Capítulo 35. (Parte 2 maratón)

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Rubén se había ido ya a desayunar, le dije que no me esperase ya que quería lavarme la cabeza y yo tardaba bastante.

Lo cierto es que ni siquiera me levanté de la cama. Era tanto lo que me hacía sentir mal en ese momento... Quizá luego podría ser una tontería pero quería tanto a Rubén y daba tanto por el que ni si quiera se me pasaba por la cabeza  la idea de que estuviese hablando con alguien más. Y ese era el problema. Era extremadamente celosa, lo cual nunca tenia que preocuparme ya que me sentía muy segura con el.

No quería llevar mis celos al extremo, puede que simplemente me estuviese preparando una sorpresa y luego me iba a contar todo lo que había estado haciendo. Esas cosas pasan, ¿no?

Después de un rato en el que tenía tal nudo en la garganta que dolía de pensar en cosas totalmente tóxicas para mi, decidí dejar de ser una chica vegetal y hacer algo con mi vida, empezando por bajar a desayunar.

Abajo estaban todos riendo, como siempre. Todos me saludaron y estuvimos hablando sobre quien duraría menos si algún día los macarrones cobrasen vida y nos persiguiesen. Por alguna extraña razón decidieron que sin duda yo no aguantaría ni dos días, ya que me los habría comido a todos y me explotaría la barriga. Tertulias mañaneras, en fin.

Recordé que había olvidado mi móvil en la habitación, y tenía que llamar a mi familia que hacía mucho que no hablaba con ella. Rubén me dijo que si le podía bajar el suyo también. 

Subí a la habitación. Antes de coger mi móvil, me puse un poco de máscara de pestañas ya que tenía cara de recién levantada todavía, me cepillé los dientes y a continuación estuve un buen rato hablando por teléfono con mi abuela, mi hermano y algunas amigas.

Terminé y me disponía a bajar de nuevo con todos, cuando un sonido bastante conocido para mi sonó al otro lado de la habitación. Era el móvil de Rubén. Se me olvidó por completo que tenía que bajárselo.

Fui a cogerlo y encendí la pantalla para mirar la hora, quería saber cuanto tiempo había estado hablando por teléfono. En ese momento, vi unos mensajes...

Camila: Lo sé...

Camila: Cuando puedas nos vemos

Camila: Que le has dicho a tu novia?

Mi corazón se detuvo por un instante. Quedé petrificada. Simplemente tenía los ojos como platos sin apartar la vista de la pantalla pero dejé de ver lo que tenía delante.

Reaccioné rápido. Podría ser cualquier cosa. O eso quería pensar.

Recordé una conversación que tuvimos Rubén y yo una vez. El dijo que si algún día tenía sospechas de que me ponía los cuernos, podía revisar su móvil, e incluso preguntarle a su madre. Yo le dije lo mismo. Así que cada uno tenía la contraseña del otro.

Me senté como si llevase una roca atada a la cintura. Me puse la mano en la boca, no quería vivir lo que se acontecía. Sentía como si estuviese obligada a desbloquear su móvil y a la vez me sentía horrible. Una parte despertó y tenía claro lo que iba a pasar.

Tecleaba uno a uno los cuatro dígitos del código, mi corazón iba a estallar. Una lágrima resbaló por mis mejillas. Cerré los ojos, respiré y me preparé para lo que venía.

Rubén: No quiero seguir así...

Rubén: Le quiero mucho a Elisa

Rubén: Si ella se entera... Tenemos que vernos

Ese mensaje se me clavó como puñal al pecho.

Camila: Lo sé...

Camila: Cuando puedas nos vemos

Camila: Que le has dicho a tu novia?

Me fijé en que solo estaban esos seis mensajes. Probablemente el borraría toda la conversación y esa misma mañana, cuando bloqueó el móvil antes de que yo si quiera pudiese fijarme, se le olvidó hacerlo.

Era como si yo le hubiese dado todo de mi. Le di cierto poder de manejar mi corazón creyendo que era lo mejor, pero el jugó.

Literalmente sentía como si me hubiesen pateado donde más me dolía. Sentí como si todo lo que tenía, todo lo que más quería, se hubiese derrumbado en pedacitos con solo seis mensajes.

Pero es que es así como "son las cosas las que más queremos, las que nos destruyen"...

El vecino de en frente - Rubius FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora