qué quieres cenar?
-pizza!
-como no- dijo mi madre riéndose.
-llamare al telepizza, ¿vas a recogerla?
-vale.

Mi madre llamó y pidió una pizza carbonara de cebolla y aros de cebolla.

Bebí un poco de agua, me preparé y salí de casa.

Llegue al telepizza y esperé fuera, dentro hacia mucho calor. De repente vi entrar a un chico no muy guapo, pero bastante atractivo.

-hola
-hola

Me miró con una mirada preciosa de ojos verdes. Enseguida volvió a salir y vi que tenia el numero siguiente a mi. De repente se percató de que le estaba mirando, lo mas rápido que pude baje la mirada, sentía que me ardían las mejillas.

-¿cómo te llamas?
-Cara ¿y tú?
- Alex, edad
-18. Esto parece un interrogatorio. Dije yo sin poder aguantar la risa.
-¿ lo he hecho bien?
-si, señor policía.
-que bien porque estoy estudiando para ser policía.
-pues me han dicho que las pruebas son muy duras, sobre todo las físicas.
- si, pero yo me lo curro. -dijo con una sonrisa burlona, sacó moya. Dios mio si que se lo curraba, si.
-y tu edad
-20.

En ese momento dijeron mi numero para la pizza y el suyo. Salí del local y me despedí de el.

Llegué a casa. Me puse el pijama, cené y me fue a la cama con el móvil. Vi que tenia un mensaje de David.

*conversación*

-Hola

Hola q tal??

-Mbn y tú?

Aburrida.

-Podemos vernos en la discoteca Space dentro de media hora??

Ya tengo el pijama pero voy a preguntar.

Si, si me dejan. Nos vemos en media hora.

-ads.

***

Me puse un vestido negro ajustado, palabra de honor que me llegaba hasta medio muslo, cogí un bolso de fiesta plateado y negro en el que metí el móvil, 30 euros y las llaves. Me puse unos taconazos negros. Me cepille el pelo me maquille con pintalabios rojo, rímel eyeliner y sombre negra y salí de casa.

La discoteca Space estaba a tres calles de mi casa eran las once menos cuarto, me quedaban 15 minutos, me daba tiempo.
Cuando llegué le vi a el con unos vaqueros negros y una camisa ajustada. Dios que pivon. Tranquila Cara.

-hola
-hola ¿entramos?
-vale.

Estaba sonando hey mama de David Guetta, empezamos a bailar, yo me pido un un margarita y David otro.

Empezamos a bailar y a los veinte minutos un poco reventados, nos sentamos y él empieza a tartamudear, yo por causa del alcohol y de lo mono y gracioso que estaba me empiezo a reir. Cuando me calmo y el puede hablar mejor me dijo:

- Cara, me encantas, desde el momento en que empezamos a hablar me pareciste increíble, se que parece efecto del alcohol pero es la verdad.

Yo que estaba todavía un poco menos borracha que el le digo.

- tu también me gustas pero quiero hacer las cosas poco a poco y...

Me cortó dándome un beso. Entonces nos empezamos a besar y salimos de la discoteca cuando David se empezaba a pasar, me estaba desabrochando el vestido.

- David para.

Seguía.

- ¡que pares! - grito empujándole - te he dicho que quiero ir poco a poco pero parece que a ti sólo te importa otra cosa y yo no soy así.

Dicho esto me fui, intentó seguirme pero iba tan borracho después de los 7 margaritas que se cayó al suelo de boca.

Cuando llegué a mi casa me puse el pijama y me fui a dormir.