Capítulo 9.

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Me revolqué en mi cama al escuchar mi alarma.

Estaba haciendo un tonto berrinche conmigo misma, no quería ir a la escuela pero era un compromiso, un maldito compromiso con mi padre.

Detuve mi alarma, me talle los ojos y me estire medio sentada en mi cama. Baje los pies al suelo y me puse mis pantuflas de perrito. Las amaba.

Me di una ducha rápida, me cepille los dientes y me vestí casual; unos ajustados jeans negros, una blusa blanca, unos botines cafés y mi gabardina verde militar.

Peiné mi cabello en una coleta alta y me maquille muy poco. Baje las escaleras con la mochila en mis hombros.

Desayuné un licuado nutritivo de naranja, manzana y zanahoria.
Mamá me había dicho que me ayudaría a estar activa.

Pase de Jason cuando bajo a desayunar, estaba molesta con él. No se había dignado a decirme un estúpido "gracias" por ayudarlo con Megan.

Puse mis trastos en el fregadero, caminé por el pasillo hacia la puerta y salí de casa con intención de ir hacia la esquina a esperar el bus.

Cuando salí de casa me sorprendí al ver un BMW negro aparcado en frente de mi casa, me sorprendió aún más ver a Harry recargado en este.

Caminé hasta el sin creérmelo del todo.

"Ha-Harry, ¿qué haces aquí?" -No quería sonar grosera pero fue lo primero que salió de mi boca.

"¿No es obvio?" -A veces olvidaba el gran ego de Harry. - "Vine por ti, Ally."

"No era necesario, Harry." -Solté apenada, nadie se había tomado la molestia de venir por mi antes.

"No lo era, pero yo quería." -Esbozó una sonrisa tan linda que por un momento sentí que un suspiro iba a salir.

»"Será mejor que subamos, llegaremos tarde si no lo hacemos." -Siguió Harry.

Asentí con una sonrisa de boca cerrada. Harry se giró a abrirme la puerta del coche, subí agradeciéndole el gesto y en cuestión de segundos Harry se encontraba a mi lado encendiendo el motor.

En el camino él encendió la radio y se me fue más lento con los hits del momento.

Movía mi cabeza de un lado a otro al ritmo de la música de forma involuntaria, era una costumbre, supongo.

Sentí la mirada de Harry sobre mi y deje de moverme al instante, mis mejillas enrojecieron.

"¿Porqué lo dejaste de hacer? Bailas muy bien." -Dijo Harry burlón.

Miré hacia la ventana en un intento por ocultar lo sonrojada que estaba.

"Calla, Harry." -Contesté avergonzada.

"Hablo en serio, Ally." -Habló con un tono relajado.

No me giré a mirarlo, estaba aguantando las ganas de sacarle la lengua, abrir la puerta del coche y caer en medio de la calle.

"Mírame." -Ordenó.

Me volteé hacia él, al instante en que lo vi solté una sonora carcajada. Harry estaba haciendo pucheros como un bebé.

"Eres un tonto."

"Me amas." -Dijo autosuficiente, al menos así lo escuché yo.

"Oh, te gustaría que lo hiciera." -Le seguí el juego y lo dije de manera en que sonara convincente.

"Si, me gustaría." -Contestó de la manera más natural.

No contesté, sabía que Harry lo decía en broma pero cuando lo dijo sentí algo.

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