Introducción.

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No había mejores fiestas que las de las hermanas Bradley, esa noche Sarah y Leilah pudieron comprobarlo satisfactoriamente. La cabellera recién cortada de Sarah se movía de lado a lado al ritmo de los incesantes saltos de ella, de su rostro no se despegaba su gigantesca sonrisa que significaba que estaba pasándola bien. A su lado, también saltando, se encontraba Leilah riéndose a la par con su mejor amiga, no habían parado de bailar desde hace más de una hora y Sarah se estaba empezando a cansar.

-Hey.-Dijo muy fuerte Sarah al oído de su amiga.-Estoy cansada, vayamos a sentarnos.-Leilah paro de saltar y la miro incrédula.

-Disculpa, pero pensé que querías bailar toda la noche.-Dijo divertida mientras entrelazaba su brazo con el de Sarah.

-Ese era el plan, pero ya sabes-Exclamo haciendo gestos con sus manos-El humor cambia, la gente cambia, no es cuestión de solo tener un plan.-Explico.

-Supongo que tienes razón.-Respondió Leilah con un notable sarcasmo.

Caminaron hasta los muebles ubicados en la parte lateral de la pista de baile-Que era una sala de estar increíblemente iluminada- Se sentaron resoplando casi al mismo tiempo, Sarah tomó su cartera y de esta saco su celular, lo prendió, observo con esfuerzo la hora, 4:45 am, lentamente, bostezando se volteo a su mejor amiga para avisarle y se encontró con Leilah plácidamente dormida, aunque Sarah no era una chica de causar molestias, sin dudarlo le grito al oído de su amiga.

-¿Qué demonios?-Exclamo ella más que molesta. Sarah que no podía suprimir su risa, la miro lo más seria que pudo, en vano porque su sonrisa ya era más que notable.

-Tú de verdad quieres que me moleste ¿Verdad?-Exclamo con suavidad Leilah alertando a Sarah.

-Lo siento, solo quería darte la hora.-Bramo señalando su celular-Es tarde, debemos irnos.-Dijo a Sarah a su adormilada amiga que se encontraba curiosamente de acuerdo con ella.

-Sí, tienes razón.-Espetó levantándose bruscamente del asiento. Sarah la miro extrañada, tratando de analizar el comportamiento de su mejor amiga, llegando solo a la conclusión de que esta solo estaba cansada.

-De acuerdo, no hay nadie que nos lleve, nuestras casas no están tan lejos de aquí.-Explico Sarah levantándose igualmente.-Podríamos ir caminando.

Leilah que no parecía gustarle la idea suspiro frustradamente y miro a su alrededor, efectivamente, todos estaban divirtiéndose de tal manera que nadie pararía solo para llevarlas a sus hogares. Decepcionada, volvió su atención a Sarah quien estaba tecleando algo en su celular.

-Supongo, si no hay más opción.-Añadió ella con nerviosismo.

Sarah y Leilah salieron de la fiesta sin antes despedirse de sus más cercanas amistades, el cielo aún estaba oscuro y Sarah caminaba calmadamente a diferencia de Leilah que no paraba de ver hacia los lados y de sobarse los brazos.

-Ya está, haz estado actuando extraño desde que hemos salido ¿Qué sucede?-Pregunto esta con impaciencia parando el apresurado paso de su alterada amiga.

-No es nada.-Dijo tratando de sonar calmada, Sarah arqueo una ceja haciéndole saber que no le creía.-Enserio, es que, bueno, ya sabes, las calles son peligrosas a estas altas horas.-Confeso ella animando a su amiga a caminar, Sarah insatisfecha con la declaración decidió dejar de preguntar.

El resto del camino se había tornado largo para ambas, y Leilah no dejaba de aumentar sus actos nerviosos que Sarah sabía que no solo era por la supuesta inseguridad. Habían llegado a la casa de Leilah, esta tenía la vista pegada al suelo, la subió para ver a Sarah que se encontraba inexpresiva, seguidamente abrazo Sarah, ella que ya encontraba natural que la abrazara de despedida le devolvió el alentador gesto.

-Adiós.-Musito Leilah para luego separase e ir adentro de su hogar.

Sarah se quedó parada en el umbral por un rato hasta que reacciono, su mente vago por los recientes hechos mientras empezaba a caminar, no entendía el repentino cambio de humor de Leilah, pero no lo encontraba de manera tan preocupante, Sin embargo, no dejaba de pensar en eso ¿Estará alguien molestándola? O simplemente el cansancio la hizo y la paranoia eran muy fuertes para evitar sus extraños movimientos.

Todo parecía no encajar, y Sarah esperaba que no fuera algo de gravedad pero ella sentía que ese adiós no sonó como un te veré pronto.

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⏰ Última actualización: Sep 07, 2015 ⏰

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